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Hoy es miercoles, 2 de abril de 2025

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Pocos lo saben, pero 2024 fue el año más seco del siglo XXI, con un acumulado anual de solo 56.8 por ciento, lo cual se ha visto reflejado en el campo sudcaliforniano.

 

Y más que nada en la ganadería de agostadero, que es donde obtiene su alimento.

 

Pero otra de las más severas sequias las soportaron los ganaderos entre 2020 y 2022, poniendo en riesgo los ecosistemas y comunidades rurales que dependen de ellos.

 

Incluso, un estudio revela cómo los rancheros tradicionales respondieron a esta crisis climática y qué oportunidades existen para garantizar su sostenibilidad.

 

Esa vez, la sequía dejó una estela de problemas como son pérdida de vegetación, inseguridad alimentaria y disminución de ingresos.

 

Aún así, a fuerza de voluntad y tezón, los rancheros lograron salir adelante.

 

Algunos aspectos observados en el estudio fueron: estrategias alimenticias donde aumentaron el uso de alimentos comprados como alfalfa y mascarrote para asegurar la supervivencia del ganado.

 

Afortunadamentes, en 2022 tuvieron un gran respiro, luego de que en septiembre de ese año se registró una de las mayores cantidades de lluvia que ha registrado Baja California Sur por el paso de la tormenta tropical Javier y el huracán Kay.

 

Aunque desgraciadamente para los ganaderos locales, el panorama vuelve a ser incierto.

 

Y es que ahora sufren una nueva sequía prolongada, --que inclusive--, a decir de ellos mismos, los puede obligar a abandonar su actividad.

 

Y eso sería lamentable para todos.

 

Es más, en ellos hay interés de participar en proyectos de conservación y la gran mayoría está dispuesta a explorar iniciativas por ejemplo de turismo rural para generar ingresos adicionales.

 

Otra, --dicen--, es buscar mejorar en infraestructura agrícola para incrementar capacidad de producción y almacenamiento de alimento que es fundamental para enfrentar futuras crisis.

 

Para lograr objetivos, esperan apoyo gubernamental, pues los rancheros solicitan programas que impulsen empleo y mejoren condiciones de infraestructura rural.

 

Aquí, haré énfasis en una nota bien lograda por Diario El Independiente publicada nada menos el martes anterior, donde se habla de la incertidumbre y preocupación de los ganaderos.

 

A grado tal, que el Secretario del Consejo Directivo de la Asociación Aanadera de Todos Santos, Francisco Quirino Cota, pide que el gobierno haga Declaratoria de Emergencia para el sector ganadero pues ya es insostenible la manutención por la sequia y por la falta y escacez de pastura.

 

A todo lo anterior habríamos de agregar otro dato en contra, que se refiere a que no existe en Baja California Sur agricultura de temporal, sino que tiene que ser de riego.

 

Sin embargo, pese a todo lo que se diga, el gobierno no los ha dejado solos.

 

Veamos.

 

El sector oficial informa que para aminorar los efectos de la sequía recurrente que presenta Baja California Sur, el gobernador Víctor Castro Cosío sí ha tomado cartas en el asunto.

 

Así, el Gobierno del Estado a través de la Secretaría de Pesca, Acuacultura y Desarrollo Agropecuario, ha implementado programas de apoyo con la finalidad de garantizar el alimento al ganado bovino y caprino que habita las zonas de agostadero.

 

La información dada por el director de Desarrollo Ganadero, Francisco Rubio Barrera, dice que entre los planes que ofrece la dependencia están: la distribución de zacate cuba 22 para el establecimiento de módulos forrajeros y semilleros para su propagación de manera estratégica; fondo de contingencia para el financiamiento de instalación de establecimientos de cultivos forrajeros; fondos revolventes de las organizaciones en todo el estado para la distribución de forraje a bajo costo, así como el programa de infraestructura para captación y almacenamiento de agua.

 

Luego entonces, podríamos asegurar que como en otros momentos de crisis, los ganaderos saldrán adelante.

 

Cuestión de tiempo.