• Día de la Mujer.
Pasado mañana
se conmemora el Día Internacional de la Mujer.
Luego
entonces, la pregunta obligada salta a la vista: ¿Qué festejarán...?
¿Acaso será
la violencia de que son objeto?
Y es que
desde tiempos inmemoriables la mayoría de los hombres lo que han sembrado en el
vientre de las mujeres es miedo, pavor, sobresalto, vejación.
Y ese miedo,
ese pavor, ese sobresalto, y esa vejación, --ellas--, desde el vientre lo han
transmitido a sus hijas e hijos.
A las hijas
para padecerlo, para soportarlo. Y a los hijos para aplicarlo.
¡Maldita
secuencia!
En fin,
esperamos que tras tanta insistencia en la defensa de la igualdad de género, la
mujer reflexione y despierte.
Y para eso,
hay que decir que hoy por hoy, --en favor de ellas--, existen muchas alertas
tempranas para evitar y prevenir la violencia en su contra.
Sí, porque la
violencia inicia, y es notoria desde los primeros días de que conocen a un
pretendiente.
En efecto,
puede ser descubierta en la conversación, y en las interrogantes.
Desde
preguntarle a ella sobre las llamadas telefónicas que recibe o realiza,
revisarle el celular, criticarle o prohibirle la forma de vestir, Etc., desde
ahí se puede advertir el foco rojo.
Y antes de
que eso continúe, lo mejor es cortar por lo sano. Y huir, porque después será
demasiado tarde.
Sí, porque
después aumenta el tono de la voz, vienen los insultos, y enseguida el hombre
pasa a las manos.
Es cuando
llegan los golpes.
Y por último,
las armas.
Entonces, el
final tiene que ser cruento y sangriento.
En síntesis,
la violencia y los asesinatos de mujeres, siguen teniendo una asignatura
pendiente.
Pendiente por
parte de senadores, pendiente por parte de diputados, pendiente por parte de
gobernantes y pendiente por parte de la justicia.
Y no lo digo
yo, lo dicen las abundantes y preocupantes estadísticas.
Veamos.
De acuerdo al
INEGI, 7 de cada 10 mujeres son violentadas en México.
Y Baja
California Sur no se queda atrás, pues se estima que aquí mas del 63 por ciento
de las mujeres de 15 años o más experimentaron algun tipo de violencia, sea
psicológoca, física, sexual, económica o patrimonial a lo largo de su vida.
Por eso la
gran preocupación del gobernador Víctor Manuel Castro Cosío.
Y fue a raíz
de eso que ordenó el inició de la cruzada estatal “ya párale a la violencia”.
Y fue a raiz
de eso que en su caso recalcó: “a la cuarta transformación nada la va a detener
para luchar contra la violencia de género”.
Sin embargo,
algo falta, ya que las acciones que se han emprendido no han sido suficientes.
Repito: no lo
digo yo, lo dicen las estadíticas.
Entonces, se
requiere mucha voluntad tanto de la sociedad en general como de los gobiernos.
Vamos, que
sobre la justicia haga realmente la parte que le corresponde.
Que no se
torne omisa o negligente.
Y sobre todo
que sea ajena a nepotismo, compadrazgo, favoritismo, e impunidad.
No es mucho
pedir.
Cuestión de
tiempo.