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Hoy es martes, 4 de marzo de 2025

El emprendedurismo ostrícola sostenible con serios retos de financiamiento en BCS

• Quienes emprenden en este sector enfrentan retos complejos para obtener financiamiento pú-blico y privado con el fin de iniciar sus operaciones y ofrecer al mercado productos sostenibles; en BCS hay 136 sociedades cooperativas.

El emprendedurismo ostrícola sostenible con serios retos de financiamiento en BCS

 

 

La Paz, Baja California Sur.- La entidad de Baja California Sur (BCS) es donde existe el mayor número productores acuícolas de ostión en México. Actualmente, hay 136 sociedades cooperativas que se dedican a la producción de este molusco y generan alrededor de 2 mil 400 toneladas al año, de acuerdo con la Secretaría de Pesca, Acuacultura y Desarrollo Agropecuario (SEPADA) en la entidad.

 

Sin embargo, quienes emprenden en este sector enfrentan retos complejos para obtener financiamiento público y privado con el fin de iniciar sus operaciones y ofrecer al mercado productos sostenibles.

 

·        Nueva generación de emprendedores

San Buto, al noroeste de México, alberga una comunidad pesquera que por mucho tiempo obtuvo sustento de la extracción de almeja catarina.

 

Sin embargo, en el 2011 la comunidad identificó que había sobreexplotación de la especie y que esto ponía en riesgo la sostenibilidad de la pesca.

 

En ese momento quienes se dedicaban a la pesca comercial vieron en la acuacultura una alternativa para explotar la especie de una manera más sostenible y obtener un mayor ingreso.

 

Así surgieron varios proyectos de acuacultura en la comunidad. Uno de ellos fue OysterMex, fundado por Lizbeth Ramírez, una joven ostricultora de familia pescadora, que decidió emprender junto a su hermano y un amigo, un proyecto que ofrece ostiones con trazabilidad y sostenibilidad.

 

“A los 23 años, cuando estudiaba la universidad en 2017, mi familia me propuso ser presidenta de una cooperativa y ahí fue cuando empezamos a diversificar en la acuacultura derivado de la disminución de la pesca ribereña. Buscamos nuevas formas de generar empleo y de vivir, pero sin salir de la comunidad. Y me di cuenta de que la acuicultura es mi pasión”, señaló Ramírez.

 

Después de cinco años como presidenta de la cooperativa, en el 2022 ideó OysterMex y, un año más tarde, se materializó la empresa con el permiso de fomento otorgado por la Comisión Nacional de Acuacultura y Pesca (Conapesca) para el cultivo de ostión, cuya primera cosecha se registró en el 2024.

 

La experiencia de presidir, haber estudiado administración y trabajado en diversos espacios, le permitieron concebir un proyecto con compromiso social y ambiental.

 

“Las posibilidades de acceder a buena educación por parte de estas nuevas generaciones, ayuda a que vean la pesca desde otra perspectiva (...) estamos viendo, muchos casos de personas jóvenes que son hijas o hijos de pescadores emprendiendo proyectos de otra dimensión como de regeneración, de valor agregado, es decir, mucho más allá de simplemente la actividad extractiva y están llegando con herramientas técnicas muy interesantes y administrativas de gestión de proyectos, etcétera, que les pueden ayudar mucho”, señaló Juan Ferrón, director de políticas públicas en la organización Environmental Defense Fund (EDF) México.

 

·        Retos y oportunidades de financiamiento

EDF México publicó un reporte en el 2023 sobre financiamiento sostenible en el sector pesquero y acuícola ribereño en México, donde identificó que hay barreras muy complejas en el acceso al financiamiento sostenible, una de las principales es la informalidad.

 

“Como sector productivo es una barrera muy clara. Que los pequeños productores no tengan un registro formal de sus operaciones, que no tengan una contabilidad y no operen formalmente con su registro como contribuyentes y ese tipo de cuestiones, limita significativamente la posibilidad de que los productores puedan ser de interés para los instrumentos de financiamiento sostenible”, señaló Ferrón.

 

Ramírez cuenta con la ventaja de ser una empresa constituida ante la Secretaría de Hacienda y fue beneficiada a través de un apoyo de fomento por parte de la Sepada en el 2024.

 

“El gobierno me ayudó a través de un apoyo de fomento donde yo puse el 30% y la Sepada puso el 70% restante. También tomé otras oportunidades de formación como talleres que también son muy importantes. No es un apoyo monetario, pero es parte de la inversión en capacitación y formación”, señaló Ramírez.

 

La mayoría del dinero que ha invertido lo ha hecho a través de recursos propios y de préstamos familiares o bancarios, y lo ha utilizado para la instalación de la infraestructura, siembra y pre-engorda del ostión, así como en el permiso de fomento que tardó un año en obtener. En general, la inversión inicial del proyecto y el permiso le costó aproximadamente 40 mil pesos.

 

Debido al nivel de sobreexplotación de los recursos pesqueros, José Alfredo Bermúdez, titular de la Sepada en Baja California Sur, señaló que no hay capacidad de carga en el mar para otorgar más permisos de pesca, por eso la acuicultura es actualmente la alternativa de reconversión para las comunidades pesqueras.

 

Al año, la institución destina un millón de pesos para capacitación del sector pesquero y acuícola para fortalecer cuestiones como manejo administrativo, señaló Bermúdez. Sin embargo, desde la institución uno de los retos que enfrentan es la falta de presupuesto para otorgar apoyos de fomento.

 

“El problema es que el presupuesto no es suficiente para las solicitudes que recibimos. Por ejemplo, en 2024 nosotros tuvimos en el sector pesquero y acuícola solicitudes por 90 millones de pesos y nada más tenemos 19 millones presupuestado, el resto de los productores quedan haciendo turno para el ejercicio 2025. Tenemos un déficit de recursos para poder aceptar a todos”, señaló Bermúdez.

 

Ramírez también ha explorado oportunidades desde la iniciativa privada y filantrópica como la de Hatch Blue, que consistió en una formación intensiva de 11 días, y también ha formado parte de los programas de TECA México, una incubadora impulsada por BFA Global enfocada en emprendimientos con impacto social y ambiental en ecosistemas marino- costeros en México.

 

Después de este recorrido, pudo consolidar su proyecto y crear su modelo de negocios.

 

En el 2025 Ramírez espera expandir OysterMex en el mercado a través de la diversificación de los productos como almeja catarina, callo de hacha y mano de león, y más adelante exportar sus productos.

 

·        Ventaja de proyectos sostenibles

 

Debido a que la Sepada cuenta con recursos limitados, Bermúdez señaló que hacen una priorización de las solicitudes en las que se privilegian proyectos liderados por mujeres, jóvenes y personas de la tercera edad, así como los que contemplen componentes de sustentabilidad.

 

Ferrón señaló que esto no solo sucede en los apoyos del sector público, sino que también en el sector privado, donde se le da preferencia a los proyectos que busquen una transición hacia un manejo sostenible y responsable de los recursos.

 

En este sentido, la filantropía ha jugado un papel preponderante en el financiamiento de proyectos sostenibles en la pesca y acuacultura.

 

“La gran mayoría de los recursos que se han canalizado hacia proyectos sostenibles en la pesca y la acuacultura en México provienen de fuentes filantrópicas. Que los proyectos se enfoquen en modelos de manejo sostenible, gobernanza participativa y objetivos ambientales, les da un acceso muy claro a proyectos de inversión filantrópica a través de organizaciones civiles. Sin duda, el hecho de que una pesquería esté embarcada en un proceso de sostenibilidad o de certificación le da una ventaja muy clara en términos de acceso a fondos”, señaló Ferrón.

 

*Este artículo se publicó originalmente en Causa Natura Media.