• En estudios anteriores se observó que las víctimas de violencia, agresiones sexuales y traumas infantiles tienen un mayor riesgo de suicidio. Además, la pobreza y la privación social también están asociadas al suicidio.
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Estado de
México. - Cada año unas 740,000 personas se suicidan en el
mundo, una cada 43 segundos. Además, los hombres se suicidan el doble
que las mujeres, y sus intentos son tres veces más mortales que los de
ellas, según un exhaustivo análisis publicado este jueves en The Lancet
Public Health.
El estudio,
realizado por el Instituto de Métrica y Evaluación Sanitarias (IHME) de la
Facultad de Medicina de la Universidad de Washington (Estados Unidos), se basa
en los datos de la Carga Mundial de Morbilidad por región, país, año,
edad y sexo en tres décadas: de 1990 a 2021.
En este
periodo, la tasa mundial de mortalidad por suicidio estandarizada por edad se
redujo casi un 40%, de unas 15 muertes por 100,000 a 9 muertes por
100,000, lo que indica que la intervención y la prevención están funcionando.
Además, entre las mujeres, la tasa bajó más de un 50% y la de
los hombres un 34%.
Pese a este
avance, los suicidios subieron un 39% en América Latina
Central (39%), con México a la cabeza y un incremento del 123%
sólo en el caso de las mujeres, seguida de la América Latina andina, donde la
tasa subió el 13% (con Ecuador a la cabeza), de la América Latina tropical, con
un aumento del 9% y Paraguay en cabeza, y de Norteamérica, que registró un
aumento del 7% y un aumento del 23% sólo para las mujeres.
Por el
contrario, los suicidios se redujeron el 66% en Asia Oriental,
con China como el país con mayor descenso.
Además,
las tasas de mortalidad por suicidio más elevadas se registraron en
Europa oriental, África subsahariana meridional y África subsahariana central.
“Aunque los
progresos realizados en el descenso de las tasas de suicidio son alentadores,
está claro que el suicidio sigue afectando a algunos países y poblaciones más
que a otros. Eliminar el estigma del suicidio y las barreras de acceso a los
sistemas de apoyo a la salud mental siguen siendo medidas fundamentales, sobre
todo entre las personas con trastornos mentales y de abuso de sustancias”,
explica el autor principal, Mohsen Naghavi, del IHME.
Riesgo de suicidio, género y
edades
En estudios
anteriores se observó que las víctimas de violencia, agresiones
sexuales y traumas infantiles tienen un mayor riesgo de
suicidio. Además, la pobreza y la privación social también están asociadas al
suicidio.
Las últimas
cifras también ponen de relieve una sombría diferencia entre hombres
y mujeres a escala mundial, regional y nacional: Los hombres tienen más del
doble de probabilidades de morir por suicidio que las mujeres, pero éstas
tienen un 49% más de probabilidades de intentarlo.
Además,
los intentos de suicidio entre los varones fueron tres veces más
mortales que los de las mujeres.
Y, cada
minuto, cuatro hombres y seis mujeres necesitaron tratamiento
hospitalario por intentos de suicidio.
En el mundo,
el 10% de los suicidios de hombres y el 3% de femeninos fueron con armas
de fuego, con Estados Unidos a la cabeza, donde el 55% de los hombres y el 31%
de las mujeres se suicidaron con armas de fuego.
“Los hombres
tienden a elegir métodos de suicidio más violentos y letales, como las armas de
fuego, mientras que las mujeres son más propensas a elegir medios menos
mortales, como el envenenamiento y la sobredosis, que tienen una mayor tasa de
supervivencia”, explica Emily Rosenblad, segunda autora del estudio y
responsable de proyectos en el IHME.
Por edades,
en 1990, la edad media de fallecimiento de los varones era de 43 años, y
la de las mujeres de casi 42 años, pero en 2021 la edad media había subido
a 47 años para los hombres y a casi 47 años para las mujeres.
La edad media
más alta era de unos 58 años para los varones y 60
años para las mujeres, ambos en Asia Oriental, y la edad media más
temprana se encontró en Oceanía, donde fue de 36 años para los varones y de 34
años para las mujeres.
La última
parte del estudio identifica las tendencias existentes para
desarrollar métodos de prevención del suicidio más eficaces en el
mundo, lo que puede ayudar a los responsables políticos y a los trabajadores
sanitarios a desarrollar estrategias y enfoques adaptados a lugares y
poblaciones específicos.
El informe
concluye que la prevención del suicidio es más eficaz cuando las
comunidades colaboran mediante sistemas de concienciación, intervención y
apoyo.