• El secretario de la Defensa, Ricardo Trevilla, destacó que la lealtad de las Fuerzas Armadas hacia la nación.
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Estado de
México. - El Ejército mexicano reafirmó este domingo que la soberanía
de México “no es negociable” durante la ‘Marcha de la Lealtad‘, un acto
encabezado por la presidenta Claudia Sheinbaum, que sirvió para
respaldarla como la primera mujer en ocupar el cargo de comandante supremo de
las Fuerzas Armadas.
Durante la
conmemoración del 112 aniversario de la ‘Marcha de la Lealtad’, el titular de
la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), Ricardo Trevilla, destacó que la
lealtad de las Fuerzas Armadas hacia la nación y su independencia sigue
intacta, en un contexto donde la seguridad y la soberanía se han convertido en
temas clave para el país.
“La historia
nos ha enseñado que la lealtad hacia la nación no solo atañe a los militares,
sino que está arraigada en cada mexicana y mexicano que aspira a heredar un
país libre e independiente a las futuras generaciones”, afirmó Trevilla.
En este
sentido, el alto mando del Ejército, Fuerza Aérea y de la Guardia Nacional
agregó que los institutos castrenses de México mantienen su misión de defender
la integridad territorial, así como de apoyar en la seguridad pública, la
construcción de obras estratégicas y la aplicación del Plan DN-III-E, para
atender emergencias y desastres naturales.
Compromiso
con la soberanía
El titular de
la Sedena subrayó que la lealtad y el compromiso con la nación son principios
inquebrantables, mientras que manifestó su respaldo a la presidenta Sheinbaum
para defender al pueblo mexicano de cualquier amenaza contra el país.
En su
discurso señaló que este anhelo impulsa a las Fuerzas Armadas a cumplir con
determinación y firmeza la “misión más importante: defender la integridad,
independencia y soberanía de la nación”
“Porque
estamos conscientes que, como lo ha señalado nuestra comandanta suprema y es
una visión compartida por la sociedad misma, nuestra soberanía no es
negociable”, enfatizó Trevilla.
Su discurso
resuena luego de que el sábado, Sheinbaum advirtiera que “nadie se atreva a
violar la soberanía (nacional) porque México es un país libre, soberano e
independiente y las y los mexicanos siempre estamos para defender a nuestra
patria”.
Este discurso
se ha replicado y aumentado de tono desde el regreso del presidente
estadounidense, Donald Trump a la Casa Blanca, en medio de amenazas que
impulsan un posible intervencionismo de Estados Unidos hacia México, con
discursos basados en el combate al narcotráfico y la crisis migratoria en
Norteamérica.
El alto mando
del Ejército señaló que el mayor estandarte de las Fuerzas Armadas es el pueblo
mexicano, “ese mismo pueblo que nos brinda su confianza y respaldo, principales
fortalezas del instituto armado, que nos permiten a aún con recursos modestos,
tener el temple y la certeza para encarar cualquier amenaza que atente contra
el país”.
Sheinbaum
hace historia
En la primera
ceremonia de la ‘Marcha de la Lealtad’ que oficia como comandante supremo de
las Fuerzas Armadas, la presidenta Claudia Sheinbaum recibió los honores
correspondientes en el Castillo de Chapultepec, un sitio emblemático para la
historia militar del país.
En el acto,
la jefa del Ejecutivo mexicano pasó lista de honor a los héroes de las gestas
heroicas de 1847, en la batalla de Chapultepec, y 1914, durante la Revolución,
recordando el sacrificio de los cadetes del Heroico Colegio Militar y la
Escuela Naval Militar.
El
reconocimiento de Sheinbaum como la máxima autoridad militar marca un hito en
la historia del país y subraya el papel de la mujer en puestos de liderazgo
dentro de instituciones tradicionalmente dominadas por hombres.
Asimismo, en
este aniversario, se contó por primera vez en la historia del Colegio Militar,
con una compañía de cadetes integrada únicamente por mujeres, mismas que
realizaron una salva de fusilería, reflejando el avance de la inclusión
femenina en las Fuerzas Armadas.
El acto
conmemorativo recordó los hechos ocurridos el 9 de febrero de 1913, cuando un
grupo de cadetes del Heroico Colegio Militar escoltó al entonces presidente
Francisco I. Madero desde el Castillo de Chapultepec hasta Palacio Nacional.
En medio de
una revuelta armada conocida como la Decena Trágica, la escolta simbolizó la
lealtad de las Fuerzas Armadas a la figura presidencial y al orden
constitucional.