• Mujeres violentadas.
Si hubiese
una forma de medir la cobardía de los hombres, sin duda que se mediría en el
nivel de violencia que cada uno ejerce contra las mujeres.
Así es.
Porque la más
grande de las cobardías, es cuando un hombre golpea a una mujer.
De allí parte
esa gran preocupación del gobernador Víctor Castro Cosío de hacer todo lo
posible por erradicar la violencia contra la mujer.
Y es también
uno de los grandes retos y responsabilidad que tiene el Instituto
Sudcaliforniano de las Mujeres y que consiste en garantizar, prevenir y
erradicar la violencia de cualquier tipo contra las mujeres.
“Por ello
trabajamos día a día para que las mujeres de Baja California Sur tengan acceso
a una justicia efectiva”, afirma.
Fue a raíz de
eso, que el Gobierno de Baja California Sur puso en marcha la cruzada “Parale a
la Violencia contra las Mujeres”.
Aunque
lamentablemente, es el propio gobernador del estado, quien reconoce que esta
estrategia no ha dado los resultados esperados.
Esto, muy a
pesar de que la campaña consiste en una serie de acciones interinstitucionales
enfocadas en sensibilizar a la población sobre la violencia de género.
Y pese a la
colaboración de los distintos entes de gobierno en esta tarea, las cifras no
han disminuido.
Lo dijo el
propio gobernante: “desafortunadamente, tengo que decirle a la gente que
vivimos en una sociedad donde han crecido los actos de violencia
intrafamiliar”.
Y abundó:
“hemos iniciado los programas que ustedes conocen y no hemos tenido el
resultado y el impacto que yo hubiese querido tener en “Parale a la Violencia”.
Luego, en su
momento, sería la diputada María Luisa Ojeda González, presidenta de la
Comisión de Igualdad de Género en la XVI Legislatura del Congreso de Baja
California Sur, quien sentenciaría que sigue existiendo violencia y condiciones
discriminatorias hacia la mujer.
Y enseguida,
sentenciaría: “alzar la voz y defender sus derechos humanos, no es tarea fácil
en una sociedad machista que goza de cabal salud”.
Denunció
entonces que los feminicidios y la violencia familiar han incrementado en Baja
California Sur.
Fue muy clara
al decir que: “no son sinónimos de una vida libre de violencia para las
mujeres, niñas y adolescentes los índices de seguridad que en los últimos nueve
años no nos han sido favorables.
Y criticó que
el Estado Mexicano no ha sido capaz de registrar avances significativos en los
indicadores citados, afirmando que: “la resiliencia institucional nos ha
quedado a deber a las mujeres mexicanas y sudcalifornianas”.
Finalmente,
al recordar que el 8 de marzo se conmemora el Dia Internacional de la Mujer,
enfatizó que: “es una conmemoración y no un festejo”.
Por tanto,
convocó “a caminar en nombre de la justicia y de la paz, en busca de la verdad,
caminar en pos y búsqueda de un México habitable menos violentado y violento”.
No es para
menos, pues según la Encuesta Nacional sobre la Dinámica de las Relaciones en
los Hogares, es decir la ENDIREH 2021, estima que, en el estado de Baja
California Sur, más del 60 por ciento de las mujeres de 15 años o más,
experimentaron algún tipo de violencia ya sea Psicológica, Física, Sexual,
Económica o Patrimonial a lo largo de la vida.
Y es que la
violencia contra la mujer atropella su dignidad y lesiona su autoestima.
Ahí queda
pues, la insistente preocupación del gobernador de no normalizar la violencia,
que debiéramos asumirla todos, antes de que sea demasiado tarde.
Para ello,
habríamos de pensar que muchos otros estados del país optaron por asumir la
violencia como cosa normal, natural, cotidiana. Y ahí están las consecuencias.
Es por eso
que hoy, con un profundo arrepentimiento, sus habitantes ya no encuentran la
salida y ni las autoridades la solución.
Por eso es
primordial, hacer muy nuestra esa preocupación, simplemente porque a todos nos
concierne.
Aunque, como
lo reafirma el propio mandatario estatal: “ la mujer ha sido el sector más
agredido a través de la historia”.
Y aclara que
esta ha sido promovida por el machismo y la educación por generaciones.
En sínstesis,
concluyo mi entrega de hoy con una expresión de la diputada María Luisa Ojeda
González:
“Las mujeres
sudcalifornianas seguimos a la espera de un mejor mañana, con libertad,
dignidad y respeto”.
Cuestión de
tiempo.