Ciudad de México.- El presidente Donald Trump impulsa un plan para usar los ingresos procedentes del aumento de aranceles sobre bienes importados para ayudar a pagar la ampliación de billones de dólares en recortes de impuestos, un cambio sin precedentes que probablemente enfrente la oposición de muchos republicanos en el Congreso.

Estados Unidos recauda menos de 100,000 millones de dólares anuales en sanciones comerciales a bienes importados como herramienta para proteger y hacer crecer las industrias nacionales, un dinero que rara vez es tema en las batallas presupuestarias de Washington porque representa una proporción muy pequeña de los ingresos del gobierno federal.

Trump ha amenazado con imponer aranceles generalizados a las importaciones, pero aún no lo ha hecho.

El presidente y sus aliados dicen que quiere usarlos de forma similar a los impuestos personales y corporativos que representan la gran mayoría de los ingresos de Estados Unidos, subiendo aranceles para ayudar a pagar los programas gubernamentales y cubrir los recortes de impuestos prometidos.

“En lugar de gravar a nuestros ciudadanos para enriquecer a otros países, pondremos aranceles e impuestos a los países extranjeros para enriquecer a nuestros ciudadanos. Con este fin, vamos a crear el Servicio de Ingresos Exteriores para recaudar todos los aranceles, derechos e ingresos. Serán cantidades enormes de dinero que entrarán en nuestro Tesoro procedentes de fuentes extranjeras”, dijo Trump en su investidura el lunes.

Recaudar suficiente dinero en aranceles para hacer mella en el presupuesto de Estados Unidos sería una tarea enorme: en los últimos años, estos aranceles han representado solo alrededor del 2% de los ingresos anuales.

“Los aranceles van a ser una parte realmente importante del debate sobre la reducción de impuestos”. Un arancel del 10% supone “entre 350,000 millones y 400,000 millones de dólares de ingresos. Así que la belleza de eso se ve en las negociaciones”, dijo el asesor de Trump Peter Navarro a CNBC el martes.

Los republicanos de línea dura en materia presupuestaria preocupados por la fiabilidad y durabilidad de los ingresos arancelarios, junto con los peligros potenciales que las guerras comerciales plantean a los distritos y votantes individuales, probablemente presentarán resistencia, dicen legisladores estadounidenses y analistas comerciales.

El representante estadounidense Ralph Norman, republicano de Carolina del Sur, dijo a Reuters que cualquier impulso de Trump para aprobar aranceles a través del Congreso como legislación sería una cuesta arriba.

“Todo el mundo tiene su distrito y empresas que se ven afectadas por los aranceles, buenos y malos. Dudo que él piense que pueda conseguirlo”, dijo Norman.

“Es técnica y matemáticamente posible encontrar alguna política arancelaria que compense los recortes fiscales de Trump, pero no hay forma de que tengan los votos para hacerlo”, dijo Bobby Kogan, director senior de política presupuestaria federal en el Centro para el Progreso Americano, de tendencia izquierdista.

A la pregunta por la seriedad con la que los republicanos están considerando los ingresos arancelarios como compensación a la agenda de Trump, el líder de la mayoría en la Cámara de Representantes, Steve Scalise, dijo a Reuters: “Trump ha aludido a los aranceles, pero aún no conocemos los detalles. Ha dicho que esperemos algo. Pero hasta que no lo veamos, es realmente difícil especular”.

·        Preocupación por el déficit 

Las empresas importadoras pagan aranceles por los bienes que entran en Estados Unidos, y la mayoría de los economistas y ejecutivos de empresas dicen que es probable que los importadores trasladen los costos a los consumidores o se vean obligados a aceptar menores beneficios.

El Comité de Medios y Arbitrios de la Cámara de Representantes, el principal órgano de la Cámara Baja encargado de los impuestos, incluyó un arancel general del 10% en su menú de opciones para pagar la extensión de los recortes fiscales, según un reciente memorándum visto por Reuters.

Se estima que un régimen arancelario de ese tipo generaría 1.9 billones de dólares en 10 años, según el memorando. Extender los recortes impositivos que Trump aprobó durante su primer mandato y que expiran este año costaría 4 billones de dólares en 10 años, estiman analistas.

Trump también ha prometido dejar de recaudar impuestos sobre las propinas de los trabajadores y los pagos a los jubilados de la Seguridad Social, lo que añadiría cientos de miles de millones al déficit federal sin ingresos ni recortes equivalentes.

Los republicanos se preparan para promulgar estos planes a través de un proceso parlamentario llamado “reconciliación presupuestaria”, que no requiere el apoyo de los demócratas en las próximas semanas.

Con una escasa mayoría en la Cámara de Representantes y un margen de 53-47 escaños en el Senado, Trump necesita convencer a los miembros de línea dura presupuestaria dentro de su partido de que sus planes no aumentarán el déficit. Los demócratas se han opuesto a la gran mayoría de los recortes de impuestos de Trump.

Si técnicamente no están en la legislación, es probable que los aranceles no se incluyan en la puntuación oficial que la Oficina de Presupuesto del Congreso le da al proyecto de ley de reconciliación.

“Contabilizar los aranceles como ingresos requeriría que el Congreso los votara como legislación y tendría un impacto material en el presupuesto”, dijo a Reuters el presidente del Comité Presupuestario de la Cámara de Representantes, el republicano de Texas Jodey Arrington.

“Por tanto, es una partida legítima que podría considerarse. Pero no estoy diciendo que se esté considerando en este momento. De hecho, se ha discutido y debatido, pero no hay un plan definitivo”, agregó.

Incluso con los ingresos arancelarios incluidos, los republicanos probablemente tendrían que imponer recortes masivos a programas gubernamentales populares, como la Seguridad Social y el plan de seguro médico Medicare para personas mayores, para aprobar un proyecto de ley equilibrado.

La organización no partidista Tax Foundation calculó que las propuestas arancelarias más extremas de Trump -un arancel universal del 20% más un arancel del 60% sobre las exportaciones de China a Estados Unidos- recaudarían unos 3.8 mil millones de dólares en 10 años, menos que los 4.3 mil millones necesarios para compensar totalmente el costo de hacer permanentes los recortes de impuestos que expiran.