• Los gobiernos responden al republicano, quien propuso renombrar el Golfo de México, reto-mar el control del Canal de Panamá y comprar Groenlandia.
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Estado de
México. - Los mandatarios de México, Panamá y Canadá han salido al paso en las
últimas horas a las polémicas declaraciones expansionistas del presidente
electo de Estados Unidos, Donald Trump, quien este martes, durante una rueda de
prensa en Mar-a-Lago, Florida, no descartó el uso de la fuerza militar o
económica para recuperar el control del Canal de Panamá y la isla de
Groenlandia.
Además, Trump
-que tomará posesión del cargo el próximo día 20- propuso renombrar el Golfo de
México como “Golfo de América” y volvió a arremeter contra México, Canadá y
Dinamarca en una serie de comentarios que han sido interpretados como
injerencistas, toda vez que amenazan la soberanía territorial de estos países.
“¿Por qué no le llamamos América
mexicana?”
La presidenta
Claudia Sheinbaum respondió hoy con firmeza e ironía a la propuesta de Trump de
renombrar el Golfo de México como “Golfo de América”.
“Obviamente,
el Golfo de México es reconocido con el nombre por Naciones Unidas, pero ¿por
qué no le llamamos América mexicana? Se oye bonito, ¿verdad que sí?”, señaló
Sheinbaum mientras mostraba un mapa de 1607 que ya registraba el nombre
original del golfo.
También
calificó a Trump de “malinformado” al acusar a México de estar controlado por
los cárteles y desestimó las amenazas de imponer aranceles al comercio si no se
frenan la migración y el tráfico de drogas.
Panamá reafirma la soberanía del
Canal
Las
declaraciones de Trump han desatado un rechazo unánime en la región, reforzando
los lazos de solidaridad entre los países afectados y destacando la importancia
de la soberanía frente a cualquier presión externa.
El canciller
panameño, Javier Martínez-Acha, rechazó enérgicamente las declaraciones de
Trump, afirmando que la soberanía del Canal de Panamá es una “conquista
irreversible” y “no negociable”.
Martínez-Acha
insistió en que “las únicas manos que controlan el canal son panameñas y así
seguirá siendo”.
Las
declaraciones se producen tras acusaciones de Trump sobre supuestos peajes
excesivos y control chino del canal, argumentos que Panamá ha desmentido
repetidamente.
Además,
recordó que el canal es administrado exclusivamente por Panamá desde el
traspaso pactado en los Tratados Torrijos-Carter en 1999.
En
solidaridad con Panamá, la Asamblea Legislativa costarricense aprobó una moción
que condena las “amenazas intervencionistas” de Trump.
El diputado
Antonio Ortega describió las declaraciones del presidente electo como
“terriblemente injerencistas” y enfatizó que la soberanía de los países de la
región no está en juego.
“Jamás, pero jamás, Canadá será
parte de Estados Unidos”
El impacto de
las declaraciones de Trump también llegó a Canadá, donde líderes políticos y
funcionarios reaccionaron con indignación. El primer ministro Justin Trudeau
-quien acaba de renunciar al cargo que sigue ejerciendo en funciones- fue
tajante: “Jamás, pero jamás, Canadá será parte de Estados Unidos”.
En tanto, la
ministra de Asuntos Exteriores, Mélanie Joly, calificó los comentarios como una
“falta absoluta de entendimiento” de lo que define a Canadá como nación fuerte,
mientras que el ministro de Finanzas, Dominic LeBlanc, señaló que lo que
inicialmente pareció una “broma” en una cena en Mar-a-Lago ahora se ha
convertido en una amenaza seria.
“Canadá no será el estado 51”
El líder de
la oposición, Pierre Poilievre, rememoró los sacrificios de Canadá como aliado
de Estados Unidos y dejó claro que el país no se convertirá en “el estado
número 51”.
Aunque
Dinamarca no se ha pronunciado oficialmente, las declaraciones sobre la isla de
Groenlandia fueron percibidas como una reiteración de las intenciones de compra
que Trump manifestó durante su primer mandato.
En aquel
entonces, la propuesta fue rechazada con firmeza, calificándola como “absurda”
e “inaceptable”. Las nuevas amenazas de coerción reavivan tensiones pasadas y
fortalecen la percepción de Groenlandia como un territorio no negociable.
En tanto, la
Comisión Europea (CE) y potencias continentales como Alemania y Francia se
opusieron firmemente este miércoles a las pretensiones del presidente electo
estadounidense de anexionar a su país el territorio autónomo danés de
Groenlandia, sin descartar para ello la coerción económica, incluso militar.