Muy buenos días estimable Lector, gracias, muchas gracias por continuar prefiriendo este su Diario El Independiente.
Inicio esta
columna comentando a Usted; Este año 2025 todos los Estados de la República
Mexicana, tienen una tarea enorme en términos de justicia social con la mayoría
de la población mexicana más desfavorecida con mayor pobreza y desigualdad,
tienen que asumir como responsabilidad primordial, insoslayable e
insustituible, la de garantizar y procurar la equidad de oportunidades combatir
la marginación y la pobreza extrema. Para el gobierno Federal muchos son los
retos que tiene de frente para que los estados y municipios se mantengan en la
senda del desarrollo. Uno de ellos, que hoy nos ocupa es sin duda el que la
función pública sea cada vez más moderna, especializada y profesional.
Considero que enfrentar este reto implica para el aparato de gobierno la necesidad
de transformarse, de mejorar su desempeño y revitalizar su relación con la
sociedad, con el objetivo que se sientan obligados – en la innovación - a
buscar consensos, acuerdos y mecanismos, que le sean favorables a todos los
mexicanos y les permita mejorar sus condiciones de vida significativa y
permanente, generando bienestar en la población y sobre todo superar rezagos.
“porque el costo de la improvisación y de la ineficiencia en los cargos
públicos termina siendo pagado por la propia sociedad, la cual puede ver
frustradas sus legítimas expectativas de progreso y bienestar”.
Pasando a
otro tema: Siento que nuestro México requiere y demanda un liderazgo que tenga
la habilidad, la inteligencia y la competencia para llevar a la Nación por un
camino seguro en el presente año 2025. Que, desde una profunda equidad
regional, vigorice la competitividad y el desarrollo económico de los estados y
municipios, a través de un auténtico federalismo. Porque con ese liderazgo y la
energía de la sociedad, México debe iniciar el camino hacia las reformas de
fondo que aseguren una educción moderna, de calidad y competitiva. Que
garantice la construcción de un auténtico Estado de Derecho y hacia un
desarrollo social cuyo corazón sea equidad y el Ser humano. Hoy las prioridades
son las ideas y las propuestas, los objetivos y las acciones que respondan a
las grandes preocupaciones de las numerosas familias mexicanas, de cada uno de
los hombres y las mujeres que le dan sentido al trabajo de quienes gobiernan o
aspiran a gobernar. Por ello México necesita ahora, con claridad y serenidad,
diseñar el futuro que quiere, discutir y reflexionar sobre las cuestiones de
fondo, sobre los asuntos que verdaderamente les interesan a los mexicanos. Los
mexicanos de nuestros días quieren empleos prósperos y productivos, demandan
confianza y seguridad para sus familias. Exigen un gobierno transparente,
confiable y que funciones. Desean un liderazgo democrático pero efectivo y
fuerte.
Concluyo: En
la actualidad algunos líderes nacionales muestran incapacidad para ofrecer
respuestas a las principales preocupaciones de los mexicanos, y como resultado,
el pueblo ha perdido la fe en la capacidad del sistema político para cumplir
con sus expectativas.