• El gobernador Rubén Rocha Moya nunca salió a dar la cara a los manifestantes, por lo que es-tos rompieron paredes de tablaroca y mobiliario en la oficina de su ayudantía
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Estado de
México. - Centenas de personas irrumpieron en el Palacio de Gobierno de
Sinaloa en demanda de que renuncie el gobernador Rubén Rocha Moya y
de que se haga justicia para los niños Gael y Alexander, asesinados
el pasado 19 de enero junto a su papá Antonio, por un grupo de sicarios que
intentaron despojarlos de su vehículo.
La
manifestación convocada por el maestro Víctor Aispuro, director de la
escuela primaria en la que estudiaron Gael y Alexander, de 9 y 12 años,
respectivamente, rebasó cualquier expectativa y no solo llegaron familiares de
las víctimas y compañeros de escuela de los menores asesinados, sino centenas
de personas cansadas de la violencia que vive Sinaloa.
La marcha
partió temprano de la escuela en la que estudiaron los niños y arrancó soltando
globos blancos en memoria de ambos, pero ante la nutrida asistencia, centenas
de personas comenzaron a marchar hacia Palacio de Gobierno al grito
de “¡Fuera Rocha, fuera Rocha! ¡Narcogobierno!, ¡Asesino, asesino! y ¡Con
los Niños, no!.
En paredes y
pisos quedaron plasmadas las demandas de los sinaloenses que recurrieron
hasta su propia sangre para enmarcar la protesta.
Tras llegar a
Palacio de Gobierno, empleados y policías estatales les cerraron las puertas
y trataron de impedir que la protesta ingresara al patio de edificio
gubernamental y tampoco hubo un ofrecimiento de diálogo, por lo que los
manifestantes se encendieron y forzaron la entrada, rompiendo los vidrios de
las puertas de acceso.
Ya en el
patio de Palacio de Gobierno, exigieron que el gobernador Rocha “diera la cara”
y ante una nueva negativa comenzaron a subir hacia el tercer piso, donde se
localizada el despacho del mandatario estatal, pero una vez más
encontraron los accesos cerrados.
Indignados
por el trato y las declaraciones de Rubén Rocha que en todo momento ha
intentado minimizar la crisis de violencia que se vive en Sinaloa, con un
saldo de más de 700 personas asesinadas y un número similar de desaparecidos,
los manifestantes intentaron entrar al despacho del gobernador.
Ante la falta
de diálogo, los inconformes rompieron las paredes de plafón o tablaroca
con sillones, lámparas y sillas de las oficinas de la ayudantía, hasta que
finalmente personal del gobierno estatal aceptó reunirse con una comisión de
los inconformes encabezada por la madre de Alexander y Gael, quien fue recibida
con gritos de ¡No estás sola, no estás sola!
A pesar de la
creciente inconformidad, el gobernador de Sinaloa, Rubén Rocha Moya, nunca
atendió a los manifestantes y funcionarios estatales argumentaron que
había salido de la oficina. Antes de retirarse, los manifestantes montaron un
altar en el patio de Palacio de Gobierno en memoria de los niños asesinados.
La ola de
violencia que aqueja a Sinaloa estalló el 9 de septiembre de 2024 tras la
detención el 25 de julio del 2024 de Ismael ‘El Mayo’ Zambada y de Joaquín
Guzmán López, hijo del Chapo Guzmán, quienes fueron trasladados en un pequeño
avión hacia Estados Unidos.
De septiembre
a diciembre de 2024 escaló la pugna interna entre “Los Mayos” y “Los Chapitos”,
provocando un aumento en los asesinatos registrados en Sinaloa, por lo que el
año 2024 cerró con más de 994 homicidios dolosos y 29 feminicidios.