Ahora que el ex alcalde de Los Cabos, Oscar Leggs Castro, parece estar a punto de ser vinculado a proceso por la Fiscalía Estatal Anticorrupción, y aunque en el paquete está incluido el extesorero José Martín Talamantes, valdría la pena revisar también si otros exfuncionarios que integraron la pasada administración municipal cabeña, realmente están libres de irregularidades.

No solo las áreas como la Dirección de Obras Públicas o la Tesorería manejaron recursos públicos, también existen otras instancias, como la propia dirección de comunicación social que por lo menos tiene que dejar en claro públicamente si los recursos aplicados a través de esa oficina, se dispusieron de manera legal y transparente.

Por supuesto eso aún está por verse.

No se trata de castigar por castigar.

Sino simplemente aplicar la ley a fondo no solo para que sirva de escarmiento para futuras administraciones de todos los niveles, sino para que se demuestre que para quien viole la ley en la administración de los recursos públicos, responda ante la autoridad respectiva y quede claro que en efecto no habrá impunidad.

No es posible que una administración como la que encabezó Oscar Leggs, que presumió cobijarse en los principios que enarbola la llamada 4T de “no mentir, no robar y no traicionar”, ahora se encuentre ante la posibilidad de ser vinculado a proceso y aún tenga el descaro de asegurar que no se le hará nada.

El ex alcalde y su extesorero José Martín Talamantes, también citado para esta audiencia, coincidieron en mostrar ambos un justificante médico para no realizar el pasado jueves, la audiencia respectiva para establecer si existen o no elementos para ser vinculados a proceso.

Esa audiencia se reprogramó para este jueves 12 de diciembre y según trascendió, se espera que otra vez pueda ser diferida una vez que el ex alcalde cabeño solicite el cambio o sustitución de abogado,

Es decir, se tratará de postergar hasta donde se pueda ese momento en que la fiscalía anticorrupción le pueda fincar una responsabilidad penal.

¿Pero qué pasa con el resto de excolaboradores y desde luego excolaboradoras que suponen que pasarán una Navidad tranquila y sin sobresaltos?

¿Realmente quedarán sin mayores problemas?

No se trata de culpar por adelantado a nadie.

Lo que se busca es que quede completamente claro que no se violó la ley entre el resto de colaboradores cercanos al munícipe hoy bajo la lupa de las autoridades de anticorrupción.

Es mucho el dinero que no se sabe dónde quedó de acuerdo a las auditorías y son muchas las manos que presuntamente tuvieron injerencia en su manejo.

Obviamente no debe quedar ninguna duda que es precisamente lo que aún prevalece en lo que fue la administración de Oscar Leggs y sus compinches.

Ya veremos hasta dónde rebota este tema.