• La ONG cuestionó cómo un megaproyecto que dice “proteger el medio ambiente” puede justificarse "cuando ha deforestado más de 10 millones de árboles en cerca de 7,000 hectáreas.
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Estado de
México. - La organización Greenpeace lanzó este lunes una serie de
cuestionamientos al Gobierno de México sobre la presunta “protección ambiental”
y el “turismo sustentable” del Tren Maya, el megaproyecto insignia del
oficialismo en el sureste mexicano, que fue puesto en marcha en su totalidad
este fin de semana tras un año de operaciones.
Tras
la inauguración de los últimos tramos por la presidenta de
México, Claudia Sheinbaum, la ONG envió un comunicado con varias preguntas
relacionadas con el discurso de la mandataria, sin mencionarla directamente.
Primero,
cuestionó cómo un megaproyecto que dice “proteger el medio ambiente” puede
justificarse “cuando ha deforestado más de 10 millones de
árboles en cerca de 7,000 hectáreas“, extensión equivalente a 9.500
campos de fútbol juntos o a 10 veces el Bosque de Chapultepec, en la capital
mexicana.
“La creación
de áreas protegidas no compensa el daño irreversible a ecosistemas
únicos que han sido fragmentados. Personas expertas lo han sostenido en
repetidas ocasiones y están dispuestas a reiterarlo”, advirtió la ONG.
Sheinbaum, científica de
formación y especialista en temas ambientales, afirmó en la inauguración
que la obra fue construida “mitigando sus impactos” al medioambiente y aseguró
que fomenta el “turismo sustentable” a través de nueve áreas naturales
protegidas y siete áreas de protección con más de un millón 397.000 hectáreas.
“¿Qué hay de
‘sustentable‘ en el turismo masivo?”, añadió Greenpeace y apuntó que
“la sobreexplotación de la naturaleza y el desplazamiento de
comunidades locales está a la orden del día por la voracidad inmobiliaria y los
mega desarrollos turísticos”.
Advirtió que
la Selva Maya se está talando a una velocidad de 190 hectáreas diarias,
con aumentos en los cambios de uso de suelo y privatizaciones de la tierra.
La ONG
ambiental también cuestionó que el megaproyecto haya sido construido “con y
para las comunidades”, aludiendo el discurso de la presidenta, y llamó a
atender “las múltiples denuncias de pueblos indígenas sobre
consultas irregulares, falta de consentimiento informado y afectaciones a sus
territorios y formas de vida”.
Además, pidió
explicar por qué “más de la mitad de los recursos públicos etiquetados
para mitigar y adaptarnos al cambio climático” se
destinaron a la obra, proyecto emblema del expresidente Andrés Manuel López
Obrador (2018-2024).
Por último,
Greenpeace preguntó “hasta cuándo” el derecho al acceso a la información
pública “va a estar restringido por la militarización de la región y la
famosa etiqueta de “seguridad nacional“.
“La militarización de la
construcción y operación del Tren Maya plantea serios cuestionamientos sobre
la transparencia, rendición de cuentas y el creciente panorama de
violaciones a los derechos humanos”, alertó.
“Entonces,
¿cuándo nos sentaremos comunidades, ciudadanía, expertos y gobiernos a hablar y
trabajar para blindar la Selva Maya del peligro que la acecha?”,
concluyó el posicionamiento.
En su
discurso inaugural, Sheinbaum elogió la labor del Ejército, encargado de la
empresa constructora del proyecto, destacando que, “además de cuidar la
seguridad nacional” también “contribuyen a forjar proezas de paz y
prosperidad”.