• La rápida propagación del lirio acuático es atribuida por la comunidad científica a las descargas de la Planta de Tratamiento de Aguas Residuales construida por el FONATUR que, de acuerdo con la CONAGUA, equivalen a 10 mil 234 tinacos de mil 100 litros diarios en el suelo contiguo y directamente en el Estero de San José del Cabo.
Fotogalería
San José del
Cabo, Baja California Sur.- Las lluvias de septiembre hicieron rebosar de agua
al estero de San José del Cabo (SJC), al noroeste de México, y abrieron la
bocana, esa barra arenosa que separa la laguna de agua dulce del mar salado del
océano Pacífico, dejando salir todo el lirio acuático que rebosaba sobre la
superficie.
Quedó
descubierto un parche del espejo de agua somero y con olor fétido. Las aves se
amontonan en ese pedazo de hábitat que les queda. Se aprecia una capa
superficial de lama, islas de lodo, el lirio reproduciéndose en las orillas,
para en un mes o dos cubrirlo por completo de nuevo, y el carrizo rodeando el
espejo consumiendo su agua y dejándolo seco.
La rápida
propagación del lirio acuático es atribuida por la comunidad científica a las
descargas de la Planta de Tratamiento de Aguas Residuales (PTAR) construida por
el Fondo Nacional de Fomento al Turismo (Fonatur) que, de acuerdo con la
Comisión Nacional del Agua (Conagua), equivalen a 10 mil 234 tinacos de mil 100
litros diarios en el suelo contiguo y directamente en el Estero de San José del
Cabo.
En una evaluación
del desempeño de la PTAR hecha por el IMTA en 2013, Fonatur reportó que lograba
vender solo el 60% del volumen de agua tratada en verano y el 40% en invierno,
mientras que lo restante lo descargaba al estero.
Las aguas
residuales aportan nitratos y fosfatos que son nutrientes que hacen crecer el
lirio. Al morir esta especie, debido a que no hay flujo de agua, aporta
sedimento y sobre ese suelo se establecen otras especies nativas e invasoras
como el carrizo, los tulares y el pino salado que absorben grandes cantidades
de agua, secan el estero y compactan el suelo, explicó Maricela Martínez, jefa
de Departamento de Control Biológico de Plantas Invasivas del Instituto
Mexicano de Tecnología del Agua (IMTA).
“El problema
de quitar lirio acuático es fácil y rápido, pero cuando ya hay otra que se
estableció, que es muy agresiva como los carrizos y tulares, si no se actúa de
inmediato se va a perder, no se va a poder recuperar”, señaló Martínez.
·
Gestión del
agua urbana en perjuicio del estero
Con la
estrategia de regular el crecimiento desordenado de los destinos de playa, en
1980 Fonatur, una empresa pública responsable de la planeación y desarrollo de
proyectos turísticos en México, impulsó la creación de cinco Centros
Integralmente Planeados (CIP) que eran ciudades turísticas planificadas.
Uno de ellos
fue el CIP de Los Cabos, conformado por las ciudades de Cabo San Lucas, San
José del Cabo y un corredor turístico que las conecta.
El CIP de San
José del Cabo era un centro turístico de gran escala con catorce lotes
hoteleros frente a la playa, un campo de golf y tres super manzanas
residenciales que se consolidó como la zona hotelera de la ciudad.
También
construyó la PTAR para recibir las aguas residuales del CIP en la planta más
baja de la ciudad para evitar bombearla. Sin embargo, con el auge del turismo,
de 2000 a 2010, San José del Cabo presentó una tasa de crecimiento poblacional
del 8.2%, frente al 1.4% suscitado en el país. Esto hizo que la PTAR quedara
rodeada por crecimiento urbano y rebasada en su capacidad original y actual,
debido a que recibe aguas municipales también.
“La planta no
tenía ningún impacto negativo en el estero porque operaba con la capacidad suficiente
para poder tratar las aguas, pero empieza a
crecer la ciudad, se ve rebasada la planta, el municipio no le pudo hacer
frente a esa situación y quedó en manos de Fonatur por más de treinta años”,
señaló Blanca Pedrín, empresaria hotelera y presidenta del Patronato Estero Añuití.
La PTAR tiene
una capacidad de 250 litros por segundo, sin embargo, actualmente recibe hasta
540 litros por segundo en horas pico o de mayor demanda.
“Debido al
crecimiento urbano descontrolado, existen aguas residuales que son enviadas por
el municipio a la PTAR, sin que estén autorizadas ni sea responsabilidad de
Fonatur, lo que ocasiona que la instalación funcione de forma deficiente y
comprometiendo en todo momento, la calidad de las descargas, en perjuicio de la
inversión federal”, señaló Fonatur a través de un comunicado en 2019.
“Por el
crecimiento, a la PTAR le llega más cantidad de agua de la que puede darle un
tratamiento adecuado. Se le da tratamiento a todo lo que entra la planta, pero
hay que ver qué tan eficiente es ese tratamiento o a qué horas disminuye la
calidad. El problema es que hay aguas que ni siquiera entran a la planta de
tratamiento. Llegan picos altísimos en pocos minutos, no alcanzan ni siquiera a
entrar a la planta y se vierten al estero. No hay una capacidad de regulación
de esos volúmenes extraordinarios”, señaló Tatiana Davis, titular de la
Comisión Estatal del Agua (CEA).
En la
evaluación del desempeño de la PTAR hecha por el IMTA en 2013, encontró que el
equipo no contaba con la capacidad y esto comprometía la calidad del agua al
presentar concentraciones de sólidos suspendidos totales (SST) de 51 miligramos
por litro, cuando la NOM-003-SEMARNAT-1997 establece
que el límite es de 30.
“En términos
generales se tiene un agua que cumple con la NOM-003-SEMARNAT-1997, sin
embargo, no en SST. Por la gran acumulación de sólidos en el sistema el agua
residual tratada de la PTAR actualmente no cumple con la concentración de
sólidos suspendidos de 20 mg/L para riego de áreas verdes y de 40 mg/L para su
descarga al estero”, señala el documento del IMTA sin que haya un informe más
reciente al respecto.
De acuerdo
con el reporte físico-químico de Fonatur, el agua tratada no rebasa el límite
permitido por la NOM 001-SEMARNAT-1996 en cuanto a
DBO5 utilizado para medir la cantidad de contaminación orgánica en aguas
residuales desde 2016 hasta 2023.
Por su parte,
Ramón Rubio, director general del Organismo Operador Municipal del Sistema de
Agua Potable Alcantarillado y Saneamiento (Oomsapas) Los Cabos, señaló que
desconoce la calidad y volúmenes del agua tratada por la PTAR.
“Yo
desconozco la calidad de las aguas tratadas de esa planta porque como organismo
no nos llegan esos reportes. Tampoco conozco los volúmenes que están mandando
ellos. Hicimos una solicitud para que nos hicieran llegar a nosotros algunas
mediciones de parámetros sobre la concentración química de las aguas para saber
qué tan eficiente es el proceso de tratamiento”, señaló Rubio.
·
Plan de
acción para control de especies invasoras
El estero es un
oasis costero de agua dulce y, por su importancia, fue decretado como una
Reserva Ecológica Estatal en 1994 y se le reconoció como sitio RAMSAR en 2009.
Sin embargo, es considerado uno de los humedales más amenazados del noroeste de
México, debido al crecimiento de servicios turísticos y comerciales, señala Pronatura
Noroeste.
La presión
antropogénica terminó por desequilibrar el balance natural y creó un problema
ambiental, señaló Enrique Troyo, investigador del Centro de Investigaciones
Biológicas del Noroeste (Cibnor).
Personal del
IMTA visitó el estero en octubre de 2023 e informó que el 90%
de las 50 hectáreas de la ANP estaba infestada por especies acuáticas nativas y
exóticas con un alto nivel de invasividad como el lirio acuático.
“El lirio
acuático consume todo el oxígeno que hay y empieza a troficar (afectar las
cadenas alimentarias) el ecosistema acuático porque crea una mortandad de
peces, desplazamiento de otras especies vegetales y una alteración en la
comunidad microbiana”, señala Troyo.
La situación
actual del estero pone en riesgo la vida de las 217 especies de aves acuáticas
que utilizan este lugar como descanso, protección y alimentación, de las cuales
97 son migratorias y 19 están en riesgo como el gallito marino, explicó
Graciela Tiburcio, especialista en manejo y conservación de vida silvestre.
Por otra
parte, está la infestación de tulares y carrizos que forman parte de las mil especies más peligrosas del mundo y que aunque
son nativas se están convirtiendo en invasoras y están secando al estero. De
acuerdo con Martínez, esto pondría en riesgo el abastecimiento de las aguas
subterráneas, por lo que el tema de las plantas acuáticas invasivas debería ser
abordado como de seguridad nacional.
“Ya no hay agua en el país ni en el mundo, no nada más en México,
entonces el Estado no ha entendido que es algo a lo que hay que destinar
recursos y que hay que hacer acciones inmediatas para el control de estas
plantas y podamos asegurar el agua”, señaló Martínez.
Para atender esta problemática, Martínez propone
brindar asesoría para la implementación de un Programa Urgente de Manejo
Integrado de las especies y realizar una evaluación de las plantas de
tratamiento de aguas residuales.
“Se necesita establecer un programa de control
integral de plantas invasivas donde hay uso de agentes de control biológico y
control manual. El control biológico es clave porque los agentes que utilizamos
producen una reacción en la planta para que no produzca semillas y asegurar que
no va a haber una generación nueva de esas especies”, señaló Martínez.
Otro
documento que, de acuerdo con Colin y Troyo, debería actualizarse es el Plan de
Manejo de la Reserva, que fue expedido en 1998 y actualizado en 2004, a fin de
incorporar medidas acordes a la condición actual del ecosistema. Ha habido
propuestas para esta actualización de parte de la sociedad civil y del sector
académico, pero no han prosperado en el cabildo de Los Cabos.
A través de
un decreto en 2011, el gobierno de Baja California Sur traspasó al Ayuntamiento
de Los Cabos el estero bajo la categoría de Zona Sujeta a Conservación
Ecológica, por lo que este último tiene el compromiso de administrar la
reserva.
“A través de
una solicitud pedimos que se traspasara la custodia al municipio de Los Cabos
por ser uno de los más ricos del país, y pensando en que se etiquetaría
recursos para cuidarlo. Desgraciadamente son tantos los intereses tanto
políticos como económicos que hemos visto la decadencia del estero de San
José”, señaló Pedrín.
De 2011 a
2020 y en 2022, la reserva no recibió ningún ingreso para su manejo, mientras
que para 2024 le asignaron un presupuesto de un millón 200 mil pesos, 800 mil
pesos menos que en 2023.
“Los fondos
decrecientes destinados a la ANP y a las especies prioritarias a la
conservación, funcionarios a cargo sin el perfil adecuado, entre mil cosas,
permiten vislumbrar que no habrá cambios en el futuro de continuar igual. Esto
nos habla más de un deterioro creciente que de políticas exitosas de
conservación. Dejando claro que la parte ambiental no es un tema de importancia
para el gobierno. La incapacidad, la omisión, la ignorancia, la simulación y la
corrupción son lo que están consumiendo al Estero Josefino”, señaló Tiburcio.
·
Iniciativas
para recuperar el estero
En la memoria
de la sociedad josefina está un estero vigoroso que era el espacio público por
excelencia. Recuerdan cuando navegaban en canoas o se reunían con sus familias
para nadar y pescar.
“La gente da
por muerto al estero pero deberíamos preguntarnos, ¿qué clase de justicia es la
que permitió a mis abuelos vivir eso y a mí no?”, señaló Francisco Colín,
integrante de la iniciativa Contaminantes Anónimus que impulsa
diálogos ambientales en México.
En esas
reuniones el estero era una preocupación recurrente por lo que en agosto de
2023 surgió la iniciativa SOS Estero, dedicada a
hacer limpiezas manuales para remover el lirio acuático en la Reserva Estatal
Estero de San José del Cabo, en el noroeste de México.
Las limpiezas
se han mantenido mínimo una vez a la semana con la participación voluntaria de
la ciudadanía y hasta instituciones gubernamentales y empresarios, pero cesaron
en julio de 2024 cuando se dieron cuenta de que no había forma de ganarle a la
rápida propagación del lirio y por ocupaciones personales.
“Nos
desmotivó ver que en realidad los números no dan para decir que con una
limpieza manual puedes sobrellevar el problema. Otro factor es que también no
deja de ser riesgoso por el tema de que son aguas negras”, señaló Colin.
Una solución
que planteó el Ayuntamiento de Los Cabos fue el uso de una máquina conocida
como Wido para el retiro del lirio. Para obtener acceso al expediente de la
licitación se hizo una solicitud de información al Ayuntamiento de Los Cabos,
sin embargo éste se declaró incompetente, por lo que se interpuso una queja.
“En el 2023
se indicó que se adquiriría una máquina Wido con recursos aprobados por el
Comité Técnico del Derecho al Saneamiento Ambiental. A escasos días de terminar
la administración municipal (octubre de 2024), no llegó. Me pregunto si el
próximo alcalde asumirá el seguimiento y los costos de todo lo anterior. Si se
compró y no llegó, ¿quién dará seguimiento?, y si no se compró, ¿qué pasó con
el dinero?”, cuestionó Tiburcio.
Para este
reportaje se solicitó una entrevista con el presidente municipal de Los Cabos,
Christian Agúndez, pero hasta el momento de la edición no hubo respuesta.
·
Reubicación
de la PTAR
“En el
momento en el que se reubique la planta, se van a resolver los problemas del
estero”, señaló Pedrín. Sin embargo, esta solución se enfrenta a una
complicación mayor, debido a que con la disolución de Fonatur que inició en
2022, hay incertidumbre respecto a quien es propietario y quien debería operar
la PTAR.
En enero de
2024, Fonatur dejó de operar la planta de tratamiento y esta debía pasar a
manos del Gobierno de Baja California Sur y posteriormente al Oomsapas Los
Cabos, sin embargo, debido a que la CIP, incluida la PTAR, fue construida en un
terreno propiedad del Fideicomiso Fondo Nacional de Fomento Ejidal (Fifonafe),
este se ostenta como el propietario de la planta y concesionó su operación a la
empresa Opex Latina por un año.
Se solicitó
el contrato celebrado entre Fifonafe y la empresa privada a través de
transparencia, pero Fifonafe declaró la información como confidencial debido a
que “su operación no involucra dinero público por no estar subsidiada y su
operación actualmente se lleva a cabo con recursos provenientes de un
particular”. También se solicitó una entrevista pero al cierre de edición de
este reportaje no hubo respuesta.
“El terreno y
la infraestructura son de Fifonafe y se ha hecho difícil. Lo que ha buscado el
gobierno del estado es que Fifonafe ceda el terreno y la planta legalmente,
pero no a título gratuito, hay unos términos que implican pagar lo que le ha
costado operarlo durante este tiempo”, señaló Davis.
La
adquisición y operación de la planta de Fonatur por parte del gobierno estatal
y a su vez del Organismo, asegurará el tratamiento adecuado de las aguas
provenientes del servicio de agua potable, señaló Rubio de Oomsapas Los Cabos.
Él asegura
que una vez reciba la planta del gobierno estatal, se construirá un vaso que
permita amortiguar el ingreso de aguas residuales y posteriormente se
reubicará.
“Nosotros ya
tenemos un plan de acción para el momento en el que se nos entregue. El plan de
acción es generar un vaso o tanque regulador, que amortice el volumen de los
picos para en el transcurso del día ingresarlo al proceso y garantizar que no
haya derrames. Por otro lado, está construir una planta de 600 litros por
segundo lejos del estero que soporte el crecimiento de la cabecera municipal y
quitar la planta actual de Fonatur. El volumen de la nueva PTAR se sumaría a
los 150 litros por segundo de la PTAR La Sonoreña y tendríamos 750 litros por
segundo en total”, señaló Rubio.
De acuerdo
con el titular del Oomsapas Los Cabos, esto sería posible a través de una
inversión del Banco Mundial, que busca financiar proyectos de sustentabilidad
local, para no aumentar la deuda pública.
Por su parte,
Opex Latina, la empresa concesionaria con base en Los Mochis, Sinaloa, ha
manifestado públicamente su intención de comprar la planta de tratamiento.
Causa Natura Media solicitó una entrevista a Cesar Guevara, uno de los socios
de la empresa, pero hasta el momento de la publicación no se pudo concretar.
El Oomsapas
Los Cabos señala que de acuerdo con el artículo 115 de la Constitución
Mexicana, el servicio público de agua potable, drenaje, alcantarillado,
tratamiento y disposición de sus aguas residuales recae únicamente en los
municipios, y la participación de un privado debería ser a través de una
concesión celebrada con el organismo.
El estero
como parque ecológico y turístico digno
El estero era
conocido como añuiti, que significa
lugar de palmeras para los pericúes, indígenas nómadas que habitaban en la zona
de Los Cabos, por lo que el ecosistema también es parte crucial de la historia
y de la identidad cultural.
Con esto en
mente, en 2010 se creó el Patronato Estero Añuití integrado
por ciudadanía preocupada por el estado del estero de San José del Cabo e
interesado en que se reconozca su valor ecológico y cultural, y que actualmente
impulsa el proyecto para la creación de un parque en el estero.
“Hoy
decidimos que ya no se ocupan más paliativos ni promesas, sino de acciones
contundentes. Nos dimos a la tarea de proponer que en el estero se haga un
parque como el de La Mexicana, que está en Ciudad de México. Si logramos eso,
cumpliremos con el medio ambiente, la justicia social y el componente
económico”, señaló Pedrín.
Este proyecto
fue presentado a la comunidad el 18 de octubre en San José del Cabo y Pedrín
señala que se seguirá consensuando con la ciudadanía, así como se pretende
entregar al gobierno del estado para que sea presentado en la federación.
“Estamos
invitando a diputados, senadores, regidores, colegios, instituciones a que
conozcan el proyecto para que lo impulsemos, y que haya un compromiso por parte
del estado de darle una solución definitiva”, señaló Pedrín.