• Aunque México es un país rico en producción pesquera y acuícola y cuenta con 59 especies sostenibles o en proceso de sostenibilidad, gran parte del producto pesquero que se consume, inclusive el producto certificado, proviene de importación.
La Paz, Baja
California Sur.- En México se consumen entre 12 y 13 kilogramos de pescados y
mariscos per cápita al año y es uno de los 20 productores más grandes en el
mundo, de acuerdo con el estudio Percepciones del consumidor mexicano,
realizado por la organización civil Consejo Mexicano de Promoción de los
Productos Pesqueros y Acuícolas (Comepesca) en alianza con Impacto Colectivo
por la Pesca y la Acuacultura Mexicana, un espacio de diálogo de actores
pesqueros.
Aunque México
es un país rico en producción pesquera y acuícola y cuenta con 59 especies
sostenibles o en proceso de sostenibilidad, gran parte del producto pesquero
que se consume, inclusive el producto certificado, proviene de importación.
Para explicar
los retos de abastecimiento de los supermercados de productos pesqueros
sustentables y de los pescadores mexicanos para ser proveedores de
supermercados, Causa Natura Media entrevistó a Iván Gómez, coordinador de
vinculación comercial en Comepesca, dedicada a la promoción del consumo de
productos pesqueros mexicanos.
La entrevista
con Gómez ha sido editada para su claridad.
— ¿Cómo se
define actualmente qué es y qué no pesca y acuicultura sostenible?
— Hablar de
sostenibilidad en la pesca y en la acuicultura es complicado porque hay muchos
criterios a tomar en cuenta como respetar las vedas, las artes de pesca, las
temporalidades, las tallas mínimas y también zonas geográficas muy limitadas.
Así como la huella hídrica, huella de carbón, impacto en la biodiversidad,
impacto en los ecosistemas marinos, y a veces medir todas esas cuestiones en la
misma pesquería o en un proyecto de acuacultura es complicado.
En Impacto
Colectivo, una red de organizaciones de la que forma parte Comepesca, definimos
la pesca sostenible como aquella que tiene algún tipo de certificación como
Best Aquaculture Practices (BAP), la Aquaculture Stewardship Council (ASC) y
Marine Stewardship Council (MSC). También a la pesca y acuacultura que está en
vías de alcanzar la sostenibilidad con la Certificación Fair Trade (Comercio
justo), los proyectos de mejora pesquera y los que cuentan con una guía de
compra de Seafood Watch.
— ¿Es común
que los supermercados tengan una definición de sustentabilidad, unas políticas
y busquen productos pesqueros sostenibles?
—Es muy
variable, realmente, cada autoservicio es una empresa diferente, entonces cada
uno tiene sus propias políticas. En Comepesca y Pesca con Futuro hemos
encontrado que lamentablemente hay autoservicios que todavía no tienen
políticas de sostenibilidad y justamente estamos trabajando con ellos para que
las empiecen a desarrollar.
De los que ya
las están implementando, se rigen, en el mejor de los casos, por las
certificaciones porque tienen un reconocimiento a nivel mundial, que no importa
si es una Tilapia que viene de Chiapas, o si viene de Asia, al final los
estándares son los mismos, los indicadores que se miden son los mismos y eso
homóloga lo que se llama sostenible.
—¿Por qué
crees que existe resistencia de los supermercados a incorporar productos
nacionales, estén certificados como sostenibles o no?
Hablar de
sostenibilidad no implica nada más trabajar en la parte medioambiental, implica
trabajar también en la parte social y la parte económica, y representa respetar
un precio justo desde la captura y de toda la cadena de suministro.
Para las
empresas y los particulares que se encargan de una producción, el implementar
los esquemas de sostenibilidad y certificaciones también conllevan un costo por
la planificación anual, sueldos de los empleados y también de los auditores, y
una cadena de frío para llevarlo bien conservado desde la costa hasta el plato
del consumidor. E incluso a veces las certificaciones tienen un costo por el
uso del sello, de las bolsas, etc.
Todo eso
implica mayores gastos que se ven reflejados en el precio del producto. Por eso
muchos autoservicios a veces no quieren meter estos productos porque no son
redituables ya que en México partimos de un contexto en el que los mexicanos
casi no consumen pescados y mariscos y una de las limitantes principales para
el consumo es el precio.
Hay algunos
autoservicios interesados en promover la economía local y la sostenibilidad,
por eso compran producto mexicano y productos certificados. Pero lo que han
hecho muchos autoservicios es recurrir a productos importados que provienen de
países que son grandes productores a nivel mundial porque hacen uso de estas
economías de escala y pueden abaratar costos en productos de buena calidad.
— ¿Cuál es la
principal limitante de parte de los productores locales para poder
comercializar sus productos en los supermercados?
Los
supermercados entran en una categoría de compradores especiales porque son
compradores de grandes volúmenes. Entonces un supermercado no puede comprar a
veces local porque su compra mínima es de una tonelada a la semana y los
productores locales son muy chiquitos aunque se agrupen y junten su producción,
a diferencia de China que es un monstruo de la producción.
O no logran
cumplir con los filtros de sanidad que piden los supermercados. La verdad es
que los filtros de los pequeños productores en México no son suficientes por
eso muchos autoservicios no compran directamente a los productores locales.
En México,
tenemos sólo dos empresas con la certificación BAP para tilapia y una de ellas
es lo suficientemente grande para cumplir con los volúmenes que se requieren
para abastecer a los supermercados. Aún así, la tilapia mexicana certificada no
puede competir en precio con la tilapia importada sin certificar con una
diferencia de hasta casi el 100% del valor entre cada una, esto a pesar de que
esta última contempla sus costos asociados de producción, de operación y los
aranceles.
— ¿Cuáles son
los retos de los productores mexicanos para que sus productos sean consumidos
localmente?
— México es
un gran productor en cuestión de pesca y de acuacultura en términos de volumen
y de calidad. Lo curioso es que México importa gran cantidad de productos de no
tan buena calidad, y lo que se produce en México de muy buena calidad se
exporta a los mejores mercados internacionales europeos, estadounidense y
asiático.
Consumir
local siempre es una mejor opción, pero también no podemos decir que es la
única manera de alcanzar la sostenibilidad cuando ese producto en el mercado
nacional no puede alcanzar los valores que alcanzan en el mercado
internacional.
No somos un
país desarrollado con estos salarios que alcanzan para ese consumo o ese nivel
adquisitivo. Por ejemplo, la langosta es un producto de alto valor que
lamentablemente no está disponible para muchos mexicanos y más de 90% se
exporta. Por eso es un poco difícil de alcanzar que los productos se consuman
local.
— ¿Qué otros
criterios deberían de tomarse en cuenta para evaluar si un producto es
sostenible?
— Cuando
hablamos de pesca, el principal criterio debe ser que sea producto legal porque
en México gran parte del producto que se captura viene de pesca ilegal y no
podemos hablar de sostenibilidad si no cumple con los requisitos básicos de la
legislación. Después, el impacto que tuvo su captura en el medio marino, hablo
de impacto en el ecosistema y en la biodiversidad. Y por último, la huella
hídrica y la huella de carbono.
— ¿Cómo
pueden los potenciales compradores conocer qué productos pesqueros nacionales
están certificados o están en vías de hacerlo?
— Pesca con
Futuro fue creado en 2017 por ComePesca como una campaña de comunicación para
promover el consumo de pescados y mariscos sostenibles mexicanos y ahora es un
movimiento reconocido a nivel internacional.
Tenemos un
mapa para dar a conocer los productos que provienen de la pesca y acuicultura
sustentable o en vías de serlo. Si algún comprador potencial desea adquirir
productos sostenibles, nos pueden contactar para pasarles el contacto de los
productores.
— ¿Por qué es
importante el compromiso de las empresas de consumir productos sostenibles o
cuando menos responsables?
— La decisión
de consumir tiene un impacto en el medio ambiente y ahí los autoservicios
tienen una gran responsabilidad por los volúmenes que manejan. Entonces, en la
medida que ellos también aumentan esa oferta con productos sostenibles hacia
sus consumidores, quizás ellos también pueden incidir de cierta manera y
cambiarles el chip.
*Este
artículo se publicó originalmente en Causa Natura Media.