• Es la primera recuperación de este tipo en el Gobierno de Sheinbaum; el canciller De la Fuente asegura que el contrabando de este tipo de objetos se ubica como el tercer mercado ilícito más lucrativo a nivel global.
Fotogalería
Estado de
México. - El Gobierno recobró este jueves 220 piezas arqueológicas que estaban
en Argentina, Canadá, Estados Unidos y Suiza, lo que representa la primera
recuperación de este tipo en el Gobierno de la presidenta Claudia Sheinbaum,
quien asumió el 1 de octubre.
El canciller
Juan Ramón de la Fuente encabezó la recepción de las piezas del patrimonio
cultural mexicano en una ceremonia en el marco del Día Internacional contra el
Tráfico Ilícito de Bienes Culturales, establecido por la UNESCO.
El secretario
de Relaciones Exteriores aseguró que el contrabando de este tipo de objetos se
posiciona como el tercer mercado ilícito más lucrativo a nivel global, superado
solo por el tráfico de drogas y de armas.
“Por eso es
importante no bajar la guardia, no aflojar el paso porque, quienes están
actuando en sentido opuesto al nuestro, están reforzando cada vez más sus
actividades, es decir, tenemos que tener presente lo que eso representa”,
declaró el jefe de la diplomacia mexicana en el evento.
El hecho
refleja que Sheinbaum continuará con la política de recuperación patrimonial
del expresidente Andrés Manuel López Obrador, cuya administración recobró más
de 14,000 piezas arqueológicas del extranjero con negociaciones, operativos y
combate de subastas.
“Formalizaron
un modelo de trabajo importante para lo que vamos a poder continuar en este
segundo piso, con la voluntad política de la presidenta Sheinbaum Pardo, para
seguir consolidando, protegiendo, preservando y difundiendo nuestro patrimonio
cultural en todas sus facetas”, expresó la secretaria de Cultura, Claudia
Curiel de Icaza.
Las piezas
recuperadas ahora corresponden a “diversas culturas y periodos de la época
prehispánica”, detalló Diego Prieto, director del Instituto Nacional de
Antropología e Historia (INAH), que resguardará las piezas para su “debido
análisis, cuidado, conservación y difusión”.
Privados
entregaron los objetos de manera voluntaria a las embajadas de México en
Argentina, Estados Unidos y Suiza, así como a los consulados de México en las
ciudades estadounidenses de Albuquerque, Filadelfia, Kansas, Oxnard, Portland y
Seattle, y la canadiense Vancouver.