• Ni prepotencia...
Pudiera ser
que ciertas sillas ocupadas por algunos funcionarios trepidaron cuando, durante
el Tercer Informe, el gobernador hizo alusión a “desterrar la arrogancia, la
prepotencia, el autoritarismo y la corrupción”.
Digo yo.
Primero, por
el profundo y extraño silencio que se dejó sentir cuando, sin tapujos y sin que
nadie lo esperara dijo esas palabras.
Segundo
cuando sin rodeos, quiso dejar claramente establecido que en su gobierno se han
abocado a administrar “sin privilegios, sin corrupción y sin simulaciones”.
Y yo
malpensado, no dejo de pensar también en esta expresión dicha por Castro Cosío:
“el poder sólo se convierte en virtud cuando se pone al servicio de los demás,
entendiendo que gobernamos para todas y para todos con énfasis en los que menos
tienen, porque por el bien de todos primero los pobres”.
Más aún
cuando en un momento dado recalcó que: “servir desde el Gobierno ya es un
privilegio, los cargos son para honrarlos con trabajo, con decencia y entrega
incondicional”.
Claro está
que, como parte de esta suspicacia, me llamó poderosamente la atención que a
diferencia de los anteriores informes, fue el propio jefe del ejecutivo, es
decir Víctor Castro Cosío, quien presentó el informe.
Así es.
Porque habría
que recordar que en los dos primeros informes fueron las y los secretarios de
su gabinete quienes pasaron a exponer lo realizado durante un año.
Sin embargo,
repito, esta vez fue el gobernante quien personalmente presentó los resultados
de todos las áreas.
Pero bueno,
tomando en cuenta que para el norte se sienten más los sismos, y yo que soy
receloso y malicioso me atrevo a decir que seguramente algunos funcionarios
sintieron que donde estaban sentados el piso temblaba.
El caso es
que Víctor Castro Cosío, cumplió una vez más al dar a conocer su tercer informe
de gobierno.
Y lo
importante es que durante el mismo, destacó avances sustanciales tanto en
educación, salud, vivienda, economía, turismo, e infraestructura.
Y muy
especialmente en seguridad y procuración de justicia, haciendo énfasis en la
percepción de seguridad que posiciona a Baja California Sur como el estado con
mejores resultados en este rubro en todo el país.
Pero aquí con
extrema preocupación recalcó: “no podemos estar satisfechos al hablar de
Seguridad cuando en cada hogar de Baja California Sur continuamente se agrede a
las mujeres que integran la familia”.
A ello agregó
que “principalmente por eso las relaciones democráticas cobran principal
relevancia para que haya entre nosotras y nosotros cabal conocimiento de que
sólo el respeto puede construir familias en armonía”.
Justamente
sobre este particular, el gobernador dedicó un mayo tiempo para hacer alusión
al programa “Párale a la Violencia”, dejando en claro que no hay transformación
si se siguen violentando a las niñas, mujeres y adolescentes.
Incluso
precisó que “si no avanzamos en cada familia, en cada hogar de nuestra tierra
para entender el respeto en la familia, y entre los miembros de la familia, se
nos va a dificultar mucho la tarea de que no haya tanta violencia en los
hogares sudcalifornianos”.
Y aquí fue
muy claro al decir: “no podemos seguir permitiendo que haya más violaciones en
los hogares de Baja California Sur, por eso no podemos estar contentos”.
En síntesis,
Castro Cosío dijo que asumió la responsabilidad de gobernar Baja California Sur
con decencia, con honestidad y con respeto al pueblo.
Y puntualizó
que por ello “desde aquí, desde Ciudad Constitución, desde esta tierra que ha
sido orgullo y crisol donde el desierto unió y forjó generaciones que son y
siguen siendo ejemplo de trabajo y buena voluntad, les volvemos a decir: con el
pueblo todo, sin el pueblo nada”.
Ya por
último, quiso dejar claramente establecido su compromiso que lo que resto de su
administración seguirá ejerciendo un gobierno regido por la premisa de la
Cuarta Transformación de ¡no mentir, no robar y no traicionar!
Cuestión de
tiempo.