• Ya hace un año.
Justamente se
cumple un año de que la Fiscalía Anticorrupción de Baja California Sur,
solicitó el desafuero del entonces diputado federal Rubén Muñoz Álvarez.
Un año que
Rubén Muñoz no solo se mofa de los integrantes de la actual administración
municipal de La Paz, sino que se burla de la justicia.
Y se burla
porque aun cuando ya no tiene fuero, se contonea por todas partes sin que nadie
lo moleste, lo que por consiguiente obliga a preguntar: ¿Qué pasa con aquello
que tanto se pregona respecto a que no hay impunidad...?
Lo cierto de
todo es que desde que se envió la solicitud de desafuero, Rubén Muñoz
astutamente y con sus actitudes miómanas, se ha defendido como gato boca
arriba.
Así es. Unas
veces diciendo que quienes quieren ver rodar su cabeza, son precisamente los
grupos politicos locales, o bien que ese caso en el que lo traen envuelto,
legalmente es improcedente, cuando la realidad es que el sólo se metió en esa
trampa.
Pero entonces
aquí salta la pregunta obligada:
¿Por qué si
se dice inocente, no se presenta ante la justicia para que explique y diga todo
lo que tiene que decir en su defensa...?
Porque
mientras no lo haga, el beneficio de la duda siempre estará respirándose en se
enrarecido ambiente, y por supuesto que tendrá que haber especulaciones de todo
tipo en torno a él, y en torno al caso que tratamos.
Lo otro, y
quizás la más importante para él, es que se ha escudado en la figura política
de la ahora presidenta Claudi Sheinmbaum, que por ende ha sido su mejor escudo.
Sin embargo,
nadie cree que una dama como ella esté dispuesta a brindarle impunidad y menos
cuando se trata de un partido político,como es el caso de Morena, que no
permite estas cosas y que por el contrario tiena como principios el no mentir,
no robar y no traicionar al pueblo.
Y en el caso
personal de Rubén Muñoz, con estas acciones, está cometiendo todas esas faltas.
Pero el caso
es que Rubén Muñoz allí sigue dando tumbos y traspiés enredándose cada vez más
en esa telaraña que él mismo ha construído.
Y es que,
como bien lo escribe el colega Eliseo Zuloaga, este tipo es un gran experto en
dominar a la perfección el arte del engaño y la mentira.
Además es muy
cierto también aquello de que se dice víctima de una cacería política cuando en
realidad ha sido víctima de los propios errores que cometió a su paso por la
presidencia municipal de La Paz.
Por otro lado
tiene la osadía de afirmar que tal situación en la que se ha metido no
corresponde a un orden legal.
Entonces,
repito: ¿por qué no se presenta a solucionar este conflicto, ya sea legal o
no...?
Y es que,
derivado de tantos despilfarros que hicieron los anteriores gobernantes, y de
tantos abusos que le han cometido, el pueblo ya quiere depositar su confianza
en las autoridades en general y más aún en los responsables de administrar e
impartir justicia.
En síntesis,
en lo que corresponde al gobernador Víctor Manuel Castro Cosío, hace bien en
mantenerse ajeno diciendo que no intervendrá ni a favor ni en contra.
Pero, como ya
lo escribí anteriormente el pueblo quiere respuestas concretas, y con un dejo
de duda y coraje se pregunta:
¿Qué diablos
pasa con la justicia de Baja California Sur...?
Cuestión de
tiempo.