La Paz, Baja California Sur.- Desde la tribuna del Senado de la República, la senadora Jesús Lucía Trasviña Waldenrath, de MORENA, aseguró que Baja California Sur (BCS) “vive en un ambiente de tranquilidad y armonía”, y negó que exista un problema de inseguridad en la entidad, como lo denunció la senadora del Partido Acción Nacional (PAN) Susana Zataraín García al pedir a la presidenta Sheinbaum Pardo que incluyera a la entidad en el plan de seguridad.

"No hay inseguridad en Baja California Sur, vivimos tranquilos", declaró al tomar la tribuna y defender la gestión estatal de Víctor Manuel Castro Cosío y compararla con las administraciones panistas, a las que responsabiliza de un aumento en la violencia anualmente.

La legisladora afirmó que durante los gobiernos del PAN, particularmente entre 2014 y 2015, la entidad experimentó un incremento en los homicidios, y recordó que "en octubre de 2017 hubo 91 asesinatos, lo que se conoció como 'la semana negra', bajo el mandato del gobernador panista Carlos Mendoza Davis".

Además, mencionó que, en 2015, La Paz llegó a ocupar el lugar 15 entre los municipios más violentos del país.

·        Contraste con la realidad que denuncian colectivos

Pese a las declaraciones de la senadora, colectivos de búsqueda de personas desaparecidas señalan una realidad muy distinta. Organizaciones como Búsqueda x La Paz sostienen que la violencia en Baja California Sur no ha cesado, sino que se presenta de manera "más silenciosa", a través de desapariciones y el hallazgo de fosas clandestinas.

De acuerdo con datos de este colectivo, sólo en 2024 se localizaron más de 35 fosas clandestinas en los municipios de La Paz y Los Cabos, con alrededor de 40 cuerpos sin vida o restos óseos. Uno de los hallazgos más recientes se produjo en el arroyo El Cajoncito, donde se identificaron los restos de 18 personas desaparecidas en 2023.

Durante el gobierno de Víctor Castro Cosío, que comenzó en 2021, el colectivo señaló haber localizado aproximadamente 60 fosas clandestinas, poniendo en evidencia la persistencia de este problema. Aunque el gobernador ha señalado que la violencia es "una herencia maldita" de los gobiernos panistas, los familiares de personas desaparecidas continúan exigiendo respuestas y avances en las investigaciones.