La intensa labor realizada hasta ahora por los diputados como resultado del trabajo de la Auditoría Superior del Estado y la comisión respectiva del Congreso estatal que está al pendiente de esta actividad, obligarán a los entes auditables a mejorar sus procesos para el manejo de los recursos públicos.

Son prácticamente todos los ayuntamientos de la entidad que no hicieron bien su tarea y por ello sus cuentas públicas del año 2022, no fueron aprobadas.

y aún falta revisar los años 2023 y por supuesto lo que va de este 2024.

Por ello llama la atención esta situación porque precisamente la población ha confiado en que las administraciones respectivas en teoría estaban realizando su labor mejor que anteriores alcaldías.

Pero todo indica que no fue así.

Por ello las nuevas autoridades que apenas hace un mes iniciaron sus actividades tendrán que ponerse muy atentos a que sus colaboradores hagan su labor de la mejor manera posible.

Esto avanza en proporciones altamente demandantes justamente porque al concluir las actuales administraciones estaremos entrando a un proceso sucesorio en donde será fundamental entregar buenas y muy transparentes cuentas.

Casos patéticos como los registrados en Los Cabos con un ex alcalde como fue Oscar Leggs que al igual que sus mediocres ex colaboradores y ex colaboradoras, sin vergüenza alguna intenta mantenerse en contacto con la población vía redes sociales, es una muestra del cinismo que estos actores políticos son capaces de expresar.

En Loreto también la ex alcaldesa, Paola Cota, hizo de las suyas y ahora los problemas económicos heredados a esa alcaldía, seguramente van a impactar en el cierre de este año donde se tendrán que aplicar los pocos dineros que quedaron de un presupuesto ya aprobado para este 2024 desde la administración que ya concluyó.

por supuesto el Congreso del Estado hace su función, revisar y emitir dictámenes acordes a una realidad que se ha vislumbrado a través del trabajo de la Auditoría Superior del poder legislativo.

Lógicamente el llamado de atención no solo a las alcaldías que ya concluyeron su labor y a diversas instancias que también tienen un dudoso manejo de los recursos púbicos, es que quede claro que la posibilidad de que se aplique la ley es por supuesto evidente.

Desde luego que aún se pueden ajustar los procesos administrativos y aprovechar el inicio de las nuevas autoridades justamente para demostrarle a la población que los recursos públicos se manejarán de ahora en adelante no solo de manera transparente, sino de forma honesta y por supuesto con mucha responsabilidad social.

Ya veremos hasta dónde llega el Congreso que dicho sea de paso, sus integrantes también tendrán seguramente aspiraciones para el 2027, lo que también puede determinar la manera de realizar su respectivo trabajo legislativo.

Ya veremos