Los posibles efectos que genere la no aprobación de la cuenta pública del 2022 del ayuntamiento de Los Cabos que encabezó el entonces alcalde Oscar Leggs Castro cuyo dictamen se conoció durante la sesión de este jueves en el Congreso del Estado, seguramente serán tomados en cuenta por quienes tomarán decisiones políticas con miras al proceso de sucesión el 2027.

Obviamente se tendrá que determinar si la no aprobación de la cuenta pública del 2022 del ayuntamiento cabeño obedece a irregularidades insalvables que ameriten no solo sanciones administrativas, sino incluso penales.

El exalcalde Oscar Leggs en diversos espacios presume que tiene asegurada una posición de índole federal aquí en la entidad, lo que de ser cierto habrá que ver que grupo político va a cargar con un enorme costal de negativos que lleva a cuestas el oriundo de Migriño.

Evidenciado cada día más justamente porque entregó al nuevo presidente municipal de Los Cabos, Christian Agúndez, una alcaldía pésimamente administrada, literalmente con miles de pesos que no se sabe dónde quedaron.

¿Quién se atreverá a correr el riesgo de pagar políticamente en los próximos meses, los platos rotos del ahora muy desacreditado exalcalde? El más negligente en la historia de Los Cabos.

Sobre todo cuando este pésimo ex funcionario municipal se contradice y se muerde la lengua cada vez que dice pertenecer y defender los preceptos de no mentir, no robar y no traicionar.

¡Vaya cinismo!

Entonces con estas pésimas características, ¿le otorgará el gbierno de Claudia Sheinbaum una representación de su gobierno en la entidad?

Por supuesto, no hablará nada bien de quien en un momento dado lo invite a participar en el proceso que culminará con la sucesión del 2027.

Tampoco se descarta que sea una mera fantasía la presunción de Leggs Castro de que ahora formará parte integral del llamado segundo piso de la cuarta transformación.

Por lo pronto ayer la recientemente concluida administración municipal de Los Cabos recibió la no aprobación de la cuenta pública del 202 por parte de las instancias del Congreso del Estado.

Obviamente se espera que en la cuenta pública del 2023 las cosas estén por el estilo… o peor.

Estamos ya iniciando la segunda mitad de la administración estatal y en el arranque de un nuevo gobierno federal por lo que aún faltan muchas cosas por registrarse.

Mientras tanto, el ahora alcalde Christian Agúndez se observa empeñado en sacar del fondo de la profunda barranca a un ayuntamiento que durante los últimos tres años recibió ingresos como municipio rico y le regresó a los ciudadanos una atención de alcaldía pobre que llevó a este ayuntamiento al borde del colapso.

Así que en este último trimestre del año todos los actores políticos tendrán que moverse con mucha cautela y evitar hasta donde se pueda cargar con negativos tan evidentes como los de Leggs Castro y sus principales ex colaboradores y ex colaboradoras algunas de las cuales absurdamente se han aferrado a no dejar sus posiciones.

EL osado que sume a sus filas a este cartucho quemado de Leggs Castro, seguramente pagará una cara penitencia.

Basta con ver las irregularidades que llevaron a la no aprobación de la referida cuenta pública del 2022 de Los Cabos.

¿No le parece así amable lector?

Ya veremos