• Los desastres en Acapulco evidencian la necesidad de un presupuesto para daños por fenómenos naturales, afirma la Alianza Nacional de Pequeños Comerciantes.
Ciudad de
México.- México debe contar con un presupuesto que se acumule y esté reservado
para costear las reparaciones necesarias ante tragedias causadas por fenómenos
naturales, dijo este lunes Cuauhtémoc Rivera, presidente de la Alianza Nacional
de Pequeños Comerciantes (ANPEC).
Ello, con
motivo de los destrozos que actualmente padece Guerrero, y sobre todo el puerto
de Acapulco, tras el paso del fenómeno John.
“Acapulco ha
sido duramente azotado en el último año por huracanes y lluvias, y no ha
logrado reestablecerse”, comentó Rivera.
Luego del
fenómeno Otis, que hace un año destrozó el puerto, buena parte de los hoteles
en Acapulco sigue sin funcionar, y puesto que ahí se vive del turismo, la
situación se convierte en un indicador claro sobre el nivel de afectación que
aún se vive, expuso.
Ahora con
John, hay damnificados y personas que han perdido sus negocios, añadió.
Por ello, la
visita que Claudia Sheinbaum hará al puerto de Acapulco, planeada para el
miércoles será una oportunidad para que la nueva presidenta vea la necesidad de
recuperar una política de Estado de prevención ante los desastres naturales,
expuso Rivera.
“El Fondo de
Desastres Naturales (Fonden) que fue cancelado en el 2020 y sustituido por un
enfoque basado en atender las emergencias haciendo uso sólo de recursos del
presupuesto del gasto corriente, es una manera de atender las desgracias que
fomenta que la ayuda del gobierno sea insuficiente y no expedita”, agregó el
líder de los pequeños comerciantes del país.
Los desastres
naturales seguirán vulnerándonos, y por ello estamos emplazados a estar
debidamente preparados con recursos financieros, reiteró.
Este martes
Sheinbaum tomará posesión como la primera presidenta de México y el miércoles
se trasladará a Acapulco en su primer acto al frente del gobierno.
La semana
pasada John tocó tierra en Guerrero como huracán categoría 3 dejando en
Acapulco al menos 15 mil viviendas destrozadas.