• Este 2024 se cumplen 56 años de la matanza de Tlatelolco, un hecho que marca la historia mexicana.
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Ciudad de
México.- “El 2 de octubre de 1968 no se olvida”. Esta fecha marcó un hecho
de represión estudiantil por parte del gobierno federal de México que enlutó a
familias y activistas quienes año con año exigen justicia a 56 años de una de
las violaciones contra derechos humanos más visibles en la historia reciente
del país.
Los jóvenes
de la década de los 60 se vieron influenciados por las protestas estudiantiles
que se realizaban en países como Francia y Estados Unidos. En el contexto de la
situación social del país y cuyo gobierno estaba encabezado por Gustavo
Díaz Ordaz (1964-1970).
A estas
demandas se sumaron más integrantes de la sociedad, como lo explica el texto
“Movimiento estudiantil de 1968”, de la autora Angélica Pérez Nava, jefa del
Departamento de Normalización Archivo General de la Nación en 2018.
“Una de las
características principales de este movimiento fue su carácter incluyente,
donde participaron estudiantes, amas de casa, intelectuales, obreros y
profesionistas de la Ciudad de México y otros estados, con la intención de
buscar un cambio democrático en el país, mayores libertades políticas y
civiles, menor desigualdad y la renuncia del gobierno en turno al que
consideraban autoritario”, explica.
Los hechos
que originaron las demandas de los estudiantes surgieron tras la ocupación
militar y policial de planteles escolares después de una riña entre alumnos de
la Escuela Vocacional 5 y la Escuela Preparatoria particular Isaac Ochoterena,
el 23 de julio de 1968.
·
¿Qué exigían los estudiantes en el 68?
El 2 de
octubre de 1968 los jóvenes se congregaron en la Plaza de las Tres Culturas en
Tlatelolco en donde expusieron sus demandas:
·
Libertad de todos los presos
políticos.
·
Derogación del artículo 145 del
Código Penal Federal.
·
Desaparición del cuerpo de
granaderos.
·
Destitución de los jefes
policiacos Luis Cueto, Raúl Mendiolea y A. Frías.
·
Indemnización a los familiares
de todos los muertos y heridos desde el inicio del conflicto.
·
Deslindamiento de
responsabilidades de los funcionarios culpables de los hechos sangrientos.
En el mitin
participaron estudiantes de la Universidad Nacional Autónoma de México, el
Instituto Politécnico Nacional, El Colegio de México, la Escuela de Agricultura
de Chapingo, la Universidad Iberoamericana, la Universidad La Salle (México),
Escuela Normal de Maestros, Escuela Nacional de Antropología e Historia y otras
universidades del interior de la República, recordó la Comisión Nacional de
Derechos Humanos.
·
Matanza en la Plaza de las Tres Culturas
Minutos antes
de las 6 de la tarde de ese día, el mitin estaba casi por finalizar cuando un
helicóptero comenzó a sobrevolar la plaza.
"Desde
él se dispararon bengalas, señal para que los francotiradores del Batallón
Olimpia comenzaran a abrir fuego sobre los estudiantes, madres, hijos,
profesores, obreros entre otros. En medio del caos, la población civil reunida
corrió por la Plaza de las Tres Culturas y las inmediaciones del edificio
Chihuahua para protegerse".
A pesar de
que algunos corrieron a los departamentos de los edificios cercanos para
salvaguardar su vida, los soldados ingresaron y los sacaron para después
asesinarlos.
A pesar de
que se trató de ocultar el número de víctimas mortales, diversas
investigaciones arrojan que fueron cientos. En 2006, el reporte de
la Fiscalía Especial para Movimientos Sociales y Políticos del
Pasado mencionó que no es posible dar un número exacto, aunque en el
informe consignó alrededor de 350 muertos.
La frase: “2
de octubre no se olvida” es la principal que se usa en la marcha que se realiza
año con año en calles de la CDMX para exigir justicia por este caso y que la
sociedad mexicana no deje atrás esta etapa oscura.