• Mientras Trump hablaba, Harris negaba con la cabeza en señal de desaprobación y, dirigiéndose directamente a la cámara afirmó: 'Esta noche van a escuchar lo mismo de siempre: un montón de mentiras, agravios y descalificaciones'.
Ciudad de
México.- Donald Trump acusó a los inmigrantes que llegan a Estados
Unidos de comerse los perros y los gatos de los ciudadanos que viven en
las ciudades fronterizas, ante una atónita Kamala Harris, su rival demócrata en
las elecciones del 5 de noviembre.
“Muchas
ciudades no quieren hablar de ello porque les da vergüenza. En Springfield se
están comiendo a los perros la gente que vino, se están comiendo a los gatos,
se están comiendo a las mascotas de la gente que vive allí y esto es lo que
está pasando en nuestro país y es una vergüenza”, apuntó el expresidente
haciéndose eco de una retórica racista.
El propio
presentador de ABC News, David Muir, salió rápidamente a corregir al
expresidente:
“Solo quiero
aclarar esto. Usted menciona Springfield, Ohio, y ABC News se puso en
contacto con el administrador de la ciudad allí. Nos dijo que no ha habido
informes creíbles de reclamos específicos de mascotas que hayan sido
lastimadas, heridas o maltratadas por individuos dentro de la comunidad
inmigrante”, dijo.
El debate, el
primero entre ambos, comenzó con preguntas sobre el estado de la economía, pero
Trump rápidamente desvió la conversación hacia la migración, asegurando
falsamente que hay “millones” de personas que están “inundando” Estados
Unidos.
Mientras
Trump hablaba, Harris negaba con la cabeza en señal de desaprobación y,
dirigiéndose directamente a la cámara y a los estadounidenses que seguían el
debate, afirmó:
Esta noche
van a escuchar lo mismo de siempre: un montón de mentiras, agravios y
descalificaciones.
Harris afirmó
que el gobierno de Biden tuvo que “limpiar el desastre que dejó Donald Trump”
tras sus cuatro años en la Casa Blanca y acusó al expresidente de haber dejado
a Estados Unidos con “el peor desempleo desde la Gran Depresión”, “el peor ataque
a nuestra democracia desde la Guerra Civil” y “la peor epidemia de salud
pública en un siglo”.
Encuesta tras
encuesta, los estadounidenses han dejado claro que la economía es su principal
preocupación de cara a las elecciones de noviembre.
Los datos
muestran que la inflación se ha reducido significativamente desde que se
disparara al 9.1% en junio de 2022, registrando su máximo en 40 años.
Sin embargo,
los estadounidenses pagan actualmente un 20% más por bienes y servicios en
comparación con los niveles previos a la pandemia, según el Índice de Precios
al Consumidor.
En respuesta
a las preocupaciones de los estadounidenses sobre la economía, Harris prometió
que impulsará la construcción de tres millones de nuevas viviendas en cuatro
años y restaurará el Crédito Tributario por Hijos para que los estadounidenses
puedan acceder a un crédito fiscal de hasta 3.600 dólares por hijo, además de
ofrecer un crédito especial de 6.000 dólares para nuevos padres.
Mientras
tanto, Trump prometió extender y ampliar los recortes de impuestos que ya
aprobaron los republicanos del Congreso en 2017 siguiendo sus instrucciones.
Además,
sugirió que incentivará el crecimiento económico mediante la deportación
de millones de indocumentados, una medida que los economistas consideran que
podría perjudicar el mercado laboral, y ha anunciado una expansión drástica de
los aranceles sobre casi todos los productos extranjeros importados.
De hecho,
gran parte de su agenda comercial se ha centrado en China y ha sugerido
aranceles de hasta el 100 % sobre los productos chinos.
Trump ve
estos impuestos como una forma de financiar otros recortes fiscales, reducir el
déficit e incluso financiar el cuidado infantil, aunque estos aranceles podrían
elevar los precios para los consumidores sin generar los ingresos prometidos.
(EFE)