• La SEP en Baja California Sur admitió retrasos en la atención de problemas eléctricos en diversas escuelas del estado, e indicó que se están priorizando instituciones con mayor matrícula; sin embargo, los padres de familia exigen soluciones inmediatas.
La Paz,
Baja California Sur.- La Secretaría de Educación Pública (SEP) de Baja
California Sur (BCS) reconoció públicamente la existencia de un rezago de dos
años para atender los problemas que presentan los planteles educativos en la
entidad con el suministro eléctrico.
Entre las
instituciones educativas que mayores conflictos han hecho del conocimiento a la
dependencia, comentó Alicia Meza Osuna, titular de la SEP en BCA, se encuentra
la Escuela Desierto de Vizcaíno, que recientemente suspendió clases
presenciales debido a los fallos.
Asimismo,
confirmó que, aunque este problema no es exclusivo de una sola escuela, la
atención se enfoca en instituciones con una matrícula elevada, generando
retrasos de atención en otras.
“Efectivamente
tenemos un rezago de dos años, no solamente de la escuela Desierto de Vizcaíno,
tenemos también de otras escuelas, pero damos prioridad a las escuelas que son
muy grandes, con mucha matrícula, y vamos haciendo las gestiones que
corresponden. No es rápido. En el asunto hay escuelas que requieren
transformadores y no se compran de un día para otro”.
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Faltan
transformadores y personal especializado
Uno de los
principales obstáculos, precisó, es la falta de disponibilidad de equipos
esenciales, como los transformadores eléctricos, los cuales no se adquieren con
facilidad ni están siempre disponibles en la capital.
Además, la
secretaria expuso que, aunque existe una coordinación entre diferentes
instituciones federales, la falta de verificadores suficientes por parte de la
CFE, para inspeccionar las instalaciones, es otro factor que contribuye a los
retrasos en la solución de los problemas.
“Yo pido
paciencia a las madres y padres de familia, a las maestras y los maestros
también, porque allí vamos […] nosotros entendemos y comprendemos cuáles son
las condiciones de cada instancia y hacemos lo que lo que nos corresponde de la
manera más rápida posible”.
A medida
que las condiciones eléctricas no mejoran, las comunidades escolares se ven
obligadas a detener las actividades presenciales, generando inquietud entre los
padres, quienes exigen soluciones inmediatas para garantizar la continuidad del
ciclo escolar.