• Sobrevivientes y sobrevivientes de feminicidio acusaron al gobierno de López Obrador y al sistema de justicia de perpetuar la violencia institucional.
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Estado de
México. - Sobrevivientes, madres e hijas de víctimas de feminicidio
en México acusaron al Gobierno de Andrés Manuel López
Obrador y al sistema de justicia de perpetuar la violencia institucional,
en medio de la reforma al Poder Judicial impulsada por el oficialismo
en el Congreso.
Lorena
Gutiérrez Rangel, madre de Fátima Varinia Quintana Gutiérrez, asesinada en
2015, denunció que uno de los feminicidas, Josué Misael Atayde Reyes,
recibió una pena mínima por ser menor de edad y quedó en libertad en 2022,
amenazando ahora a otro de sus hijos.
Gutiérrez
hizo un llamado al Gobierno a reformar el sistema de justicia para
eliminar los “privilegios” a los feminicidas menores de edad y, especialmente,
“escuchar a las víctimas”.
Paz Rodríguez
García, hija de Melesia García, asesinada en 2021 en Milpa Alta,
Ciudad de México, denunció que a la fecha no hay detenidos por el feminicidio
de su madre, quien fue torturada y violentada sexualmente.
“Exigimos que
se reformen las leyes para que los menores de edad que cometan feminicidios
sean juzgados como adultos y que los familiares encubridores también sean
castigados. No es justo que un menor reciba solo cinco años de
prisión mientras nuestras vidas están destrozadas”, afirmó.
Víctimas colaterales del feminicidio
Gutiérrez
acusó al Estado mexicano del asesinato de su hijo Daniel en 2020,
quien falleció por negligencia en un hospital psiquiátrico de Monterrey,
estando bajo medidas de protección.
“A mi hijo lo
asesinó el Estado por omisión e indolencia, porque las víctimas no
contamos con acceso al sistema de salud en este país(…) Te desplazan y te dicen
que es por tu seguridad, te mandan a otro estado, pero te dicen que no puedes
acceder al sistema de salud para salvaguardar tu integridad”, expuso.
Advirtió que
el desplazamiento, principalmente en las víctimas colaterales
del feminicidio, como su hijo Daniel, “es un crimen de lesa humanidad, un
crimen de Estado”.
En el
aniversario de la Convención sobre la Eliminación de todas formas de
Discriminación contra la Mujer (CEDAW), este 3 de septiembre, Gutiérrez lamentó que la
presidenta electa Claudia Sheinbaum, quien asume el poder el 1 de octubre,
negara la responsabilidad del Estado mexicano en la muerte de su
hijo, y la instó a reconocer a las víctimas colaterales del feminicidio y a
garantizar la “no repetición”.
“Una de mis
exigencias es dejar de simular y aplicar todos los recursos hacia
las comisiones (de víctimas) como se deben, pero sobre todo, a
nuestras infancias”, indicó, y denunció que desde enero del año pasado, la
Comisión de Víctimas del Estado de México le retiró los apoyos para
evitar el “proselitismo” electoral.
Sobrevivientes
de feminicidio y violencia vicaria
Fabiola
Posadas, sobreviviente de un intento de feminicidio en 2019, denunció la falta
de voluntad de las autoridades para prevenir y erradicar la violencia
feminicida, donde las sobrevivientes están invisibilizadas.
“Las
sobrevivientes no sabemos de Comisiones de Víctimas (…) Nosotras no
tenemos apoyos, nosotras no somos vistas, no existimos. Sobrevivimos y ya, hay
que seguir”, lamentó.
Además,
señaló que mientras todos usan al Poder Judicial como “botín”, nadie
menciona la corrupción en la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana ni
en las fiscalías, y expresó su preocupación por que una reforma podría empeorar
la situación para las víctimas, si la justicia termina en manos de la
delincuencia organizada.
Mientras que
Ana María López Pérez, mamá de Julianne Zoé Sánchez López, desaparecida hace
más de cuatro años durante una visita de convivencia con su padre,
expresó su desesperación y miedo por la vida de su hija, víctima de violencia
vicaria.
“Esto lo he
manifestado tanto en el juzgado séptimo de lo familiar, como en
la Fiscalía, sin embargo, te contestan: es su papá, no hay delito que
perseguir”, denunció la madre que tiene la guarda y custodia de la niña por la
violencia ejercida por el padre.
“El hecho de
decirme que está con su papá no me da tranquilidad.
Las autoridades deben cumplir con su deber y buscar a mi hija”,
declaró, mientras mostraba un retrato de Julianne Zoé, quien ahora tendría 8
años y su madre espera que siga viva.
México tendrá
a partir del 1 de octubre su primera presidenta, mientras el país afronta una
ola de violencia machista con un promedio de 10 mujeres asesinadas al
día, al sumar feminicidios y homicidios dolosos.