Muy buenos días estimable Lector, gracias, muchas gracias por continuar prefiriendo este su Diario El Independiente.
Inicio esta
columna comentando a Usted; Las mexicanas y los mexicanos exigen tres cosas
fundamentales de sus gobiernos: una visión clara de hacia dónde conducir el
desarrollo del País; una firme decisión para ejecutar los cambios y las
reformas estructurales que brinden un horizonte de vida mucho mejor a las
familias un liderazgo político fuerte y eficaz para volver a generar confianza,
la seguridad y el entusiasmo que la sociedad exige. Porque no se gobierna con
discursos ni con acciones espectaculares, sino con resultados que la gente
pueda ver, tocar, disfrutar y que hagan la diferencia en su nivel de vida; Hoy
México requiere liderazgo, dirección, y certidumbre con la continuidad de la
cuarta transformación.
El próximo
gobierno que presidirá la DRA. CLAUDIA SHEINBAUM PARDO, como presidenta de la
República Mexicana tiene el enorme reto de reestablecer la confianza de su
pueblo en la habilidad de los gobernantes; de asegurar el crecimiento
económico, la seguridad el bienestar social y la justicia; procesos legales y
administrativos transparentes; una reducción masiva de la corrupción y
finalmente, una reforma al Poder Judicial de la Federación, para que coloque al
Pueblo de México en la vanguardia de la economía internacional. México necesita
ahora con claridad y serenidad, diseñar el futuro que quieren todos los
mexicanos.
Bajo este
contexto: México requiere un sistema de partidos sólido y vigoroso que permita
el fortalecimiento de nuestra vida democrática, y la concertación de acuerdos
en lo fundamental, para impulsar las grandes reformas estructurales que reclama
la modernización del País. La democracia mexicana no empezó ayer ni es
patrimonio exclusivo de una persona, de una organización o de un grupo en
particular; su perfeccionamiento ha sido el resultado de una larga cadena de
impulsos de todos los actores sociales y políticos, en los cuales, por cierto,
todos absolutamente todos los partidos políticos han tenido un protagonismo
central.
Ahora bien:
En nuestro México actualmente existen avances y temas aun pendientes; contamos
con acuerdos y se admiten consensos políticos y otros todavía en proceso de
construcción y aprendizaje cotidiano; vivimos insuficiencias internas y hay,
por igual la inevitable influencia de la economía o la política
internacionales.
En este
sentido: con la implantación de la nueva reforma al poder judicial de la
federación, se tiene que tener claro, que, si hay algo fundamental para el
desarrollo de la vida comunitaria, como expresión y salvaguarda de los
intereses generales, es factible la existencia de la libertad y la justicia. Es
imprescindible trabajar en los ámbitos internacional, regional y local, a favor
de un orden judicial imparcial y justo que permita al personal acceso a los
órganos de justicia en condiciones mínimas de igualdad y contribuya a la
formación de una cultura de legalidad y la consolidación de un Estado
Democrático de Derecho.
Concluyo: l
aprobar la nueva reforma al poder judicial, se trabajará y se actuará de forma
más rápida para, garantizar a todos los ciudadanos que somos una sociedad de
leyes, con procesos legales y administrativos transparentes, en la cual todos
los ciudadanos se encuentren protegidos con instituciones modernas que den
cabal respuesta a sus Derechos Fundamentales.