Diario El Independiente
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Hoy es lunes, 7 de octubre de 2024

Buenos días, B.C.S.

• Los consejos, conceptos, pensamientos, que se dan, se publican, ahora más que nunca para la 3ª. Edad y/o vejez en esta contemporánea etapa. • Un especial relato al respecto.


 

El tema de hoy es en relación a un video de imagen oralmente expuso pensamientos y/o consejos-conceptos sobre los adultos mayores, 3ª. edad o vejez, Titulado: “SIETE CONSEJOS DUROS PARA LA VEJEZ”, que sin embargo a mí me parecieron pesados, exagerados, la mitad de ellos y del resto sí estuve de acuerdo, tanto como adulto mayor o de 3ª. edad y padre que soy, como por experiencias en amistades y/o conocid@, familias, o lecturas, en fin…que por alguna razón he analizado en temáticas como: “Lista de temas sensibles, prioritarios y poco estudiados sobre vejez y envejecimiento”. “Subtema: “Enfermedades crónicas, enfermedades cardiovasculares, crónico-degenerativas, Obesidad”, etc. “Envejecimiento y salud. panorama general”, etc. (Hoy la mayor parte de la población tiene una esperanza de vida igual o superior a los 60 años). Y éstas dos: “La soledad en el adulto mayor”, (La soledad en la tercera edad es uno de los grandes enemigos del bienestar de los adultos mayores, un tema preocupante sin duda, ya que su calidad de vida no sólo implica un buen estado físico, sino también emocional). Y ésta…“La importancia e influencia que los adultos mayores tienen en las familias mexicanas”. (Desde las comidas familiares en domingo, las anécdotas interminables, las aventuras que comparten con sus nietos y, sobre todo, las enseñanzas que perduran generación tras generación).

 

·        ASÍ, TRASPASO A TEXTO EN RESUMEN EL VIDEO: “SIETE CONSEJOS DUROS PARA LA VEJEZ”.

Dice: *La tercera edad es el momento en que la sabiduría que hemos acumulado a lo largo de los años choca con la cruda realidad del envejecimiento. Si deseas vivir tus últimos años con dignidad, respeto y paz interior, prepárate para un viaje de autoconocimiento y transformación…1. No confíes ciegamente en todos los que se acercan a ti. Confiar demasiado puede abrir puertas a la manipulación y al abuso emocional. Muchas veces los que se acercan buscan dinero, favores o simplemente saber que estás bajo su control. 2. Deja de vivir para complacer a los demás, especialmente a tu familia (¿?); a veces pasamos toda la vida tratando de satisfacer las necesidades de los demás, y cuando llega la tercera edad, te sientes en la necesidad de estar siempre disponible, de sacrificar tus deseos, tus necesidades, para garantizar su bienestar, sacrificando tiempo, finanzas e incluso tu salud, pero, ¿quién está cuidando de ti? Y a veces lo que recibimos a cambio es la ingratitud. Es hora de cuidarte a ti mismo, buscar tu felicidad, hacer cosas que siempre quisiste hacer, pero nunca tuviste tiempo o el coraje. 3. Aléjate de personas tóxicas, incluso si son parte de tu familia. A medida que envejecemos, la presión por mantener la paz y la armonía dentro de la familia aumenta, pero, ¿a qué costo?: soportar comportamientos abusivos, manipulaciones emocionales e incluso humillaciones. 4. “Deja de esperar que los demás reconozcan tus sacrificios”; muchas veces, el reconocimiento no llega. ¿Algunas veces te has encontrado pensando en todas las cosas que has hecho por los demás, esperando que al menos te dijeran “gracias”?

 

5. “Deja de usar tu edad como excusa para no cambiar”. Muchos creen que después de cierta edad ya no hay espacio para transformaciones en la forma de pensar, de comportarse o de vivir. Sin embargo, la tercera edad puede ser el momento más poderoso para los cambios porque tienes una sabiduría acumulada. Imagina cuántas oportunidades has perdido porque creías que ya era demasiado tarde, cuántos sueños se dejaron de lado, cuántas aventuras no vividas, cuántos amores no experimentados.

 

·        Y AHORA A CONTINUACIÓN, SOBRE ESTA TEMÁTICA VA MI OPINIÓN PERSONAL…

Interesantes estos conceptos. Sin embargo, yo sólo estaría de acuerdo como EN LA MITAD DE ÉSTOS, no en todos, pues para mí, depende de qué o cuál tipo de familia: las de respeto y cariño interfamiliares, de valores y principios (ya que las familias son, obviamente, diferenciadas). Pero sí, sería bueno seguir o reconfirmar algunos de estos los más certeros consejos; PERO DEL RESTO NO precisamente. Cada quién… * Ahora, les comentaré brevemente algo personal. Tengo compamigos que nomás que le llegaron a los 80s. me dicen…Ya llegamos a los 80 librando algunas enfermedades, ya para que buscarle, ni a lo de “la mujer” ni a proyectos, etc. “ya estamos más pa’llá que pa’cá” (doblegados). Y pues, les rebato: Mira compa, no vivas, no te midas CON EL CALENDARIO; tu actitud, tu mentalidad inteligente, tu valor, es lo que cuenta; sólo eso; aah, y la fe…

 

HORARIO.- A PROPÓSITO DE…VA UN RELATO, “UN DÍA, CUANDO TENÍA SESENTA Y CUATRO AÑOS”

Éste me lo envió nuestra colaboradora Melissa (Mélida), y dice así: Un día, cuando tenía sesenta y cuatro años, el profesor V. escribió: “Desde ahora, la única historia que me interesa es la futura”. “Suena bien”, pensé; pero el hecho es que, en mi caso, cada vez despiertan más mi curiosidad los sucesos pasados del mundo, del país, la región, la ciudad… y por ahí es posible que llegara, ni más ni menos, a la propia historia, la personal. Se me ocurrió pensar en esto, tal vez porque ahora soy yo quien tiene sesenta y cuatro años (hoy otros pocos más). Pero todo indica que me siguen interesando las cosas del pasado, que ahora sí, siento distante como el que más. Vuelvo en la imaginación a los escenarios de mi infancia, adolescencia y juventud, con los personajes que poblaron mis días, que evoco de nuevo, muchas veces con gran placer. O con una nostalgia que no es triste, aunque tal vez sí, pero es una tristeza hermosa. Por cierto, tengo que buscar con más atención las cosas lindas que vinieron después, ya se sabe, cuando me volví adulta y tuve que hacerme seria y formal. O casi.

 

Pero de pronto me doy cuenta que estoy obligada a no solazarme de tal manera en la retrospección, sino a pensar yo también en mi historia futura, que a todas luces será un camino más breve que el que he andado hasta hoy, el cual no puede evocarse, sino que se trata de construirlo. Y he puesto manos a la obra, porque uno nunca sabe nada. A eso me refiero. Me he dado a la tarea de pagar mis deudas, no las financieras, ya que, como no soy sujeto de crédito, no las tengo; pero sí de lo que pude haber hecho y no hice por aquellos a quienes he amado. También dedico largas horas a ordenar mis papeles que no son, en su mayor parte, documentos ni oficios de nada. Son más bien, recortes de notas de prensa que guardé para leer después y ahí siguen (algunas tienen fecha de hace treinta años).

 

Viejas cartas que, de verdad-verdad, me hacen viajar en el tiempo; notas manuscritas que he copiado de periódicos antiguos. Ni dudarlo: el afán por estas cosas me persigue (y me revela); pero he de colocarlas dignamente en el porvenir. En fin, seguiré aplicándome, aunque mucho de lo que encuentre sea para ahorrarles a los míos el trabajo de tirarlo a la basura. Ah, otra de las tareas pendientes que quisiera llevar a término consiste en concluir un trabajo con pretensiones de lo literario que se pueda ver entre la gente. Yo creo que el fondo de todo esto es que quiero adornar mi recuerdo. O más bien, el que de mí tendrán los que me sobrevivan. (Mélida Ojeda). Así entonces…Buenos días.