• López Obrador fue uno de los fundadores del Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), que abanderó en las elecciones de 2018.
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Estado de
México. - El presidente Andrés Manuel López Obrador envió un mensaje
de despedida a los militantes de Morena, en la que afirma que se retira de la
política, de la vida pública y de la militancia partidaria.
En 2011 López
Obrador y un grupo de políticos que se autodenominan de izquierda fundaron
la organización Movimiento de Regeneración Nacional (Morena): Tres años
después, es decir, en 2014, la asociación consiguió su registro como partido
político nacional ante el Instituto Nacional Electoral (INE).
AMLO llegó a
la Presidencia en 2018 con el partido guinda, iniciando una ola de triunfos en
todos los niveles políticos que se extendió a los comicios de 2021 y 2024.
Este jueves
Morena publicó una carta escrita por López Obrador para dirigirse a los
militantes de la fuerza política que hoy domina al país.
Mensaje de despedida
Andrés Manuel López Obrador
Amigas y amigos.
Me da una
gran alegría mandarles este saludo ahora que nuestro México está por terminar
la etapa inicial de su Cuarta Transformación y por empezar un nuevo periodo
para consolidar lo que hemos logrado, que es mucho más de lo que algunas y
algunos de ustedes imaginaron cuando empezamos a caminar juntos. Muy pocas
veces en la historia, o tal vez nunca antes, un partido político había logrado
producir cambios tan profundos, extendidos y perdurables, y hacerlo de manera
pacífica, democrática y legal, sin romper un solo vidrio y sin perder la
dignidad ni traicionar nuestros principios.
Construimos
esta hazaña tocando puertas, cabezas y corazones; informando y organizando;
trabajando incansablemente en todo el territorio nacional; escuchando al pueblo
y a cada persona; apelando a los buenos sentimientos, a la generosidad y al
patriotismo de la gente. No nos desanimaron el sol inclemente ni los aguaceros
ni la indiferencia de muchos, ni tampoco las feroces campañas de difamación
lanzadas en nuestra contra por la mayoría de los medios. Ni las trampas ni las
artimañas con las que la mafia que se había apoderado de México saboteaba
nuestros eventos o lanzaba provocaciones. Empezamos a luchar casi sin recursos,
provistos sólo de
voluntad, esperanza, convicción y amor a nuestra patria. Y en unos pocos años
logramos alcanzar la presidencia para iniciar una transformación que ya está en
la historia.
Hoy Morena
es por mucho la principal fuerza política del país. Gobierna dos tercios de las
entidades federativas y en junio volvió a ganar la elección presidencial,
incluso con más votos de los que recibimos en 2018. Imaginen qué orgullo sentí
al constatar que la obra de este gobierno no sólo no nos había restado votos,
como suele ocurrir por el llamado desgaste del poder, sino que nos había sumado
muchos más. Pero esos votos no sólo se debieron a las conquistas sociales, los
avances políticos, la fortaleza económica, las obras realizadas y la revolución
de las conciencias que emprendimos desde abajo y entre todos, sino que fueron
también fruto de la trayectoria y del trabajo de la doctora Claudia Sheinbaum.
Una luchadora social, académica, científica, dirigente política, funcionaria y
gobernante excepcional. Talentosa, bien preparada, mujer de convicciones y de
buen corazón.
El dos de
junio México eligió con casi 36 millones de sufragios a nuestra compañera
Claudia, a quien en unos días entregaré la banda presidencial. Será la primera
presidenta de la historia de México y eso es un logro de ella y de nosotros.
Retomará nuestra labor transformadora y tengo la certeza de que lo hará con
gran capacidad, con absoluta dedicación y con honestidad. Cuánta satisfacción
siento con ese relevo. Les pido que la acompañen en la difícil tarea de
gobernar, con la misma lealtad, con el mismo cariño y con el mismo entusiasmo
que tuvieron para conmigo.
Amigas y
amigos de Morena, me retiro de la política, de la vida pública y de la
militancia partidaria con un enorme agradecimiento al pueblo y en particular a
ustedes, mis compañeras y compañeros, que con tanta convicción me sostuvieron y
me ayudaron como dirigente y gobernante.
Mi tarea
está por concluir en unos días, pero este gran partido tiene mucho camino por
delante. Antepongan siempre el interés de México y las necesidades de la gente
a los afanes y las rencillas personales. Fortalezcan la hermandad, el
compañerismo y la institucionalidad en el partido. Mantengan siempre la unidad,
la humildad y la honestidad. No permitan que los antiguos vicios y perversiones
de la política florezcan en nuestras filas. Eviten la prepotencia, la búsqueda
del poder por el poder, la soberbia, la corrupción, el nepotismo y el
sectarismo. No roben, no mientan, no traicionen nunca al pueblo y sigan
construyendo la nación soberana, democrática, justa, libre y amorosa que
imaginamos cuando empezamos nuestro caminar.