• La Comisión Estatal de Derechos Humanos reporta un incremento en las denuncias durante el regreso a clases, atribuidas a prácticas discriminatorias en las escuelas.
La Paz,
Baja California Sur.- La Comisión Estatal de Derechos Humanos (CEDH) de Baja
California Sur (BCS) informó mediante entrevista con Diario El Independiente que
la Secretaría de Educación Pública (SEP) es la dependencia estatal con mayor
número de quejas ciudadanas por supuestas violaciones a los derechos humanos de
niñas, niños y adolescentes, durante la temporada de regreso a clases.
Charlene
Ramos Hernández, presidenta de la CEDH, detalló que las denuncias se relacionan
con prácticas discriminatorias que aún persisten en algunas escuelas, como la
imposición de normas de vestimenta y presentación basadas en estereotipos de
género.
“Venimos
arrastrando aún de una cultura tradicional, en sentido que aún conlleva con
estos sexismos para las niñas, niños y adolescentes, y que en el pasado se
decía que si no cumplías con llevar pantalón o no cumplías con llevar el
cabello de cierta manera entonces se le negaba el derecho a la educación a las
niñas, niños y adolescentes” indicó la funcionaria.
Estas
políticas escolares, comentó, no están alineadas con las decisiones recientes
de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) y representan una presunta
violación de derechos humanos.
Ramos
Hernández también indicó a Diario El Independiente que los criterios actuales
de la SCJN establecen que “las autoridades deben poner siempre el interés de la
niñez por encima de cualquier otra situación”, por lo tanto, negar el acceso a
la educación a un niño o adolescente por su forma de vestir o su corte de
cabello constituye una falta grave.
“Evidentemente
estaríamos hablando de una situación en la cual hay una presunta violación de
derechos humanos, porque una situación de esa naturaleza no justifica que se le
deba negar a un niño o una niña el acceso a la educación en nuestro estado”.
Sin dar
cifras sobre la cantidad de denuncias, señaló que cada año se registra un
aumento considerable, y refleja la necesidad de revisar y actualizar las
políticas internas de las escuelas para garantizar que todos los estudiantes
reciban un trato justo y equitativo para que respeten los derechos
estudiantiles y eviten prácticas discriminatorias que impidan el acceso pleno a
la educación.