• Las guardianas de Conchalito acusan haber sido criminalizadas por elementos de PROFEPA y Seguridad Privada de los proyectos turísticos del lugar.
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La Paz, Baja
California Sur.- Los impactos del crecimiento urbano cerca de los bosques de
manglar en El Mogote, Baja California Sur, al noroeste de México, son evidentes
para las Guardianas de El Conchalito, un grupo de 12 mujeres organizadas que
han emprendido acciones para restaurarlo.
Sin embargo, en el trayecto acusan haber sido criminalizadas por la
Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) y la seguridad privada
de los proyectos inmobiliarios y turísticos en el área.
Desde 2023,
Las Guardianas empezaron a monitorear los bosques de manglar de El Mogote con
el apoyo de la organización Costa Salvaje y de la Comisión Nacional de Áreas
Naturales Protegidas (Conanp), esta última es la responsable de conservar parte
de una zona federal en la línea costera de El Mogote a través de un acuerdo.
Una vez al
mes, dejan sus múltiples ocupaciones, rentan una lancha con capitán y destinan
todo un día para cruzar al otro lado de la bahía de La Paz hasta El Mogote. Ahí
identifican las diferentes especies de manglar que hay, su flor, su fruto y su
semilla, para restaurar el bosque mediante la siembra y recolección de
semillas.
“La verdad si
es un trabajo que requiere de muchas horas porque tienes que caminar largas
distancias y dependemos de la marea para poder hacerlo. Para El Mogote tenemos
que rentar una embarcación, contratar un capitán, (pagar) gasolina porque es
una zona más grande y requiere de más gastos como de alimentación, que dependen
de las horas y el material de uso recurrente como cintas de medir”, explicó
Daniela Bareño, integrante de Las Guardianas.
Al hacer
estas labores en El Mogote, Las Guardianas acusan haber sido molestadas por la
seguridad privada del megaproyecto turístico y residencial Paraíso del Mar, que
a través de su promovente, la empresa Desarrollos Punta La Paz, posee unas 350
hectáreas en el área que compró al Gobierno de Baja California Sur en 2002 y
otras 158.34 hectáreas a particulares.
“Allá en El
Mogote a las compañeras las han corrido. Han llamado a Profepa y Profepa ha
llegado a quererlas sacar. Estamos tratando de hacer un bien y a veces sí es
muy frustrante que le den prioridad a quien tiene más dinero, a quien hizo un
mal con el ecosistema que a nosotras que queremos restaurar y hacer este tipo
de cosas. Pero sí hemos tenido problemas con las personas del hotel, mandan a
los vigilantes a llamarnos la atención, a corrernos y Profepa interviene en
eso. Pero mis compañeras se mantienen firmes en que no se van a ir porque es un
espacio público y no se van”, denunció Bareño.
Al día de hoy
el proyecto Paraíso del Mar tiene condominios, casas y mil 686 lotes
residenciales en venta; un campo de golf de campeonato, cancha de tenis y
cuatro canchas de pickleball; dos albercas, un puerto, que amenazan los bosques
de manglar, mismos que son reconocidos como sitio Ramsar.
Para este
artículo se solicitó entrevista vía telefónica, por correo electrónico y por
whatsapp a Paraíso del Mar, pero hasta el momento de la edición del texto no se
recibió respuesta de su parte.
En Baja
California Sur la cobertura de los humedales costeros naturales se mantuvo
constante desde 2000 a 2019. Sin embargo, se observaron pérdidas en la Ensenada
de La Paz, según la ponencia de Miguel
Sánchez, investigador del Centro de investigación en Alimentación y Desarrollo
(CIAD) en el VI Congreso Mexicano de Ecosistemas de Manglar en 2023.
En el mismo
evento, Giovanni Ávila, investigador del Departamento Académico de Ciencias
Marinas y Costeras en la Universidad Autónoma de Baja California Sur, expuso
que los siete manglares de la bahía de La Paz, enfrentan factores de presión
similares, el principal de ellos es el desarrollo urbano y el cambio de uso de
suelo como Las Guardianas aseguran que sucede en El Mogote.
“Lo que
afecta allá son los espacios que han estado tomando para las construcciones. En
una parte de los condominios podaron mucho manglar y también taparon una
entrada de agua. Hace un año empezamos a hacer recorridos. La organización
sinaloense Humedales Sustentables hizo un
estudio hidrológico y se hicieron tomas de muestra de agua. El resultado fue
que había mucha salinidad; eso también es porque como ya no hay flujo, el agua
se estanca, produce demasiada sal y hace que se seque el manglar. El área
afectada es grande y es urgente que se restaure para que no siga secándose”,
señaló Bareño.
·
El futuro de
El Mogote
Paraíso del
Mar no ha explotado todo su potencial, ya que de acuerdo a su plan maestro y a su manifestación de impacto ambiental, pretende
construir un hotel de 2 mil 120 habitaciones, un segundo campo de golf, un club
de playa, una casa club de golf extendida, una marina privada para 500
espacios, restaurantes y un mercado.
Paraíso del
Mar ha proclamado a El Mogote como “la mejor island living” y la vende
a sus clientes como “una comunidad turística privada con extensiones de un
kilómetro y medio de playa aislada que puedes llamar propia”, según su sitio
web.
A pesar de
eso, Las Guardianas están decididas a proteger sus bosques de manglar, porque
ese ecosistema representa el futuro de las tradiciones sudcalifornianas y de la
pesca que proveen bienestar a la comunidad local.
“Los
pescadores somos los que más cuidamos este tipo de ecosistemas y de espacios
porque nosotros hacemos uso de ellos y de manera responsable. Sabemos que si
hay un ecosistema restaurado, habrá especies marinas sanas y vamos a tener una
pesca sustentable, ya que el manglar funge como guardería de peces y de muchas
otras especies. Para mí vale la pena cuidarlo porque es dejarle una semillita
para las futuras generaciones y es hacer un bien para todos”, señaló Bareño.
Además de
Paraíso del Mar, hay muchos otros proyectos en busca de establecerse en El
Mogote, cerca de los manglares y humedales, como el caso del proyecto Lumai al
que la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales le negó la
autorización de impacto ambiental.
*Este
artículo se publicó originalmente en Causa Natura Media.