• Piden reabrir carpeta de investigación; la hermana de la víctima asegura que autoridades no les permitieron ver el cuerpo de Jazmín; también les negaron acceso al expediente
San José del Cabo,
Baja California Sur. En entrevista exclusiva para Diario El Independiente
Marisol Rosales, hermana de Jazmín Esmeralda Rosales Preciado, manifestó su
inconformidad en la resolución del caso que pasó de investigarse como
feminicidio a declararse como un suicidio por parte de la Procuraduría General
de Justicia del Estado (PGJE) de Baja California Sur (BCS).
"Jazz",
como la conocen sus allegados, residía en el municipio de Los Cabos desde hace
tres años, migró desde Jalisco Guadalajara por una oportunidad de trabajo. El
pasado 7 de agosto las autoridades reportaron el hallazgo de una mujer golpeada
sobre una vialidad en dirección a la caseta de "Libramiento", muy
cerca del G20 en San José del Cabo (SJC).
La noticia la
recibió un hermano de Jazz, por parte de la empresa para la que la mujer
trabajaba; les explicaron que murió en un accidente automovilístico y cuando la
familia se trasladó a Los Cabos ese mismo día le informaron que habría sido
asesinada y aparentemente habría fallecido en el hospital por un paro
respiratorio.
"Resultó
después que no, que falleció por un golpe en la cabeza y cuando mi hermano
habló con el Ministerio Público le dice que es un feminicidio... Mi hermano
llegó un miércoles y le soltaron la información a cuentagotas hasta
el día viernes que le confirmaron que se iba a investigar bajo línea
feminicidio. La abogada que contrató la empresa quedó en informar a mi hermano
sobre la investigación", explicó.
Cuatro días después
de haber localizado a Jazz, la PGJE entregó el cuerpo a sus hermanos para su
traslado y funeral en Jalisco. No obstante, jamás les permitieron ver el cuerpo
que supuestamente presentaba indicios de violencia, solo pudieron reconocer su
rostro.
"Desde el
sábado que mis hermanos se vienen se cortó la comunicación, las abogadas ya no
contestaron y el teléfono que le dieron a mi hermano de la Procuraduría
tampoco enlazaba llamadas y no había otro medio para comunicarse y la empresa
tampoco respondió", narró Marisol.
Rosales se enteró
que la Procuraduría declaró el caso como un suicidio cuando un reportero de
Tijuana la contacto vía whatsapp para entrevistarla y le comentó que las
autoridades emitieron el boletín oficial con dicha información. Por ello
la familia lamenta que el Procurador Daniel de La Rosa, o alguna autoridad no
los haya contactado para avisarles que la carpeta de investigación se cerró.
"No hubo
empatía de parte de ellos, del procurador, ni nosotros teníamos medios
para estar allá o ir y venir a cada rato... El MP les había informado a mis
hermanos que la Cruz Roja encontró a mi hermana deambulando, cuando terminaron
la entrevista mis hermanos solicitaron copia del expediente y se les
negó", agregó.
Además, la
Procuraduría tiene en su poder las pertenencias de Jazz, su teléfono celular y
computadora. También su domicilio se encuentra incautado y en ningún
momento se permitió acceso a sus hermanos. Al día de hoy, las autoridades
siguen sin notificar cuando abrirán el domicilio para recoger sus pertenencias.
"Nosotros
estamos tristes, dolidos, indignados y enojados porque nos ven como tontos, no
nos dan seguimiento. La abogada no tuvo prudencia, el procurador no tuvo la
prudencia de informar primero que a nadie a los familiares.... Buscamos que nos
digan la verdad, mi hermana no se pudo suicidar, ella amaba la vida, le
encantaba su trabajo y estaba por reunirse con sus hijos"
La familia pedirá a
la PGJE reabrir el caso con una nueva línea de investigación para obtener
respuestas de cómo terminó la vida de Jazz Esmeralda.