Esa insistente preocupación del gobernador Víctor Castro Cosío y que hace extensiva a todos los sudcalifornianos, de no normalizar la violencia en nuestro estado, efectivamente, debiéramos asumirla todos los sudcalifornianos.

Y debiéramos asumirla con celeridad, antes de que sea demasiado tarde.

En base a lo anterior, habríamos de pensar primero que muchos otros estados del país, optaron por asumir la violencia como cosa normal, natural, cotidiana. Y ahí están las consecuencias.

Entonces hoy, con un profundo arrepentimiento, sus habitantes ya no encuentran la salida y ni las autoridades la solución.

Por eso es primordial, hacer también muy nuestra esa preocupación, simplemente porque nos concierne.

Y para ello, es decir para lograr objetivos comunes, existe algo fundamental como lo es la denuncia.

Denunciar no solamente los actos de violencia que nos ocurra a nosotros, sino denunciar lo que veamos en la calle, en la oficina, entere los vecinos, Etc., precisamente para que no se torne “normal”.

Nada menos, y para fortalecer acciones paralelas, el gobierno puso en marcha la cruzada estatal “Párale a la Violencia contra las mujeres”.

Sin embargo, este programa no encierra exclusividad, y por lo tanto va mucho más allá, toda vez que encierra las intenciones de evitar todas las formas de violencia no solamente contra las mujeres.

Aunque en efecto, se enfatiza en la mujer por el solo hecho de que tradicionalmente la mujer es la que mayormente sufre actos de violencia por parte de los hombres.

Y lo reafirma el propio mandatario estatal: “la mujer ha sido el sector más agredido a través de la historia, promovida por el machismo y la educación por generaciones, esa que ya no debemos permitir más.

He insiste, “No podemos normalizar la violencia”.

Afortunadamente en parte de sus expresiones asegura que se ha logrado crear conciencia entre la población para ir erradicando este problema que lacera a la sociedad.

Y para lograr objetivos el gobierno está haciendo su parte donde destacan la realización de pláticas de concientización y sensibilización en las colonias de atención prioritaria, empoderamiento económico de las mujeres, talleres, capacitación al servicio público, y asesorías jurídicas, entre otras.

Pero lamentablemente en el caso específico de las mujeres, y a decir de colectivos feministas aun faltan protocolos y lineamientos para prevenir, atender, sancionar y en su caso erradicar casos de violencia.

Y se reconoce la lucha de estos colectivos, porque es altamente positiva.

Pese a todo, a decir del gobernante, el programa ha dado exitosos resultados de manera especial en lo que se refiere a que se han incrementado las denuncias por violencia doméstica.

Para tal fin, existe una razón de peso: que hay mayor apertura por parte de las instituciones responsables de la impartición de justicia, y en lo que va de la administración se ha promovido el fortalecimiento de la cultura y los valores de la sociedad, así como nuevas formas de convivencia.

Incluso, al asegurar que se otorga capacitación de género a funcionarios públicos, lo que también está generando resultados positivos, Castro Cosío dijo que los actos violentos vulneran los derechos de las personas.

Ahora bien, dicho programa, que registra sustanciales avances, surgió de la necesidad de atender de manera integral este problema social, a fin de eliminar acciones negativas, para generar ambientes seguros y de sana convivencia, en los hogares, en el trabajo, en la escuela, en todo ámbito de nuestra vida.

En síntesis, Castro Cosío hace extensivo su llamado a la sociedad a participar activamente en la erradicación de las violencias de género, desde la educación, cultura, seguridad y justicia, lo que seguramente contribuirá a reducir todo tipo de conducta contra la integridad de las personas.

A su vez Berenice Serrato Flores, directora general del ISMujeres, con pleno conocimiento de causa, afirma que este problema trae consecuencias paralelas para la salud y el bienestar de las mujeres y las niñas, “por lo que debemos, en conjunto, erradicar las violencias en todas sus modalidades, de ahí la importancia de crear alianzas estratégicas entre gobierno y sociedad”.

En base a lo anterior, Serrato Flores pidió denunciar cualquier tipo de acto violento, y recordar que el compromiso del ISMujeres es impulsar políticas públicas para reducir las desigualdades, contribuir a que las mujeres ejerzan sus derechos a plenitud y garantizar su autonomía.

En fin, ya para concluir, diré que estas acciones, por su gran contenido, debieran merecer el reconocimiento generalizado de la sociedad y tornarse participativa para fortalecerlo

Más aun cuando lleva implícita una cero tolerancia.

Cuestión de tiempo.