• Madres, hermanas, esposas, hijas, sobrinas, tías, abuelas, encabezan la búsqueda de los más de 116 mil desaparecidos tan solo en México, según cifras oficiales, al mismo tiempo que sufren de criminalización, estigmatización y ataques.
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Estado de
México. - Alrededor de 30 personas desaparecen cada día en México, y sus
familiares, en su mayoría mujeres, asumen la búsqueda que le
corresponde al Estado, mientras enfrentan múltiples riesgos y violencias,
según un informe presentado este jueves por Amnistía
Internacional (AI).
El reporte
‘Buscar Sin Miedo‘sobre la labor de las mujeres buscadoras en las Américas,
particularmente en el contexto de violencia que afrontan
en México y Colombia, resalta la obligación fallida de los
Estados de buscar a las personas desaparecidas, pero también de proteger a
quienes les buscan.
“Son mujeres
que están dando la vida, que se están exponiendo a numerosos riesgos porque los
Estados no están cumpliendo su labor “, expuso a EFE la
directora ejecutiva de AI en México, Edith Olivares, quien
encabezó el evento en la víspera del Día Internacional de las Víctimas de
Desapariciones Forzadas.
Madres,
hermanas, esposas, hijas, sobrinas, tías, abuelas, encabezan la búsqueda de los
más de 116 mil desaparecidos tan solo en México, y 200 mil
en Colombia, según cifras oficiales, al mismo tiempo que sufren de
criminalización, estigmatización y ataques a su integridad física, como
asesinatos, desapariciones y amenazas.
Olivares
indicó que en México se ha documentado el asesinato de al menos 10
mujeres buscadoras, así como una desaparición, sin tener la mínima protección
del Estado.
“En muchos
países, sobre todo en la región de las Américas, es el propio Estado quien
desaparece a las personas o participa en las acciones de desaparición”,
alertó Olivares.
Entre otros
impactos, destacó que existe “un empobrecimiento muy agudo de las mujeres que
buscan porque dejan su trabajo remunerado para dedicarse 100 % a la búsqueda”,
además de que padecen graves afectaciones a su salud.
“Mujeres que
tienen hongos en las manos por el contacto con restos en las fosas, mujeres que
sufren desprendimiento de retina de tanto llorar por la búsqueda de su familiar
desaparecido “, señaló.
El informe
documenta el caso de ‘Hasta encontrarte ‘, un colectivo compuesto en 99 % por
mujeres que buscan a sus desaparecidos en el estado de Guanajuato, centro
de México.
Bibiana
Mendoza, quien busca desde 2018 a su hermano Manuel Ojeda Negrete, recordó
que ellas mismas crearon “una brigada de búsqueda de manera independiente, sin
ayuda de ninguna institución, de ninguna autoridad”, con la que han encontrado
a más de 2018 personas desaparecidas.
“Cada una de
esas 218 personas nos ha costado salir a caminar cerros, horas, días, noches,
esperar días enteros, madrugadas y dormir esperando a que las autoridades
exhumen cada una de esas personas ya sin vida para que puedan ser
identificadas”, recapituló.
Esta incansable
labor les ha puesto en el foco de grupos criminales que las han atacado, y tan
solo en Guanajuato han asesinado a seis mujeres por buscar a un
familiar desaparecido, advirtió Mendoza.
“Las
autoridades no reconocen que nos están asesinando por nuestra labor de
búsqueda, y siguen sin buscar a nuestros familiares desaparecidos “,
lamentó la buscadora.
Pero afirmó
que el miedo no va a detener su labor, por lo que llamó a las autoridades y a
la sociedad en general a protegerlas “para salir a buscar a quienes faltan”.
“Si
permitimos que nos sigan asesinando las buscadoras, ¿Quién va a estar aquí para
defender que no haya más personas desaparecidas y que todos ustedes que no
tienen un familiar desaparecido no pasen lo que nosotras el día de hoy estamos
pasando?”, agregó.
Andrea Torres
Bautista, representante de la Fundación Nidia Erika Bautista de Colombia,
coincidió en que las mujeres que buscan a sus desaparecidos a menudo afrontan
estigmatización y abandono del Estado, que obliga a las familias a buscar
justicia por su cuenta.
“Yo misma,
como abogada, he recibido amenazas por enfoque de género, que me han dicho que
como abogada me van a cortar los senos, me van a cortar la lengua”, compartió.
Por ello, la
defensora impulsó una ley “que protege los derechos de las mujeres buscadoras,
justamente para que no sean violentadas en el marco de la búsqueda y puedan
seguir ejerciendo esa función que debería ser del Estado”.