• Empresarios ocupan la zona que la ley les permite, pero se expanden a la zona marítima imposibilitando el libre acceso de las y los paseantes.
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La Paz, Baja California Sur.- Caminar por la orilla de la playa
Pichilingue, en la capital de Baja California Sur (BCS), es todo un reto cuando
sube la marea. Hay que rodear las mesas y sillas de los restaurantes, y los
camastros de los clubes de playa que además de ocupar el área de la Zona Federal Marítimo Terrestre (ZOFEMAT)
que es concesionable, se expanden dentro de la playa marítima.
Pero además,
hay obstáculos como topes hechos de piedra, postes de madera que juntos forman
una barrera. Recientemente también hay cercos de madera y de alambre conocido
como gallinero y hasta cintas con la
leyenda de “precaución” que hacen difícil, sino es que imposible el tránsito
por lo que parecieran ser propiedad privada, pero que en realidad son un bien
de uso común: la playa marítima y la ZOFEMAT.
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Libre
tránsito de la playa, un derecho mal tutelado
Desde hace
unos meses, el proyecto que se hace llamar, A Plein Soleil
que se describe como un club de playa y “sun deck”, desplegó una techumbre
rústica de madera e instaló de forma semifija sombrillas y camastros en la
playa marítima.
Además
delimitó su zona colocando una barrera de piedras y un barandal de madera. Por
lo que para caminar paralelo a la playa en esa zona hay dos opciones: ingresar
al mar o rodear por detrás todo el terreno que ocupa A Plein Soleil que se
encuentra cercado.
La Ley
General de Bienes Nacionales, en su artículo 8 establece que, el acceso a las
playas marítimas y a la zona federal marítimo terrestre no puede ser inhibido,
restringido, obstaculizado ni condicionado, salvo excepciones muy particulares.
Mientras que el artículo 45 BIS de la Ley de Desarrollo Urbano de Baja
California Sur señala que está prohibido impedir el libre tránsito y el acceso a
la Zofemat, terrenos ganados al mar, playas, o cualquier depósito de aguas
marinas.
“Cuando
existan accesos a las playas públicas, se prohíbe a los propietarios y
poseedores de inmuebles bajo cualquier título jurídico, así como a sus
familiares y empleados, impedir el libre tránsito y acceso a la zona federal
marítimo terrestre, terrenos ganados al mar, playas, o cualquier otro depósito
de aguas marinas”, señala la Ley.
El libre
acceso no solo se refiere a poder ingresar a la playa sino también el poder
acceder a ella horizontalmente, de acuerdo con la interpretación de Pavel
Castro Ríos, secretario general del Ayuntamiento de La Paz.
“El acceso
horizontal es el poder caminar a orilla de playa sin que nada te lo impida.
Pero hay zonas, como en Pichilingue, donde hay terrenos ganados al mar que
terminan invadiendo la Zofemat. Hay consideraciones para que algunas
concesiones ofrezcan servicios y puedan poner sombrillas o kayaks y lo puedan
rentar, pero sin impedir el paso, pero hemos visto que a veces los particulares
para vender la idea de propiedad instalan cordones, cercos o barandales más
permanentes que no tienen razón de ser. Estos excesos deben ser denunciados por
la ciudadanía y también debe haber vigilancia de la propia autoridad”, señaló
Castro Ríos.
Por lo tanto,
el acceso y el libre tránsito a la Zofemat como a la playa marítima es un
derecho. Por impedir, inhibir, restringir, obstaculizar o condicionar el acceso
a la Zofemat y playa marítima, la Ley General de Bienes Nacionales establece en
el artículo 154, que la sanción es una multa de entre tres mil y hasta doce mil
Unidades de Medida y Actualización (UMA).
El encargado
de verificar las concesiones es la Dirección General de Zona Federal Marítimo Terrestre y Ambientes
Costeros (Zofematac), mientras que vigilar, investigar y sancionar a
quienes incumplen con los términos de las concesiones o permisos es la
Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa).
Castro Ríos
señala que debería de haber una atención especial de la Profepa en La Paz para
atender la cantidad de denuncias que tienen lugar en las playas y así evitar su
privatización.
“Tenemos 127
playas nada más en el municipio de La Paz, y Profepa, que es una delegación,
tendrían que tener ciertas consideraciones más que en otras ciudades del país,
para atender el tema de playas, que es un tema sensible para nuestra sociedad y
cuidar que estos vacíos legales sean aprovechados por particulares, creyendo
que las playas son privadas, cuando no existe ese concepto. Las playas son
públicas por naturaleza y libres deben de ser siempre”, opinó Pavel Ríos.
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Los
límites de las concesiones en playa
Si bien, las
playas marítimas y la Zofemat son bienes de uso común y todas las personas
pueden usarlas sin restricciones, aquellos que quieran hacer un aprovechamiento
especial sobre este bien de uso común, requieren de una concesión, autorización
o permiso otorgado por la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales
(Semarnat).
Esta
concesión significa que se le concede a un particular el manejo y explotación
de un bien de dominio del Estado. Ser titular de una concesión sólo da derecho
a realizar algunas actividades económicas en la Zofemat, además de que los
bienes construidos y/o colocados en esta área solo pueden ser utilizados por
quienes así lo permita el concesionario, por ejemplo las áreas de camastros o
instalaciones turísticas.
La zona donde
está instalado A Plein Soleil, se encuentra concesionada bajo el expediente
813/BCS/2008 que indica una superficie autorizada de 997 metros cuadrados en
favor de un particular que posee una empresa cuyo objeto social es, entre otras
cosas, la prestación de
servicios de hospedaje, alojamiento temporal, glamping y tráiler park.
El Reglamento para el Uso y
Aprovechamiento de la Zofemat, establece
cuatro tipos de aprovechamiento: de protección, de ornato, para la actividad
económica primaria y general. Este último se otorga en superficies que se hayan
realizado construcciones con cimentación o donde se lleven a cabo actividades
con fines de lucro, como en el caso de A Plein Soleil.
La concesión
que le otorgaron es de uso general y tenía una vigencia de 15 años que vencía
en 2024, sin embargo, desde 2018 se solicitó una prórroga de concesión que le
fue otorgada y tuvo una ampliación a mil 227 metros cuadrados, pero se
desconoce la vigencia.
De acuerdo
con la descripción de uso de suelo, la concesión está autorizada para usarla
como restaurante, para prestación de servicios turísticos, instalación de
mobiliario de playa, stands de venta de alimentos, postes de madera, lonas,
iluminación, botes de basura, templetes o escenarios y estructuras de luz y
sonido.
Sin embargo,
todo concesionario debe cumplir las condicionantes que otorga el derecho de uso
por esa concesión, como lo es cumplir con el fin para el que fue otorgada,
realizar solo las obras autorizadas, no dañar ecosistemas, y pagar los derechos
por aprovechar y explotar la Zofemat, que en este caso es recaudado por el
departamento de Zofemat en el Ayuntamiento de La Paz.
De acuerdo
con el artículo 232 C de la Ley Federal de Derechos que establece el monto del
derecho a pagar, La Paz, pertenece a la zona IX a la que le corresponde pagar
28 pesos por metro cuadrado para protección u ornato, 0.199 para actividades
económicas primarias y $80.99 para uso general. Es decir que por la concesión
de mil 227 metros cuadrados, A plein soleil paga 99 mil 374 pesos anuales.
Sin embargo,
las concesiones, de acuerdo con el artículo 16 de la Ley General de Bienes
Nacionales, no crean derechos reales, sino que solo se otorgan en términos
administrativos y no se deben usar, explotar o aprovechar en perjuicio de
terceros.
Se puede
negar o revocar concesiones si se crea con la concesión un acaparamiento
contrario al interés social, e imponer una multa de entre tres mil y hasta doce
mil UMA a quienes por cualquier medio o acto impidan, inhiban, restrinja,
obstaculicen o condicionen el acceso a la Zofemat y playas marítimas, de
acuerdo con el artículo 154 de la misma Ley.
Para
denunciar el bloqueo, impedimento o condicionamiento para acceder, usar y
transitar libremente la Zofemat o la playa marítima, se puede hacer una
denuncia ambiental ante Profepa al teléfono 01 800 PROFEPA (01 800 776 33 72),
al correo denuncias@profepa.gob.mx y en la página de internet de la dependencia
www.profepa.gob.mx .
Otra forma de
denunciar y presionar socialmente es a través de un video o fotografía del
reporte en redes sociales etiquetando a Es Mi Playa, Mi Barrio y Metiches por
Naturaleza o enviándolo a través del WhatsApp 6122144930.
Esta es una colaboración con el colectivo Es Mi Playa, Mi Barrio.