Luego del resultado electoral ya de todos conocidos en donde la oposición integrada por el PRI, PAN y PRD obtuvo la peor parte contra las propuestas de Morena y sus aliados, que literalmente arrasaron los votos, vale la pena preguntarse qué será del futuro político de estos organismos derrotados y de sus militantes.

De entrada, está claro que en el caso el PAN el desastre que dejó la aún dirigente Lupita Saldaña que ahora también es diputada local plurinominal electa, tendrá serias dificultades para salir de esta lastimosa y penosa nueva condición que enfrentará la futura nueva dirigencia.

Lupita Saldaña dejó una pésima herencia a su sucesor o sucesora pues el balance final es sumamente adverso, un verdadero desastre para el blanquiazul que incluso precisamente por las pifias y caprichos de Saldaña Cisneros, perdieron el municipio de Loreto.

Sumamente complejo y difícil resultará que los futuros líderes panistas traten de reconquistar y reconvencer a una militancia ofendida y a una ciudadanía que en general que van de decepción en decepción.

Por su parte el PRI con la reciente y muy cuestionada reelección de su dirigente nacional Alejandro “Alito” Moreno tendrán que aguuantar una autocrítica severa y molesta que es la que tendrá que capotear el aún dirigente estatal Fabrizio del Castillo quien no ha aparecido públicamente prácticamente desde que fue nombrado candidato a la diputación local plurinominal que ostentará a partir del mes de septiembre.

Obviamente será muy complicado que estos dos dirigentes intenten sumar esfuerzos en la próxima legislatura por lo que a ambos organismos les resultará muy cuesta arriba tratar de armar una nueva propuesta política competitiva para el próximo proceso electoral que será en el 2027.

Por su parte el PRD se encuentra ante la posibilidad real de que las autoridades electorales federales determinen que no alcanzaron el mínimo legal de votos a nivel nacional, lo que generaría la posibilidad de que se establezcan como un partido local, pero solo hasta que se determine definitivamente que se perdió el registro nacional.

Los perredistas de Baja California Sur, tienen un potencial político que les permitirá contar con una regiduría en La Paz y una más en el municipio de Mulegé, por lo que estiman que a nivel local podrían ser una opción competitiva para próximos procesos electorales.

Nada fácil será el futro político inmediato de estos organismos que aún pasan por fuertes cuestionamientos de propios y extraños ante la imposibilidad de remontar los resultados electorales.

Hay otro sector de la sociedad integrados en partidos como Fuerza por México, el PRS, Partido Humanista y Laborista que tendrán que definir hacia donde dirigirán sus esfuerzos precisamente porque también lograron un mínimo número de votos.

Así que como resultado de las elecciones pasadas la configuración partidista en la entidad sufrió una sacudida de tal magnitud que obligará a reorganizarse y reestructurarse si en verdad están definidos y decididos a dar batallas electorales realmente competitivas y convertirse en verdaderas opciones para la ciudadanía.

Por lo pronto el PAN PRI y PRD no contarán con ninguna alcaldía, solo una diputación federal plurinominal y dos diputaciones locales también plurinominales que enfrentarán la gigantesca y aplastante fuerza política en que ahora se ha convertido la coalición integrada por Morena, PT, Nueva Alianza y Partido Verde en la entidad.

¡vaya reto!