• La judoca mexicana Prisca Awiti Alcaraz ganó medalla de plata para México en la categoría de 63 kg, la primera presea olímpica para México en este deporte. Este es el camino que la ha recorrido la deportista mexicana para llegar al podio olímpico en París 2024.
Ciudad de
México.- Prisca Awiti Alcaraz se quedó con la medalla de plata en el judo
categoría -63kg de Paris 2024, tras caer ante la eslovena Andreja Leski en
la final de judo. La mexicana hizo historia al ganar la primera presea para su
país en esta disciplina en Juegos Olímpicos. La segunda en esta justa
veraniega para México.
El abrazo
de Prisca con sus hermanos al terminar el combate selló un un día
inolvidable. Ellos bajaron de las escaleras corriendo para felicitar a su
medallista olímpica. La única hija de la familia se subió al podio
de París. Las lágrimas caían y el orgullo de la familia era evidente.
Durante la
premiación mexicana, Prisca sonreía, pero su hambre de más denotaba
que la alegría no parecía ser total, se quedó tan cerca del oro.
“Qué la
virgen de Guadalupe te acompañe. Ella está contigo”. Las últimas palabras que
la madre de Prisca le dio a su hija antes de que se tuviera que
concentrar para su semifinal. A lo que ella respondió “esa es mi madre
mexicana”. Y finalmente recibió la bendición de doña Lola.
De una
familia judoca, Awiti no podía ser ajena y se contagió de esta
pasión. Los cinco hermanos Awiti Alcaraz practican judo. Dos ya
retirados, tres en activo. Nacidos en Inglaterra y viviendo en
Londres, Prisca tuvo que estar lejos de su familia para convertir en
realidad este sueño. “No dudamos de ella, sabemos que lo va a conseguir”,
aseguró Filipo, el hermano mayor.
No todos los
seres queridos pudieron acompañar a la también medallista panamericana. En una
esquina de la Arena Champs de Mars, la madre, novio, amigos y el hermano más
pequeño disfrutaron de la semifinal y el combate por el oro. La emoción tras
conseguir el pase a la semifinal hizo a su gente llegar hasta las lágrimas. Y
en el combate final los aplausos no faltaron.
Dentro, en la
arena, los gritos de “Vamos México” y “Vamos Prisca” siempre
estuvieron presente durante los cinco combates que disputó la mexicana. Su
estilo y técnica se impusieron mientras fueron pasando las rondas. Y la
mentalidad, lo cual su coach define como su mayor fortaleza, jugó un papel
transcendental en esta presea olímpica.
Desde México hasta
Londres, la hazaña será celebrada. Y el nombre de Prisca Guadalupe Awiti
Alcaraz ya está escrito con letras de gloria para la historia del deporte
mexicano.