Muy buenos días estimable Lector, gracias, muchas gracias por continuar prefiriendo este su Diario El Independiente.
Inicio esta
columna comentando a Usted; absolutamente todos los partidos políticos deben
aplicarse para propiciar una “Nueva cultura de confianza en la sociedad, el
compromiso una vez más reiterado de lucha en contra la corrupción de todos
aquellos militantes que funjan como funcionarios públicos y legisladores. La
deshonestidad de algunos militantes de las organizaciones políticas y la falta
de aplicación de sus estatutos ha sido un factor fundamental para el deterioro
de la imagen del partido.
Por ello, es
imperante reprobar hechos y conductas que lastimen la imagen y credibilidad del
partido, razón por la cual hoy se tendrá que exigir el cumplimiento cabal de
sus encomiendas, a los representantes populares y servidores públicos electos y
designados, actualmente el pueblo se manifiesta porque su desempeño sea de
calidad, eficiencia y vocación de servicio, pues la improvisación, el
oportunismo político, las decisiones para beneficio personal o de grupo, no
deben, ni pueden estar por encima ni de los intereses populares, ni de los
principios y valores que les han conferido los partidos políticos. En este
sentido los servidores públicos emanados de los partidos políticos deben dar
ejemplo de honorabilidad en el ejercicio de las funciones y solvencia moral en
su desempeño.
Pasando a
otro tema: Considero que lo fundamental es recuperar la credibilidad de la
sociedad mexicana en la función jurisdiccional. Por ello las autoridades
tendrán que alertar y modificar acciones sustantivas de manera que las
instancias, más que incrementar competencias, puedan cumplir eficaz, honesta y
eficientemente las tareas que se les han confiado y rendir cuentas a la
ciudadanía sobre su gestión. En ese sentido deben estar encaminadas las
propuestas de reforma del Poder Judicial.
Actualmente
es necesario que los jueces y magistrados cuenten con suficientes medios
legales, los recursos técnicos y los elementos materiales para que su función
se manifieste con alta dignidad de quienes aplican la ley con el fin de
preservar el imperio del Derecho y evitar la corrupción en todas sus
vertientes, tienen que llevar en mente que deben atenderse igualmente los
reclamos de la justicia, en los ámbitos laboral, agrario, administrativo,
civil, mercantil, familiar y ambiental.
En este
sentido: los órganos que imparten justicia en el ámbito federal se ubican
fundamentalmente en el poder judicial de la federación, conformado para el
ejercicio de la función jurisdiccional por los juzgados de Distrito, los
tribunales unitarios y colegiados de circuito, el tribunal electoral y la
suprema corte de justicia de la Nación. Y en la esfera administrativa, la Junta
Federal de Conciliación y Arbitraje, así como el Tribunal Agrario. En el ámbito
estatal destacan los tribunales de justicia. En cumplimiento del mandato
constitucional, dichos órganos están obligados a impartir justicia de manera,
completa e imparcial. Esos son los criterios indeclinables que rigen su
actuación.
Concluyo:
Cada acto del ejercicio del poder debe ser respeto de la Norma Jurídica, y debe
ser realizado dentro del Estado de Derecho, que se finca en el reconocimiento
de un orden jurídico que es producto de la voluntad general, y sustento de la
legitimidad del propio poder público. Garantizar a todos seguridad y certeza
legal, la aplicación expedita de la Ley, el funcionamiento de un poder judicial
autónomo, imparcial, honesto y eficientes deben ser pilares del Estado de
Derecho.