• El año con más eventos de agresiones documentados es 2022, de acuerdo con el Centro Mexicano de Derecho Ambiental.
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Estado de
México. - Un total de 102 ambientalistas han sido
asesinados durante el Gobierno de Andrés Manuel López Obrador, iniciado el 1 de
diciembre de 2018 y que cerrará el próximo 30 de septiembre, informó este
miércoles, Día Mundial del Medio Ambiente, el Centro Mexicano de Derecho
Ambiental (Cemda).
“Hay
un total de 102 personas defensoras asesinadas durante la administración del gobierno
actual”, sentenció la representante de la organización no gubernamental Itzel
Arteaga en el foro “Situación de las y los defensores ambientales”, celebrado
en Toluca, Estado de México.
Así,
en 2018 se registraron 21 agresiones letales, una cifra que bajó hasta las 15
para 2019; en 2020, se elevaron a 18 y, para 2021, la tendencia al alza
continuó con 25 casos, que se redujeron a 24 en 2022.
Solo
en el año pasado, se reportaron un total de 123 agresiones hacia este
colectivo, 20 de las cuales fueron letales.
“Hemos
visto que el año con más eventos de agresiones documentados es el 2022, donde
notificamos 197 eventos”, detalló, aunque puntualizó que 2017 fue el curso en
que más muertes se reportaron desde que la organización tiene registros.
Estos
datos convierten a México en uno de los países “más letales” del mundo para ser
ambientalista, junto a Colombia y Brasil, según la organización Global Witness.
Durante
el conversatorio, que se llevó a cabo en la Biblioteca del Poder Legislativo
estatal, se expusieron diferentes casos de persecución y asesinato de líderes
ambientalistas, como el de Álvaro Arvizu, miembro fundador del Centro para la
Sustentabilidad Incalli Ixcahuicopa (Centli), quien falleció tras sufrir un
ataque en 2023, crimen que aún sigue impune.
Uno de los
ejes del coloquio organizado por el Centro de Derechos Humanos Zeferino
Ladrillero (CDHZL) giró en torno a las consecuencias que han tenido sobre el
medioambiente y las comunidades locales los megaproyectos abanderados por López
Obrador, como el Tren Maya o el Corredor Interoceánico del Istmo de
Tehuantepec.
La
diputada estatal por Morena, Beatriz García, justificó estas grandes
infraestructuras con el desarrollo económico derivado: “Hasta ahora en México
solamente se había visto al sur como mano de obra (…), nunca habíamos tenido un
desarrollo económico como el que hoy se está impulsando”.
La
política acusó a la oposición de estar detrás de las protestas y a usar la
lucha medioambiental en su beneficio: “Más que un tema medioambiental, es un
golpeteo político”, declaró.
Paralelamente,
el gerente de Derechos Humanos del Cemda, Felipe Romero, situó la mayoría de
casos de estigmatización a ambientalistas “concentrados en la región sur del
país”, donde se desarrollan los proyectos mencionados.
Por otra
parte, los participantes del conversatorio mandaron deberes para la futura
presidenta de México, Claudia Sheinbaum.
“Lo que
esperamos es que se puedan abordar varios pendientes que existen en materia
ambiental”, anheló Romero.
Según su
radiografía, estos se vinculan con la gestión del agua, así como la protección
de activistas o el abordaje de los megaproyectos para que se ejecuten “con
respeto a los derechos de las comunidades”.
En este
sentido, el activista y abogado Mario Cardozo ofreció consejos para garantizar
los derechos de los activistas, principalmente orientados a conseguir un
“abordaje integral” que contemple, además de la protección, la prevención de
posibles persecuciones.
A pesar de
esta situación, el director del CDHZL, Antonio Lara, se comprometió a “seguir
cambiando el mundo”.
“Estamos
fastidiados de que propongamos dignidad, libertad y vida y la gente del poder
nos ofrece cárcel y muerte. No estamos dispuestos a aceptarlo y, por lo tanto,
nos seguiremos organizando”, aseveró.