Muy buenos días estimable Lector, gracias, muchas gracias por continuar prefiriendo este su Diario El Independiente.
Inicio esta
columna comentando a Usted; Concluyó el proceso electoral 2023-2024, en donde
todos los partidos políticos a nivel Nacional tuvieron así y aquí, la
oportunidad y la necesidad que son y pueden seguir siendo los organismos
idóneos para encausar a la ciudadanía y librar nuestra democracia de vaivenes
sociales. Porque lo sociedad reclamo un sistema de partidos competitivos que
respondieron a la pluralidad social ofreciendo la posibilidad efectiva de
decidir entre distintas opciones políticas que pudieran elevar la calidad de la
vida democrática y construir buenos y mejores gobiernos.
Sin embargo,
en mi opinión y creo en la de Usted, también aún existen resabios de
intolerancia y diversos vicios, tan en la mayoría como en las oposiciones.
Dejar que estos predominen pueda enturbiar un futuro prometedor. Todos los
partidos políticos deben entender que el papel de la mayoría es gobernar, pero
que esta implica respetar las oposiciones, a su vez estas deben de entender,
que su papel no radica en la manera confrontación, ya que una oposición
constructiva hace gobierno, también gobierno al influir en ocasiones y formas
determinantes, consolidan la democracia en un régimen responsable y plural de
partidos.
Bajo este
contexto; un proceso electoral, no se inicia ni termina el día de la votación,
el día de las elecciones, necesariamente es un punto importante, culminante,
del proceso electoral, pero nos interesa también las soluciones de los
problemas económicos de nuestro País, con el propósito de que se resuelvan las
demandas de los trabajadores, los campesinos, y las clases populares.
En este
sentido; los procesos electorales son los momentos políticos por excelencia, en
ellos los candidatos se convierten en electores y con su voto aprueban o
conservan la actuación de todos los gobiernos, por ello, debemos respetarlos
escrupulosamente, porque la modernización política de México así lo exige, toda
duda, sospecha, o supremacía sobre los procesos electorales nos perjudican a
todos los mexicanos. El pasado 2 de junio vivimos un proceso electoral
clarificado y claro, transparente en todas sus etapas, y a término del proceso
donde todos los mexicanos fuimos corresponsables, avalando precisamente con su
prestigio cada uno de los pasos electorales. Los partidos políticos trabajaron
decididamente para cerrarle el paso a la intransigencia, a la intolerancia, la
denostación y a los escenarios perversos de la negociación al margen de la Ley.
Concluyo:
Certidumbre en la política, significa fortalecimiento de nuestra democracia,
respeto absoluto al voto, legalidad en todas las fases del proceso electoral,
pleno respeto a los ciudadanos y a los partidos, militantes y simpatizantes.