Mientras que el proceso político electoral está prácticamente ya en su última etapa, una vez realizado el tercer y último debate presidencial, así como el debate entre candidatos a la alcaldía de La Paz, en Los Cabos, el alcalde Oscar Leggs, desborda cinismo e impotencia la saber que ya no será candidato a la reelección.

Oscar Leggs intenta sin éxito, levantar la bandera del puritano y casi “santo” actor político al señalar que “no podemos permitir que la corrupción y la traición se vuelvan norma en nuestra sociedad”.

En un comunicado publicado en su perfil en redes, Leggs afirma con aquella frescura del cínico y desvergonzado que “es momento de levantarnos y exigir un cambio real donde la transparencia y honestidad, sean los pilares de nuestro sistema político”.

Viniendo del cuestionado acalde Oscar Leggs, estas palabras suenan más huecas y falsas que nunca.

Exigir transparencia, honestidad y no corrupción desde la alcaldía que aún no aprueba sus cuentas públicas que no ha podido comprobar dónde quedaron casi mil 500 millones de pesos de dinero federal y que aún mantiene una larga fila de acreedores, es definitivamente un insulto a la inteligencia colectiva.

A prácticamente diez días de que concluya el proceso de proselitismo estas expresiones del alcalde Oscar Leggs, dejan en claro la frustración y el enorme malestar que refleja el no haber logrado ser candidato de su partido el PT coaligado con Morena a la reelección.

Parece más que otra cosa, una despedida anunciada para sumarse a otro proyecto político, que según se ha especulado, pudiera ser el que encabeza Ernesto Ibarra que es el abanderado de la coalición que encabezan el PAN, PRI y PRD.

¿Pero acaso no sería peor el remedio que la enfermedad, llevarse a las filas del frente opositor a un político como Oscar Leggs, con una estela de negativos y que a leguas se nota que es más falso que una moneda de tres pesos?

Un alcalde en funciones que no ha permitido, aún que le revisen cómo están los manejos del dinero que pasó por la Tesorería, Oficialía Mayor, Obras Públicas y por supuesto de la limitada, mediocre, torpe y fallida Dirección de Comunicación Social.

¿Cómo entonces, con estas enormes fallas en una administración municipal, super cuestionada, llegar a suponer que hay calidad moral y política para exigir “transparencia y no corrupción”?

Cada vez más solo y confrontado hasta con su candidata presidencial, Claudia Sheinbaum, Oscar Leggs Castro se encuentra definitivamente en el ocaso de una carrera política en la que está a punto de entrar a la disyuntiva de resolver entre ir a su casa o a explicar en tribunales judiciales qué pasó con tanto dinero “extraviado”.

Es evidente que si su intención de Leggs es evitar que el partido al que todavía pertenece no gane la próxima elección, podrían entender sus exigencias que por cierto, de su parte, nunca fueron acompañadas de acciones concretas.

Está claro que la cola está larga que la lengua.

Por lo pronto, luego de los debates, se observa que Christian Agúndez avanza por la alcaldía cabeña, y queda claro la cerrada competencia por la alcaldía de La Paz entre Rigo Mares y Milena Quiroga, en un proceso electoral que se aproxima ya a las elecciones una vez que se realicen los respectivos cierres de campaña en todos los municipios y distritos locales y federales de la entidad.

Ya veremos qué sucede en los próximos días.