• Informe advierte sobre la participación del crimen organizado en el tráfico de pez Totoaba así como su infiltración en las cadenas comerciales de pescados y mariscos en México.
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Estado de
México. - El Tercer Informe Mundial sobre los Delitos contra la Vida Silvestre,
advierte sobre la participación del crimen organizado en el tráfico de pez
Totoaba en el Alto Golfo de California y su infiltración en las cadenas
comerciales de pescados y mariscos en México.
El estudio
elaborado por la Oficina de Naciones Unidas Contra la Droga y el Delito (UNODC,
por sus siglas en inglés), presentado hoy en Viena, alerta que el comercio
ilegal de vida silvestre en 162 países y territorios, afecta a alrededor de
cuatro mil especies de plantas y animales, lo que quedó de manifestó con
incautaciones realizadas en el período 2015-2021.
“Muchas de
las más de cuatro mil especies afectadas por el tráfico de vida silvestre
podrían desaparecer pronto frente a nuestros ojos. Necesitamos medidas
específicas y eficaces para frenar la oferta y la demanda”, indicó Ghada Fathy
Waly, directora ejecutiva de la UNODC.
El Informe
Mundial de 169 páginas, establece que el tráfico de especies persiste en todo
el mundo a pesar de dos décadas de acciones concertadas a nivel nacional e
internacional.
“Hay signos
de progreso en la reducción de los impactos del tráfico para algunas especies
icónicas, elefantes y rinocerontes, con resultados positivos gracias a la
combinación de esfuerzos tanto del lado de la demanda como de la oferta. Sin
embargo, la evaluación de la UNODC, con las pruebas disponibles no aporta
signos de esperanza de que el tráfico de vida silvestre en general se esté
reduciendo sustancialmente”, reconoció.
La Oficina de
Naciones Unidas Contra la Droga y el Delito, destacó que más allá de la amenaza
para la conservación inmediata de las especies, las reducciones en las
poblaciones causadas por el tráfico de vida silvestre pueden desempeñar un
papel importante para socavar funciones y procesos en los ecosistemas que les
ayudan a hacer frente al cambio climático.
“Los delitos
contra la vida silvestre también amenazan los beneficios socioeconómicos que
las personas obtienen de la naturaleza, ya sea como fuente de ingresos, empleo,
alimentos, medicinas u otros valores”, subrayó.
El reporte
agregó que los grupos del crimen organizado transnacional están activos en
algunos mercados ilícitos de vida silvestre, donde explotan las inconsistencias
y debilidades en la regulación y la aplicación de la ley, cambiando sus métodos
y rutas para evitar caer en manos de las autoridades. “La corrupción también
desempeña un papel clave en la socavación de la regulación y las acciones de
aplicación contra el comercio de vida silvestre”.
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Situación en
México
En el caso
específico de nuestro país, el Tercer Informe Mundial sobre los Delitos contra
la Vida Silvestre, resaltó que existen estudios que examinaron cómo y por qué
los cárteles de la droga se involucraron en la pesca ilegal y el comercio de
vejigas natatorias o buches de pez Totoaba, utilizadas como medicina y alimento
en Asia.
“Esta
diversificación parece haber comenzado como una relación de poder territorial
con las comunidades costeras involucradas en la pesca de Totoaba, para después
desarrollar una línea complementaria de negocio ilegal, empleando métodos y
rutas de contrabando establecidos con la corrupción asociada, que previamente
utilizaban para el trasiego de narcóticos”, explicó.
La UNODC,
señaló, por otra parte, que las ganancias de una amplia gama de pesquerías
comerciales atraen la participación de grupos del crimen organizado.
“La
investigación basada en entrevistas con funcionarios en México reveló que
grupos del crimen organizado en el país se habían infiltrado en las cadenas
comerciales de pesca tanto legales como ilegales, con un control significativo
sobre las operaciones”, manifestó.