• Se acorta el tiempo de proselitismo electoral, poco ánimo participativo de la población. • Intentos de debate sin contundencia y emotividad en los mensajes. • Candidatos y asesores requieren afinar discursos y “despertar” a los futuros votantes
Para la
próxima semana estaremos justamente a un mes de que concluya el actual periodo
de campaña con miras a las elecciones del 02 de junio y donde la población se
prepara ya para elegir a sus futuros representantes populares.
En una
campaña que en general ha sido de bajo nivel anímico, con escaso entusiasmo de
la población en general y con actividades de los candidatos un tanto apacibles,
es casi seguro que ya se endurezcan los posicionamientos aún más que los
registrados esta semana.
Se ha movido
poco el ánimo de la población comparado con otras elecciones intermedias en la
entidad, lo que por supuesto llama la atención.
Esto puede
provocar que los últimos días de proselitismo se pretenda levantar ese ausente
ánimo de la población con expresiones más directas de candidato a candidato de
partido a partido, lo cual hasta ahora no se ha registrado como sucedió en
anteriores contiendas.
Por la razón
que sea aún no se observa a una población bien involucrada en este proceso
tanto en la búsqueda de las alcaldías como de las diputaciones locales y
federales esto a pesar de que hay una campaña presidencial que en la entidad se
observa demasiado distante, vaya, las principales candidatas presidenciales aún
no visitan la entidad.
Salvo el
ánimo festivo que se observa en la campaña de Christian Agúndez en Los Cabos y
las ya penosas expresiones viscerales del aún alcalde cabeño Oscar Leggs, en el
resto de la entidad y principalmente en La Paz, los discursos en general han
sido cautelosos con una prudencia fuera de lugar que no deja que las simpatías
se desborden.
Desde luego
que es posible que la desesperación haga presa de los diversos equipos y al
final de la contienda intenten llevar mayores simpatías, pero esto puede ser
demasiado tarde.
Vale decir
que las campañas requieren de involucrar más a la población lo que no ha
sucedido hasta ahora como se esperaba. El riesgo es que el porcentaje de
votación puede ser muy bajo.
Este jueves
por ejemplo se realizó un primer intento de debate radiofónico en donde una vez
más faltó la contundencia de los señalamientos que, aunque estuvieron quizás
cargados de datos técnicos reales, carecieron de la carga emocional que mueva a
que el futuro votante se involucre más en el proyecto de su preferencia.
La emotividad
y contundencia estuvieron ausentes.
Los mensajes
fríamente leídos dejaron mucho que desear.
A la
morenista Milena Quiroga le tundieron todos, principalmente de parte del
panista Rigo Mares, pero la alcaldesa con licencia, logró mantenerse firme en
su estrategia de no caer en la provocación,
Por supuesto
habrá otros esfuerzos similares en donde se espera que la parte emotiva de los
mensajes requiera mucha más atención de candidatos y asesores. Ya veremos.
Así que por
lo pronto, ya se prepara la fase final de esta etapa de proselitismo en donde
la población tendrá la oportunidad histórica de elegir alcaldes, diputados
locales y federales, senadores y por supuesto presidenta del país.
Ya veremos
cómo evoluciona este proceso.