• Desesperado y mal asesorado, sumado a una pírrica, pobre limitada, mediocre y costosa defensa en medios de comunicación, el “honorífico Dr.” Oscar Leggs, pide licencia al cargo. • El ex diputado Ariel Castro, renuncia a la secretaria general del ayuntamiento cabeño. Se espera se sume a la campaña de Christian Agúndez. • Mientras tanto las campañas siguen su curso. Faltan seis semanas para que concluyan.
Mientras que
todos los candidatos a la totalidad de las alcaldías de Baja California Sur,
realizan sus respectivas campañas paran llevar sus propuestas a la población,
el “Honorífico Dr.” Oscar Leggs Castro, aún presidente municipal de Los Cabos,
se niega a aceptar lo que por varias vías ya le han hecho saber: Que no es ni
será abanderado para repetir en el cargo.
Leggs Castro
y un puñado cada vez más reducido de colaboradores, está aferrados a lograr que
por lo menos Morena, lo haga candidato a la alcaldía que hoy encabeza y buscar
esta posición separado de la alianza con el Partido del Trabajo.
Por supuesto
a estas alturas esto es una verdadera utopía que tiene más características de
capricho ante la impotencia de no convencer ni a la clase política en general,
las dirigencias nacionales y estatales de los partidos que integran la alianza
“sigamos haciendo historia”, ni el aval de los tribunales electorales.
Ante esta
adversidad que ahora experimenta el “Dr.” Leggs, este martes se vio forzado a
pedir licencia a su cabildo para separarse del cargo por espacio de quince días
y lanzarse a la sede de los tribunales electorales fuera de la entidad con la
esperanza de lograr la tan ansiada candidatura.
Al mismo
tiempo el alcalde y su cabildo registraron la renuncia al cargo de secretario
general del ayuntamiento del exdiputado local, Ariel Castro quien lo más seguro
es que se sume a la campaña de Christian Agúndez, candidato oficial a la
alcaldía cabeña de la coalición que conforman Morena, PT, Partido Verde y Nueva
Alianza.
Desesperado,
desacuerpado y cada día más mal asesorado, que se suma a una pírrica, pobre
limitada, mediocre y costosa defensa en medios de comunicación, Oscar Leggs ya
experimenta la angustia de la incertidumbre política que provocaron sus pésimas
decisiones.
Responder a
la Auditoría Superior de la Federación sobre el verdadero destino de casi mil
500 millones de pesos, que no se sabe en qué se gastaron, así como atender a
una fila cada vez más grande de proveedores convertidos en acreedores, es parte
de lo que tendrá que enfrentar en dos semanas cuando regrese de la ausencia que
partir de este martes se le autorizó.
Por supuesto
que se han borrado los rostros de triunfalismo y soberbia de muchos que ahora
tendrán que hacer maletas y en algunos casos hasta tramitar amparos judiciales
por aquello de las
dudas. Por
supuesto eso será cuestión de conciencia de cada uno de los aún funcionarios
que saben que las cosas se pueden tornar muy adversas.
Nadie
cosechará nada que no haya sembrado y en Los Cabos, Oscar Leggs así como
cercanos colaboradores y sobre todo colaboradas, sembraron con mucho ahínco,
verdaderas tormentas y tempestades políticas.
Políticamente
cada día más solo, Leggs hará ilusamente, un último intento de ser candidato a
la reelección avalado por la dirigencia nacional de Morena, lo que por supuesto
está muy cuesta arriba, así que además de la debacle política de este osado y
altanero grupo político, si acaso, se tendrán que refugiar en la casa de
Migriño, convertida ahora, en menos de dos años, en un verdadero búnker.
Así que
mientras que al alcalde cabeño y sus ya pocos fieles seguidores cavan su tumba
política el resto de los candidatos oficiales, entre ellos, por supuesto
Christian Agúndez, realizan sus actividades proselitistas sin mayores
contratiempos precisamente para no perder tiempo en una campaña que ya le
quedan solo seis semanas de actividad.
Veremos en
qué termina la obsesión política de Leggs Castro, convertida ya en una
verdadera tragicomedia.
Ya veremos.