Muy buenos días estimable Lector, gracias, muchas gracias por continuar prefiriendo este su Diario El Independiente.
Inicio esta
columna comentando a Usted; Hoy todos los partidos políticos y sus candidatos a
diferentes puestos de elección popular, requieren la unidad y la disciplina
porque son hermanas inseparables. Un partido son unidad y sin disciplina sería
un contrasentido. Pero deben ser dispuestas y consentidas, no impuestas, no
lanzadas desde arriba. La unidad y disciplina pasan, necesariamente, por los
caminos de la legalidad interna estatutaria y por los senderos de la democracia
interna; con legalidad y con unidad permanecerán unidos en la disciplina
necesaria, como siempre, en todo partido político.
Considero
que, dentro de todos los partidos políticos, todos, todos, sus militantes
pueden discrepar dentro del partido. Fuera del partido nada, ni mucho menos
contra los partidos, recuerden que son miles de elecciones en todo el País y
tienen el deber de ganar esas elecciones. Se postularán miles y miles de
candidatas y candidatos entre propietarios y suplentes por la vía electoral,
política, ideológica y por la vía de las urnas, tienen el deber con unidad
reforzar a sus partidos en las urnas, no en las declaraciones políticas ni en
la retórica que a ningún lugar lleva.
En este
sentido: un partido moderno no es el que muda sus principios según la moda;
tienen que enriquecerlos, ampliarlos, hay que revisarlos. Pero desde luego,
afirmarlos a compasarlos a las realidades nuevas de nuestro México actual y a
las realidades nuevas del mundo. Con estrategias que demanden certidumbre y
credibilidad con el fin de recuperar el poder presidencial, gubernaturas,
senadurías, diputaciones federales, Estatales y presidencias municipales.
Ustedes como partidos y candidatos representan la voluntad de muchas y muchos
militantes y simpatizantes que realmente quieren trabajar, de aquellos que
empeñan sus sueños en la transformación por un México diferente, por un México
de mayor certidumbre, por el futuro de mayor progreso y bienestar económico,
político y social.
Abran las
puertas de sus partidos a aquellos que se fueron, porque los invadió la
desesperanza, la falta de oportunidades, porque la incapacidad y la
negligencia, provoco que nuevos militantes se autoexcluyeran o desertaron.
Reconozcan que el País ha cambiado, que los partidos políticos tienen que
actualizarse y cambiar. Perciban y asuman las exigencias de esta transición
social, política y económica, en la que actualmente vivimos. En ustedes esta
que se realice el cambio que todos los mexicanos están esperando.
Concluyo: El
próximo 2 de junio se trata de una votación individual, libre y secreta, siendo
un acto de conciencia, de dialogo interno y una decisión responsable, para
fundar colectividad y democracia. “Voto libre sin mandato imperativo, voto
libre para dar mandato vigoroso y fundar la acción colectiva y democrática”.
Solo así cada voto que se emita se colocara en la tribuna de la Historia.