Muy buenos días estimable lector gracias, muchas gracias por continuar prefiriendo este su Diario El Independiente.
Inicio esta
columna comentando a Usted; Baja California Sur es uno de los Estados de la
República Mexicana que este año organizo elecciones Locales, conforme a nuestra
Constitución Estatal, habrán de renovar el próximo 2 de junio la totalidad de
los ayuntamientos y el Congreso Local. En virtud de los tiempos electorales en
las que todas las fuerzas políticas cuentan con candidatos, hago la siguiente
reflexión, más sobre el entorno político electoral del Estado que sobre el
propio proceso electoral.
Analizar la
realidad electoral del Estado, implica valorar algunas circunstancias: Las
preferencias tradicionales del electorado; el papel que han jugado
absolutamente todos los partidos políticos antes, durante y después de la
elección, el desempeño de las autoridades electorales y la intervención de
algunos factores sociales como por ejemplo los medios de comunicación. Vayamos
por partes. Las elecciones en el Estado de Baja California Sur, tanto locales
como federales, tradicionalmente se han desarrollado en un clima de paz social.
Desde la instalación de los órganos electorales hasta la resolución de las
controversias suscitadas con motivo de la jornada electoral, pasando por la
selección de candidatos y las campañas, nunca ha habido trastornos sociales o
perturbación de la Paz Publica.
En este
contexto: Los resultados electorales, salvo aislados y fracasados intentos de
inconformidad, han sido acatados pacíficamente por los partidos y sus
candidatos. Esta circunstancia habla por si misma de la madurez política de la
sociedad Sudcalifornianas, pero además dice mucho de la civilidad de los
partidos y sus candidatos con el respeto a la legalidad de las autoridades,
previos o posteriores son virtualmente desconocidos. En este sentido; la
civilidad es una de las constantes de los procesos electorales en Baja
California Sur, por lo que las posibilidades de que se genere un ambiente de
conflicto electoral durante el proceso o con posterioridad a él es casi nula.
Como ya dije, en el Estado no existen antecedentes en este sentido, pero además
la madurez con la que se conducen los actores políticos y la ciudadanía
descartan contingencias de esa naturaleza, inclusive ante un escenario con
resultados electorales cerrados. Aquí es necesario advertir la importancia que
en el desarrollo del presente proceso, tienen las autoridades electorales.
El actual
Congreso Estatal Electoral así como los integrantes del Tribunal Estatal
Electoral, gozan de reconocido prestigio social y moral. Todos han sido
avalados unánimemente por las fuerzas políticas, lo que disuelve posibles
señalamientos de parcialidad. En nuestro Estado de Baja California Sur,
nuestras autoridades
electorales
son un árbitro independiente, confiable e imparcial, porque están interesados
en el desarrollo del proceso no en sus resultados, porque les preocupa que se
encuentren bien los votos, y que gane las elecciones simplemente quien consiga
más votos.
Concluyo: A
lo anterior hay que sumarle el hecho de que todos los partidos políticos están
representados en el consejo Estatal Electoral y vigilan la transparencia de
todas las etapas del proceso, que además hay organizaciones de ciudadanos
interesados en la pulcritud de las elecciones, medios de comunicación masivo
abiertos y atentos al desarrollo del proceso y una opinión publica regional
plural pendiente de los asuntos electorales. Con ello las expectativas de
triunfo están para todos los partidos políticos.