Antes contaminaban el aire, dejan de hacerlo, pero ahora contaminan el mar, advierte CEMDA.
Fotogalería
La Paz, Baja California Sur.- La industria de cruceros ha incorporado depuradores para aminorar los índices de contaminación que emiten a la atmósfera, el desafío de evitar daños al ambiente ahora se ha trasladado al mar ante las descargas de aguas de lavado de estas embarcaciones. En La Paz, Baja California Sur (BCS), es uno de los epicentros del turismo marino en México, expertos y representantes de la industria debaten las medidas y secuelas que la llegada de este tipo de embarcaciones provoca.
"La preocupación global por reducir la contaminación del aire que producen las embarcaciones se ha convertido en polución marina. La regulación estaba destinada para reducir las emisiones de gases a consecuencia de la combustión que realizaban las embarcaciones. Para poder cumplir con esto y no tener que pagar por combustible más bajo en azufre (y más costoso), les dieron chance de instalar sistemas de depuradores de limpieza de gases para que reduzcan las emisiones. Pero ahora tienes este otro problema de que los que usan sistemas abiertos están contaminando el ambiente marino entonces en lugar de estar contaminando la atmósfera ahora estás impactando el ambiente marino también”, señaló Sarahí Gómez, coordinadora de investigación para la oficina noroeste del Centro Mexicano de Derecho Ambiental (Cemda).
Los depuradores a bordo tienen la función de eliminar el azufre. Del proceso resultan aguas de lavado ácidas que son tóxicas para las especies marinas y que acidifican los océanos, de acuerdo con información del Instituto de las Américas, que señala que de los 3 mil 628 buques con depuradores a finales de 2020, el 34% eran cruceros.
“Un crucero por el Golfo de California te acercará a numerosas ciudades como La Paz, Cabo San Lucas, Loreto o San José del Cabo. Si te atreves a explorar nuestros cruceros por Baja California Sur podrás descubrir por qué esta región es uno de los destinos más preciados de Norteamérica”, ofrece una agencia de viajes desde 7 mil hasta 100 mil pesos partiendo de Los Ángeles o San Diego.
Baja California Sur espera recibir alrededor de 220 cruceros como estos durante 2024, informó en entrevista Arturo Musi Ganem, presidente de la Asociación Mexicana de Cruceros.
16 llegarán al puerto de Pichilingue en La Paz y aunque son menos cruceros que los años anteriores, Musi Ganem rechaza que se trate de un indicador negativo, ya que La Paz estará recibiendo embarcaciones más grandes y con un promedio de dos mil pasajeros por crucero.
Los cruceros que llegan a La Paz, regularmente, provienen de Cabo San Lucas, cuyo origen es Los Ángeles o San Diego.
En La Paz hacen una parada de aproximadamente 10 horas y después se dirigen a Mazatlán o Puerto Vallarta y regresan a su lugar de origen.
El problema de la presencia de cruceros en La Paz, desde el punto de vista de Sarahí Gómez de Cemda, tiene que ver con aquellos que tienen depuradores con un sistema abierto y que, por lo tanto, liberan las aguas de lavado en los océanos.
“Las emisiones atmosféricas y los efluentes de los depuradores de diez buques que permanecieron durante largos periodos de tiempo en la bahía de La Paz durante la pandemia liberaron hasta 108 mil 760 toneladas de CO2 y vertieron en conjunto más de 8 millones de m3 de aguas de lavado, equivalentes a tres mil 224 piscinas olímpicas”, de acuerdo con un estudio hecho por el Institute of Americas.
Musi Ganem asegura que los cruceros cumplen con todos los requerimientos que exige la Organización Marítima Internacional (OMI) y que están bajo supervisión muy estricta para evitar cualquier derrame de aguas residuales o aceitosas. Sin embargo, desconocía cuántos de los cruceros tenían sistemas abiertos y cerrados por ser un tema muy técnico, pero dijo que quienes cuentan con sistemas abiertos hacen las descargas en aguas internacionales en el trayecto.
“En los puertos por pronto de aquí del Pacífico mexicano, en ninguno tienen desechos, ni lavan las chimeneas, ni hacen descargas. Estas se hacen de acuerdo a la OMI que lo autoriza durante aguas internacionales y en el trayecto, y sólo lo que permiten. Entonces, si los barcos hacen ese tipo de descarga de lavados para bajar el azufre, pero lo hacen en aguas internacionales o en lugares donde reciben ese tipo de descargas”, aclaró.
Para Musi Ganem las estimaciones del estudio “fueron un supuesto y no son ciertas” debido a que no se muestra ninguna prueba de lo que asevera. “Ellos pensaban que los barcos se quedaron ahí meses estacionados (en la pandemia), que no es cierto. Pero en fin, ya traían una línea de decir; había interés en decir de que contaminaban”.
En lo que todos los sectores coinciden es en que las descargas se hacen en el mar. El informe del Consejo Internacional de Transporte Limpio (ICCT, en inglés) en 2020 determinó que el 85% del total de los depuradores instalados en la flota marítima son de circuito abierto debido a que su costo es menor y el 14% tiene un sistema híbrido.
Esto significa que casi 9 de 10 embarcaciones con esta tecnología “utilizan agua de mar para ‘limpiar’ o neutralizar los óxidos de azufre de los gases de escape y vierten el agua de lavado resultante en el océano, de forma más o menos continua, mientras el barco consume energía (incluso en el puerto y en el muelle)”, señala el estudio.
Pero estas aguas no deben ser solo vertidas, si no tratadas previamente, para esto los cruceros deben de incorporar tecnología, llegar a un cierto nivel en el que sean aptas para ser descargadas en aguas internacionales solamente, señaló Sarahí Gómez.
“No está permitida la descarga libre de aguas residuales y lo que dice la ley es que te da dos vías para hacer la gestión de tus aguas residuales: pides permiso para descargarlas al mar pero previamente y para eso Conagua tiene que autorizar. La otra vía es esta que como la regulación dice que los puertos deben de tener la infraestructura para recibir los residuos bueno pues entonces otra opción es descargarla en el puerto en las instalaciones que estén autorizadas para eso. Pero este criterio de que no se puede permitir la descarga aplica también para los sistemas abiertos, estos también deberían de tratarlas antes de descargarlas”, explicó Sarahí Gómez.
Gómez acusó que este tratamiento previo no existe en los sistemas abiertos y lo que hacen es verter recurrentemente, ya sea fuera del mar territorial donde no se aplica la regulación mexicana o dentro del país sin aviso.
“Las embarcaciones tienen sistemas de depuradores abiertos que son los que cuando entran a mares mexicanos están descargando agua de lavado sin tener un permiso para vertirlas y luego entonces deberían tener un tratamiento previo y eso claro que no ocurre porque no tienen una planta de tratamiento arriba de las embarcaciones para hacerlo. Entonces se está descargando todo el tiempo”, explicó Sarahí.
No obstante, expertos han destacado que hoy un crucero no necesitaría un permiso para hacer este tipo de descargas en aguas mexicanas, un trabajo legal en el que Cemda avanza para que las regulaciones de aguas residuales sean aplicables a estas descargas también.
Por su parte, Musi Ganem asegura que quienes tienen sistemas abiertos tratan sus aguas a bordo y tienen incineradores para descargar lo menos posible al mar.
Respecto a la posibilidad de que los depuradores con sistemas cerrados puedan descargar estas aguas lavadas en los puertos, Musi Ganem señala que actualmente los puertos de Baja California Sur no tienen infraestructura para tratar las aguas de lavado de los depuradores y no existe ninguna empresa en la entidad que brinde este servicio, por lo que van almacenando sus aguas de lavado hasta que llegan a un puerto donde sí hay infraestructura para tratarlas.
“Hay una compañía que está dándole servicio a los cruceros que tiene todas las autorizaciones internacionales y nacionales para el tratamiento de las aguas que se llama Maritimeps. Tiene servicio en Puerto Vallarta, Ensenada, Mazatlán, esos son los puertos donde sí les dan este servicio. Y también en Los Ángeles y en San Diego”, explicó Musi Ganem.
Estas empresas envían camiones a los puertos para recibir las aguas residuales y llevarlas a tratarlas y después reusarla, de acuerdo con Alejandro Trillo, CEO de Maritime Procurement Services (Maritimeps), sin embargo, esto aplicaría sólo al 1% de la flota marítima que usa depuradores con sistema cerrado, de acuerdo con el informe del Consejo Internacional de Transporte Limpio (ICCT, en inglés).
“Yo tengo una planta en Guadalajara. Los barcos que pasan por Los Cabos, La Paz, Mazatlán y Vallarta es la misma ruta. Entonces los cachamos a todos en Vallarta porque no tiene sentido tener infraestructura en diferentes lugares y porque hay una industria más desarrollada en Guadalajara y hay más mercado ahí. Y la otra opción que tiene el barco es descargar en California”, explicó Trillo.
Medidas para mitigar los impactos.
Cemda realizó un análisis del marco regulatorio para las aguas de lavado y se encontró con que no están definidas en ninguna ley, pero encontraron la figura de aguas residuales en la Ley de Aguas Nacionales la cual aplicaría: “Son aquellas aguas que se han empleado para diferentes procesos y que derivado del proceso para el cual se utilizan, pues su composición original se altera y resulta un agua que no es apta para la función que tenía en su estado natural”.
Por lo que ahora se han dedicado a que la autoridades reconozcan las aguas de lavado como aguas residuales, después como segundo paso identificarán a las autoridades responsables.
“Hay varias instancias que tienen que ver con las descargas de aguas residuales en el mar. Primeramente, quien autoriza las descargas en cuerpos de aguas marinas nacionales es la Conagua. Otro actor importante es la Profepa quien tiene la atribución de vigilar e inspeccionar el cumplimiento de la regulación. Y tenemos otro actor que es Capitanía de Puerto, debido a que la Ley de Puertos especifica que los puertos deben de contar con instalaciones para recibir y darle una correcta disposición a las aguas residuales, y si se reconoce las aguas de lavado como aguas residuales, les aplica esta regulación”, señaló Sarahí Gómez.
Asi mismo están trabajando para que quede establecido en las leyes mexicanas un criterio de no transferencia para que “la solución que propongas no se vuelva parte del problema”.
Debido a los impactos de las aguas de lavado en el ecosistema, hay 45 países que tienen medidas para regular el uso de depuradores, en algunos puertos incluso están prohibidos o restringido su uso, de acuerdo con Bryan Comer, director del programa marino en el International Council on Clean Transportation.
“En el estado de California no se permite el uso de depuradores dentro de 24 kilómetros de la costa de todo el estado, pero en México no hay restricciones. En Estados Unidos y Canadá tienen un área de control de emisiones y los depuradores son una forma de emisión, si México estableciera un área de control de emisiones sería muy importante para regular los depuradores. México podría hacer eso dentro de sus aguas nacionales o incluso a nivel de puertos podrían requerir que no se usen depuradores. Es algo que deberían de considerar”, recomendó.
*Este artículo se publicó originalmente en Causa Natura Media.