Inicio esta columna comentando a Usted; El próximo 31 de este mes de marzo iniciaran las campañas político electoral con rumbo a las presidencias municipales y Diputaciones locales, ya que con anterioridad simultáneamente arrancaron los procesos a puestos de elección popular como la presidencia de la República, Senadores y Diputaciones Federales. Los candidatos propuestos y electos por los partidos políticos llevaran en sus agendas grandes compromisos y definir seguir ofreciendo a la sociedad mexicana una propuesta política viable, ejecutable en la realidad actual de nuestro País; que no tenga gérmenes de incumplimiento y genere el reclamo de la sociedad que les dará el voto; además, una propuesta que signifique una alternativa de gobierno, rica y propositiva en base a las necesidades que hoy tiene la sociedad mexicana.

Hoy la tarea de gobernar solo se explica a partir de los resultados, de los hechos, de los logros concretos en favor de la gente. Porque solo así se podrá recuperar la credibilidad y la confianza de la sociedad en sus candidatos a los próximos puesto de elección popular, candidatas y candidatos tienen que llevar en mente, que el papel de un gobierno moderno consiste hoy en promover el imperio de la Ley, garantizar y desarrollar una política económica sólida, en efectuar las inversiones públicas apropiadas, proteger los derechos humanos, promover de seguridad a la sociedad, y por ultimo ofrecer una educación innovadora y de excelencia.

Señoras y Señores candidatos “Hay que pensar, antes de actuar”, y recuerden que el costo de la improvisación y de la ineficiencia en los cargos públicos termina siendo pagado por la propia sociedad, la cual puede ver frustradas sus legítimas expectativas de progreso y bienestar. Candidatas y Candidatos, recuerden que el trabajo de conducción política y de liderazgo social demanda una aguda sensibilidad que combine, en su justa proporción, sabiduría intelectual con razón práctica. Por ello, el corazón de la aptitud política está precisamente en saber utilizar las herramientas de la política para identificar lo que funciona o no en una sociedad determinada en un omento dado, y tener la firmeza necesaria para, con prudencia e inteligencia, movilizar y dar rumbo a las energías y las voluntades sociales. Admitan que, en esta época el manejo de los asuntos público es de una dimensión y complejidad tal que exige practicar una política profesional que asegure estabilidad, cohesión social, equilibrio y orden. Nuestros hermanos mexicanos exigen tres cosas fundamentales de sus gobernantes; una visión clara de hacía a donde conducir el desarrollo del País; una firme decisión para ejecutar los cambios y las reformas estructurales que brinden un horizonte de vida mucho mejor a las familias y un liderazgo político fuerte y eficaz para volver a generar la confianza, la seguridad y el entusiasmo que la sociedad exige. Mi pueblo considera que no se gobierno con discursos ni con acciones espectaculares, sino con resultados que la gente pueda ver, tocar disfrutar y que hagan la diferencia en su nivel de vida. “Hoy México requiere liderazgo, dirección y certidumbre nuevamente”.

Concluyo: cuando se hace política sin ideas, cae frecuentemente en la barbarie y en el extravió, cuando solo se tienen ideas, pero no la capacidad política para llevarlas a cabo, entonces se producen esterilidad y parálisis.