Esta iniciativa se enfoca en identificar los desafíos y oportunidades que enfrentan las mujeres emprendedoras en las comunidades rurales de BCS, a través de un exhaustivo análisis cualitativo y cuantitativo.
La Paz, Baja California Sur. - Un proyecto de investigación generado en la Universidad Autónoma de Baja California Sur (UABCS) estudia actualmente el emprendimiento femenino en las zonas rurales del estado, con miras a fortalecer el empoderamiento de las mujeres.
Desarrollado por el Cuerpo Académico “Desarrollo Económico Territorial”, esta iniciativa se enfoca en identificar los desafíos y oportunidades que enfrentan las mujeres emprendedoras en las comunidades rurales de BCS, a través de un exhaustivo análisis cualitativo y cuantitativo.
De acuerdo con la investigación, el emprendimiento ofrece a las mujeres rurales la oportunidad de lograr una independencia económica y social, llevándolas a tener el control total de sus decisiones, al tiempo de contribuir a la generación de ingresos locales, lo cual impacta directamente en el desarrollo de su comunidad.
Esta acción no sólo se trata de generar ingresos adicionales, sino que también representa una fuerza motriz para el empoderamiento individual y comunitario, que, según señala la Dra. Angélica Montaño Armendáriz, como responsable del Cuerpo Académico, impacta directamente en el desarrollo económico local sostenible.
Esto quiere decir que apoyar y promover estos emprendimientos beneficia, sí, a las mujeres rurales, pero de igual forma al bienestar general de su entorno y crecimiento orgánico de la región.
Según se registra en la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo 2023, 37% de los emprendimientos en comunidades rurales de Baja California Sur son de mujeres, donde un 65% operan desde la informalidad. Y sólo en el sector terciario, 62% de los emprendimientos en comunidades rurales son de mujeres, pues en el primario y secundario, los hombres registran la mayoría.
La Dra. Angélica Montaño, adscrita al Departamento Académico de Economía en la UABCS, refiere que el proyecto en el que se encuentran trabajando se fundamenta en cuatro variables a estudiar, que son enfoque de género, turismo de naturaleza, biodiversidad y desarrollo territorial sustentable.
Al hablar de los principales factores que inhiben el emprendimiento femenino en zonas rurales, la catedrática universitaria puntualiza la carga de trabajo no remunerado, la falta de capacitación y conocimiento sobre finanzas de la empresa, el poco acceso a financiamiento y la brecha digital.
“Estos datos los obtuvimos de un estudio previo derivado de un proyecto de investigación en colaboración con la organización Conservación del Territorio Insular Mexicano, A. C., denominado “Integración de criterios de la conservación de la biodiversidad en el sector turístico de México, con énfasis en ecosistemas ricos en biodiversidad”.
Entre los elementos más importantes que se identificaron como resultado de esta temática en particular, la investigadora alude que las mujeres emprendedoras, por lo regular, no son propietarias de los predios en donde se ubica su negocio, pues, a menudo están a nombre del cónyuge, siendo una limitante en el acceso a programas de financiamiento gubernamental o de la banca tradicional.
Asimismo, la mayoría de las mujeres refiere que la principal motivación para emprender su negocio es la económica, ya que necesita contribuir al ingreso familiar y de esta forma mejorar sus condiciones de vida.
En cuanto a los negocios relacionados con el turismo de naturaleza, uno de los beneficios es que les permite no desplazarse de su lugar de origen, continuar con la atención de su casa y familia, así como mejorar su desarrollo personal y elevar su autoestima. Aunque la mayoría reconoce que la actividad emprendida les ha restado tiempo de dedicación a sus familias y aumentado su jornada de trabajo.
La Dra. Angélica Montaño Armendáriz afirma que, si se logra conjugar lo económico, desde el punto de vista del potencial ecoturístico de la zona, con programas de fomento al cuidado del medio ambiente y apoyo a las mujeres, se estaría contribuyendo con los Objetivos del Desarrollo Sustentable, de la Agenda 2030 de la ONU.
Por ello, como Cuerpo Académico, exhortan a las comunidades rurales a promover el emprendimiento femenino, dado que la capacitación, asociatividad y cooperación entre las comunidades son detonantes para el desarrollo territorial, eso sí, con acuerdos y estrategias mutuas que garanticen el fortalecimiento de estas acciones.