Aunque aún no hay certeza sobre su origen, el gobernador señala la posibilidad de imprudencia o malicia que “pudiera afectar la imagen de los gobiernos estatal y municipal.
La Paz, Baja California Sur.- El gobernador de Baja California Sur (BCS), Víctor Manuel Castro Cosío, declaró que aún no se ha determinado con certeza la causa del incendio en el estero de San José del Cabo (SJC), al afirmar que las investigaciones sobre el hecho continúan su proceso.
El mandatario señaló que el estero de San José del Cabo, a pesar de ser considerado un símbolo para los habitantes cabeños, ha sido objeto frecuente de incidentes, mismos que, debido a las dimensiones, dificulta determinar el origen del mismo.
Además, refirió que sucesos como el que ocurrió el pasado 18 de marzo, donde se consumieron poco más de 40 hectáreas de vegetación, pudiera ser propiciado por algunas personas que, posiblemente, buscan perjudicar la imagen de las administraciones estatal y municipal.
"Una imprudencia o además puede ser de mala manera. No duden de que a veces meta la mano el diablo y hacen esta factura a la sociedad pensando que hacen daño a los gobiernos […] No tenemos todavía ninguna seguridad o certeza de que se haya provocado el incendio; sin embargo, cualquier situación como ésta nos compromete mucho a cuidar el medio ambiente".
El estero de San José del Cabo, dijo, es un ecosistema vital y emblemático para los josefinos, mismo que ha sido cuidado y protegido por la sociedad civil en coordinación con las autoridades; sin embargo, este reciente incidente resalta la fragilidad de los ecosistemas naturales.
Por lo anterior, aseguró Castro Cosío que las investigaciones continuarán su curso, y se tomarán medidas para controlar y mitigar cualquier otro daño que pudiera ocurrir en el sitio.
Cabe destacar que en días pasados, la diputada con licencia, Gabriela Montoya Terrazas, dio a conocer que, debido a la falta de una ley que busque proteger y salvaguardar las zonas de resguardo y conservación de la naturaleza en el estado, el estero queda desprotegido por la falta de un reglamento que prevé la forma de cuidarlo, y será hasta que las organizaciones y sociedad civil interesada en la materia se organice y, finalmente, den luz verde a la próxima Ley de conservación en el estado.