• La prohibición de terapias de conversión se aprobó en la Cámara de Diputados con 267 votos a favor, 104 en contra y 33 abstenciones.
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Estado de
México. - La prohibición de terapias de conversión se aprobó en la Cámara de Diputados con
267 votos a favor, 104 en contra y 33 abstenciones.
Morena,
Partido Verde, Movimiento Ciudadano, PRI y PT apoyaron
el proyecto, mientras que legisladores del Partido Acción Nacional (PAN) intentaron
retrasar el debate de la minuta al presentar más de 90 reservas al
dictamen.
Pese a
ello, la minuta logró discutirse en el pleno de la Cámara de Diputados y se le
dio el visto bueno a la reforma que agrega diversas disposiciones
del Código Penal Federal y adiciona un artículo 465 Bis a
la Ley General de Salud.
La bancada
adelantó que votaría en contra del dictamen para prohibir las terapias de
conversión. El diputado Éctor Jaime Ramírez señaló que la propuesta de
Ley ‘cae en criminalizaciones injustas’.
Estamos en
contra de aplicar penalidades a padres madres o tutores de menores que en su
papel de guía y de apoyo busquen terapias o prácticas relacionadas con la
exploración de las preferencias sexuales”, dijo.
En tanto,
la diputada
trans de Morena, Maria Clemente García, aseguró que ‘las
terapias de conversión no son más que violencia que va, desde tortura
psicológica, golpes, tortura con electroshock; y hasta violaciones correctivas;
que ponen en riesgo la vida de quienes la sufren’.
La reforma
busca sancionar con dos a seis años de prisión a quien realice, imparta, aplique obligue o financie cualquier tipo
de tratamiento, terapia, servicio o práctica que obstaculice, restrinja,
impida, menoscabe, anule o suprima la orientación sexual, identidad o expresión
de género de una persona.
Aumentan
las sanciones
al doble cuando se aplique lo anterior contra menores de
18 años, personas adultas mayores o con alguna discapacidad.
Se trata
de intervenciones que se realizan con el fin de cambiar a las personas gays, lesbianas o bisexuales a heterosexuales y de
transgénero o género diverso a cisgénero.
En 2012,
la Organización Panamericana de la Salud (OPS) señaló que las
“terapias de conversión” no tenían justificación médica.